Un parto por cesárea es aquel que se lleva a cabo por medio de una intervención quirúrgica en la que se hace una incisión en el abdomen y útero de la madre para extraer al bebé. Esta se encuentra indicada cuando el parto no puede darse por vía vaginal ya que podría suponer un riesgo para la madre o el bebé, siendo en estos casos la única opción para el nacimiento del bebé.
Sin embargo, es importante que la cesárea tenga una clara justificación, pues al ser una cirugía conlleva una serie de riesgos adicionales y consecuencias para la salud que es necesario tener en cuenta para tomar la mejor decisión según el caso.
Se tiene conocimiento que en el mundo se realizan cesáreas injustificadas cada año. Informarte sobre el parto natural y elegir bien el centro hospitalario en el cuál deseas dar a luz a tu bebé, informándote acerca del porcentaje de cesáreas que realizan, podría ayudarte a evitarla.
a continuación, mencionaremos una serie de molestias que probablemente no conocías de una cesárea:
#1 La recuperación es mucho más lenta que en un parto natural, y más dolorosa
A los entuertos, loquios, estreñimiento y otras molestias postparto habituales, se suman las molestias derivadas de una cirugía mayor abdominal, haciendo que la recuperación sea más lenta y complicada.
Lo habitual es que la madre que ha pasado por una cesárea se sienta muy dolorida, sin fuerzas y con la movilidad reducida. Durante los primeros días resulta difícil sentarse, levantarse y caminar sin ayuda, y no se recomienda coger peso, caminar largas distancias o conducir.
El dolor post-quirúrgico hace imprescindible la toma de medicación durante unos días (el número de días va a depender de las necesidades de cada mujer). En el hospital te pondrán medicación intravenosa, y una vez te den el alta pasarás a tomarla por vía oral. Si estás dando a tu bebé lactancia materna, recuerda decírselo a los médicos para que te receten una medicación compatible y sin riesgos para tu bebé.
#2 Tendrás muchos gases, hinchazón abdominal y molestias intestinales
Aunque cualquier madre reciente puede experimentar esta desagradable molestia durante el postparto, los gases son más habitual en mujeres que han dado a luz mediante cesárea.
El motivo principal es que al tratarse de una intervención quirúrgica abdominal se retiene aire dentro del cuerpo, intensificando las molestias. Asimismo, y dado que el dolor impide que la mujer pueda moverse y caminar, la eliminación de los gases se hace más difícil.
#3 La lactancia materna es mucho más complicada
Si bien la leche no tarda más en subir tras una cesárea (si esto sucede es porque se ha tardado en poner al bebé al pecho), sí que puede resultar más difícil amamantar debido al dolor y la incomodidad a la hora de encontrar una postura que facilite el agarre del bebé sin molestias para la madre.
Conoce aquí como amamantar luego de una cesárea
#4 Debes tener cuidados importantes con la herida para evitar infecciones y posibles lesiones
La cesárea es una cirugía abdominal que requiere de una serie de cuidados post-quirúrgicos inmediatos para evitar que la herida se infecte. Durante los primeros días debemos limpiar y curar la herida, vigilando que no huela mal, supure, sangre, esté caliente o adquiera un aspecto feo.
En este post te contábamos qué debes tener en cuenta para curar la herida de la cesárea de forma correcta.
#5 Lo más probable es que tengas problemas con la cicatriz
Pero la infección post-quirúrgica no es el único riesgo asociado a la cicatriz de la cesárea.
La sensación de picor, tirantez en la piel e insensibilidad al tacto puede durar semanas, meses o incluso años. También es habitual que a lo largo del tiempo la cicatriz sufra cambios en su apariencia que van a depender de la predisposición genética a la hora de cicatrizar, el tipo de piel, la edad o el tipo de cesárea que se haya tenido.
#6 Adherencias en el tejido (con las complicaciones que conlleva)
Durante la cesárea se cortan diferentes planos de tejido que luego deben suturarse de nuevo. En ocasiones, la sutura produce tensiones internas que impiden el movimiento normal, tanto del músculo como de la fascia abdominal.
Es lo que se conoce como adherencias, una complicación en la salud de la mujer con riesgos a corto, medio y largo plazo que pueden afectar a los órganos internos, problemas de suelo pélvico, dolores de espalda, un mal parto en el futuro, lesiones de vejiga o intestino o incluso un mayo riesgo de hemorragia postparto
Para evitar la formación de adherencias es necesario ponerse en manos de un fisioterapeuta especializado que revise la cicatriz y la trabaje en sus diferentes planos.
