emociones en niñosDesde el nacimiento, los bebés muestran ciertas actitudes que son la antesala de las emociones que están por desarrollarse. El mundo emocional de los niños en sus primeros años de vida queda determinado por las cinco emociones básicas: la ira, el asco, la alegría, la tristeza y el miedo. Todos nacemos con ellas y estas se desarrollan poco a poco conforme crecemos y nos desarrollamos.

Las emociones serán las herramientas con las que contarán los menores para hacer frente a cualquier situación a la que se enfrenten. Además, estas serán las que les impulsen a reaccionar. Las emociones básicas del principio, darán lugar a las emociones secundarias, como la compasión, la vergüenza, la frustración y la soledad, entre otras. Todas ellas formarán parte de la vida del niño y también de su adultez. Por eso, es importante que desde pequeños sepan entender, reconocer y manejar sus emociones.

El mundo emocional de los niños

En muchas ocasiones el niño llora desconsoladamente o se ríe a carcajadas y los adultos no sabemos muy bien por qué. La razón es que está creciendo y que las emociones comienzan a aparecer. El pequeño tendrá que comenzar a reconocerlas y a dominarlas, pero este proceso no será fácil. Para esto, los padres deben guiar y ayudar a sus hijos a ponerle nombre a sus emociones y hablar de cómo les hacen sentir.

Las emociones tienen tres funciones: adaptativa, motivacional y social. Todas las emociones tienen una función importante para la adaptación de la persona y su ajuste personal, incluso las desagradables. El desarrollo emocional de los niños comienza desde el nacimiento con las emociones más primitivas, cuando se muestra disgusto o interés hacia su entorno. Y este sigue hasta la adolescencia, en el que se terminarán de desarrollar todas ellas.

Curiosidades sobre el mundo emocional de los niños

Hay determinados aspectos del mundo emocional de los niños que puede que desconozcamos. ¿Quieres conocer algunos de ellos? Te contamos algunas curiosidades acerca de las emociones de los niños. ¡No te lo pierdas y sigue leyendo!.

  1. Losrecién nacidos tienen un mundo emocional básico. Los bebés muestran disgusto ante situaciones que les incomodan, como los sabores fuertes o los ruidos altos, entre otros. De igual modo, manifiestan interés hacia lo que les llama la atención o les agrada.
  2. Los bebés no tienen la capacidad de controlar sus emociones porque todavía las desconocen. Por esta razón, se pueden sentir agobiados hasta con las cosas que les hacen sentir bien.
  3. A los 10 meses ya cuentan con todas las emociones básicas: ira, alegría, tristeza, miedo y asco.
  4. Los bebés no son capaces de sentir vergüenza, envidia u orgullo, ya que todavía no conocen estas emociones.
  5. Conforme se desarrolla el cerebro de un bebé, este sonreirá y mostrará su agrado cuando algo le guste. Además, mostrará interés hacia sus juguetes o sus comidas preferidas. También se mostrará infeliz o enojado cuando haya algo que no le guste o se sienta cansado.
  6. La emoción de la alegría aparece unos meses antes que la tristeza. Más adelante se añadirán al repertorio emocional la envidia y la confianza.
  7. Cuando los niños comienzan a sentir las emociones básicas, en un momento de carga emocional pueden estallar en rabietas. Por ejemplo, cuando el pequeño siente tristeza, miedo, enfado o dolor, si no sabe identificarlo se sentirá confuso y esto puede llevarle a tener problemas de conducta y ansiedad.
  8. Los niños con una buena inteligencia emocional tienen un mejor rendimiento en el colegio.
  9. Normalmente, los niños no muestran miedo hasta los 7 u 8 meses. Los menores que son maltratados pueden mostrar señales de miedo desde los 3 meses.
  10. Los niños no son capaces de regular sus emociones por sí mismos, por lo que los adultos debemos ayudarles a que aprendan cómo hacerlo. Puede ser a través de juegos o de cuentos y, sobre todo, cuando estén tranquilos y en calma.
  11. Desde el momento en que un niño comienza a sentir emociones, los padres deben ayudarle a identificarlas y a ponerles nombre para que logren una buena gestión emocional.
  12. Hay que dejar que los niños expresen sus emociones. Sin importar si se trata de un niño o una niña, si necesita llorar debe hacerlo. No hay que decirles a los niños frases como: “los niños no lloran”.

El mundo emocional de los niños, todo un mundo por descubrir

Desde el momento de su nacimiento, los padres no dejamos de aprender de nuestros hijos, que son como una caja de sorpresas, ya que cada día se aparecen con algo nuevo. En cuanto al mundo emocional de los niños, nos sorprende cómo evolucionan a lo largo de los meses esas emociones primitivas del principio, que terminan por convertirse en su repertorio emocional básico. Los adultos debemos enseñarles a gestionar esas emociones para que logren una sana expresión y para que no acaben explotando con rabietas o pataletas. Somos nosotros quienes tenemos que guiarles en este mundo que empiezan a conocer.