Dar a luz es uno de los actos más hermosos, pero también intensos de la mujer, tanto a nivel físico como a nivel psicológico y emocional. Tener un bebé es una experiencia transformadora y conlleva muchos cambios drásticos a los que hay que adaptarse y rápido porque suceden de la noche a la mañana.
Adaptarse a los ritmos vitales del pequeño, cambiar los ciclos de sueño, atender adecuadamente sus necesidades… En un momento además, en el que la madre lidia con su propio cóctel hormonal y está en plena recuperación postparto. Por todo ello, este es un período de su vida (y de la de su bebé) que merece el mayor respeto y cuidado.
4 razones para tomarse en serio el descanso postparto
Prepararse para 40 días de “descanso” postparto es la decisión más responsable que cualquier madre puede hacer para ella misma y para su nueva familia. Estas son algunas de las razones por las que es tan importante:
#1 Apoyo emocional
Para muchas mujeres no hay nada más transformador que convertirse en madre. En el acto de dar a luz, no solo estás trayendo a otro ser humano al mundo, también se transforma todo tu ser. Se necesita tiempo y espacio para procesar estos cambios profundos.
Ya hemos visto que las mujeres que dan a luz en España tienen un riesgo de 1/10 de desarrollar depresión posparto. Este número aumenta si existen antecedentes de enfermedad mental o depresión. A menudo existe una enorme diferencia emocional entre las mujeres que descansan y reciben apoyo durante su período posparto y las que no.
#2 Ayuda física
El embarazo y el parto son dos de las experiencias físicas más intensas que puede experimentar una mujer. Primero, damos cabida en nuestro interior a otra vida humana, hacemos crecer a una personita dentro de nuestro útero. Luego, cuando ha crecido y madurado lo suficiente, pasamos de horas a días de contracciones. Finalmente, nuestro cuerpo ayuda a nacer al peque o nos sometemos a una cirugía para darle la bienvenida al mundo. Da igual cómo se nazca, el descanso es esencial para la curación física.
Pero eso no es todo: después de dar a luz a nuestro bebé, nace su placenta. Lo que hasta entonces había sido el hogar de nuestro bebé dentro de nuestro útero es ahora una herida recién formada del tamaño de un plato de comida, que sangra y cicatriza durante tres a seis semanas.
Los cuidados postparto básicos que debemos tener en cuenta para la recuperación física son:
- Descansar y dormir bien (intentarlo al menos, porque es difícil).
- Mantenernos bien hidratadas y cuidar nuestra alimentación.
- Prestar atención a las pérdidas vaginales (son normales, pero un sangrado excesivo ha de ser revisado de inmediato por un médico).
- Evitar las escaleras y levantar peso hasta que el médico nos dé el visto bueno.
- Evitar hacer ejercicio físico intenso o movimientos rápidos.
- Cuidar las heridas postparto (episiotomía, cesárea, etc.) y si estas sangran, se infectan, se hinchan, se ponen rojas o se abren, debemos acudir al médico.
#3 Favorece el desarrollo y bienestar del recién nacido
Un bebé recién nacido también tiene mucho que procesar. Pongámonos por un momento en su piel: durante nueve meses (toda su vida) ha crecido dentro de un útero cálido, tranquilo y oscuro. De repente, son empujados al mundo exterior: más frío (o más caluroso), más ruidoso, lleno de luces y colores… y completamente desconocido.
Es importante dar tiempo a nuestro bebé para procesar toda esta información y ofrecerle un entorno sereno y seguro para hacerlo. Se han realizado muchos estudios sobre el contacto piel con piel que demuestran como practicarlo ayuda a los bebés a regular su temperatura, su estado de ánimo y favorece la lactancia materna y el desarrollo del bebé, así como la conexión profunda entre padres e hijos.
#4 Adaptación a tu nuevo estilo de vida
Ninguna mujer nace siendo madre. Se necesita un tiempo de aprendizaje y adaptación. El papel de la pareja, si existe, es fundamental durante este periodo. Es necesario que también ella cuide a la madre y al bebé recién nacido, colaborando en todo lo que sea necesario para procurar el bienestar de ambos.