#7 Mayor probabilidad de diástasis abdominal
La diástasis de rectos abdominales es una lesión que consiste en la separación de los dos rectos abdominales a lo largo de la línea alba. El embarazo es la principal causa de diástasis, aunque el riesgo parece elevarse en caso de sufrir cirugías abdominales.
Como analizábamos en este post, las consecuencias de sufrir diástasis abdominal no son únicamente estéticas, sino que pueden afectar a la salud. Por esto es tan importante ponerse en manos de profesionales cuanto antes.
#8 Será más difícil que consigas quedar nuevamente embarazada
Según los estudios, la cesárea puede afectar de forma negativa a los futuros embarazos, aumentando las probabilidades de infertilidad secundaria y elevando el riesgo de aborto espontáneo.
Se cree que esta asociación podría deberse a un defecto en el área de la cicatriz uterina que afectaría a la fertilidad e implantación del embrión.
#9 Riesgos de rotura uterina y otras complicaciones en futuros embarazos
Tras un parto por cesárea aumenta el riesgo de sufrir placenta previa y parto prematuro en futuros embarazos, así como rotura uterina durante el embarazo o el parto.
Esta complicación grave se asociada en la mayoría de los casos a una cirugía uterina previa (la cesárea, entre otras) pues las cicatrices van debilitando los tejidos de las paredes uterinas, aumentando las posibilidades de que se produzca un desgarro espontáneo del útero.
El tipo de cesárea con histerotomía transversa ampliada en “T” o la incisión uterina corporal vertical, son las que más riesgos conllevan, según leemos en este estudio. También influye el hecho de que a la mujer se le induzca el parto tras una cesárea previa, en lugar de dejar que este se desencadene de forma espontánea.
#10 Posible desgarro perineal en futuros partos vaginales
Haber pasado una cesárea no significa que todos tus partos vayan a ser de la misma forma. De hecho, diferentes investigaciones han demostrado que un 75 por ciento de las mujeres que han intentado un parto vaginal después de cesárea lo han logrado. No obstante, es necesario saber que la SEGO desaconseja intentar un parto vaginal en mujeres con tres o más cesáreas, aunque la mayoría de ginecólogos establece este límite en dos.
Otro aspecto a tener en cuenta es la asociación entre parto vaginal después de cesárea y un mayor riesgo de desgarro perineal grave. Según los los estudios, una de las posibles razones de esta asociación sería la falta de coordinación entre un útero que ya ha parido un bebé y un perineo que nunca lo ha hecho.
¿Porqué no se recomienda tener más de 3 cesáreas?
Debido precisamente al riesgo de rotura uterina anteriormente mencionado, debes saber que los expertos no suelen recomendar más de tres cesáreas. Igualmente, es necesario tener en cuenta el tiempo transcurrido entre la cesárea y un nuevo embarazo; un intervalo que la OMS recomienda que no sea inferior a dos años.
El suelo pélvico también puede dañarse
Cuando hablamos de cuidar el suelo pélvico en el postparto existe un error bastante generalizado, y es creer que solo las mujeres que han dado a luz por vía vaginal deben prestarle atención, pero nada más lejos de la realidad.
Y es que el debilitamiento de los músculos, ligamentos y estructuras que sostienen los órganos de la pelvis no solo viene derivado de la distensión abdominal provocada durante el embarazo o de los pujos durante el parto. Las adherencias producidas por la cesárea son también un factor de riesgo.
Pero las consecuencias de esta cirugía no son solo físicas, sino que también causa problemas más sutiles y no menos graves de índole psicológico.
Muchos de ellos tienen que ver con la menor carga hormonal que sucede tanto en la madre como en el niño al no desencadenarse el proceso hormonal del parto. Estas hormonas son necesarias para:
- facilitar la adaptación del bebé a su nuevo entorno
- para iniciar el vínculo madre-hijo
- para la lactancia
Si has tenido o vas a tener a tu bebé por cesárea, piensa que se pueden contrarrestar los efectos negativos gracias a practicar el contacto piel con piel.
Puedes pedir esta beneficiosa práctica antes incluso de que concluya la operación. Para ello, conviene asegurarse de que el hospital elegido lo permite y dejarlo escrito antes en el plan de parto.
Pero si no pudiste realizarlo en el hospital, sus beneficios se extienden a cualquier edad y nunca es tarde para empezar.