También es necesario que nos dejemos cuidar sin cargo de conciencia. ¿Quién no se siente vulnerable si no puede hacerlo todo por sí mismo? A menudo nos cuesta ceder el control, pero durante el postparto debemos dejar que nos cuiden. Incluso aunque esa dependencia nos resulte a veces difícil de digerir, la relación se beneficiará de ello.
El bebé recién nacido duerme mucho, pero a intervalos irregulares
Y es que, aunque el bebé dormirá incluso hasta 18 horas al dia, lo hará en intervalos, es decir, se despertará en seis o siete ocasiones al dia, cada vez que tenga hambre, alguna necesidad o si tiene alguna molestia o dolor como, por ejemplo, los colicos propios de los primeros meses.
Además, el pequeño lleva su propio ritmo, por lo que no seguirá unos horarios distinguiendo el dia y la noche, sino que se despertará cuando quiera, sea la hora que sea.
Asi, los padres entenderán que para dormir mejor, deberán también adaptarse en cierta manera a los horarios de su pequeño. Aún asi, existen algunos consejos o recomendaciones para que los padres no se agobien con esta cuestión.
De este modo, sera muy importante que los padres se coordinen para que, de ese modo, puedan descansar ambos y rendir en su trabajo, si ya se han incorporado a la vida laboral. De este modo, deberan aprovechar los momentos en que el pequeño duerma para también hacerlo ellos y, aunque en ocasiones, tengan cosas pendientes, deberán aprender a organizarse para hacer las tareas domésticas, seguir los horarios de trabajo… Es por ello que será importante la comunicación entre ambos para no descuidar ninguna de sus responsabilidades y a la vez, poder descansar.
Además, es cierto que, aunque normalmente, tanto la mama como el papa cambian sus rutinas de sueño, la mujer, en los casos en que este amamantando a su bebé, tendrá que estar despierta siempre que el pequeño tenga hambre, es insustituible. Asi, si el bebe se despierta de noche, tendra que darle de comer. De este modo, en estos casos, durante el dia, el padre o algún familiar estara pendiente del pequeño, aunque esté durmiendo, para que la madre descanse y recupere fuerzas para cuando este vuelva a necesitarla.
Día con el ambiente menos tranquilo que en la noche
Un truco muy común para alargar las horas de sueño del bebé durante las noches será hacer que duerma por las mañanas en una habitación iluminada, en la que entren los ruidos ambientales y de la casa. Asi, su sueño no será tan profundo durante el dia, mientras que por la noche si que se intentará que el ambiente que rodee al pequeño sea todo lo contrario. Deberá haber mayor oscuridad y sobre todo, silencio, de este modo, el pequeño sentirá mayor tranquilidad durante la noche y, aunque se despierte porque tenga hambre u otro motivo, a su alrededor no habrá tantos estimulos como por la mañana.
Asimismo, para la mujer, la alimentación seguirá siendo muy importante, al igual que durante el embarazo, especialmente si le esta dando el pecho a su pequeño. Asimismo, en relación al sueño será fundamental que evite los azúcares y la cafeina, por su factor estimulante. Por el contrario, será muy beneficioso que incluya en su dieta frutas secas como las almendras o los melocotones, ya que le darán ese aporte energético que necesita. De este modo, aunque los padres vean alteradas sus rutinas u horarios de dormir, no deberán obsesionarse y por el contrario, lo mas recomendable será encontrar poco a poco esos huecos en los que puedan para descansar.
La rutina: esencial en el sueño del bebé
Enseñar a dormir al bebé, a veces, no resulta fácil y por ello, los padres suelen agobiarse, preocuparse, puesto que no saben encontrar la forma de que el pequeño duerma la cantidad de horas necesarias, asi como a la hora indicada… Es cierto que sobre el tema del sueño infantil hay muchisima información, aunque cada pequeño es diferente y los padres tienen que tener, ante todo, paciencia.
Lo primero que deben comprender es que los bebés cuando nacen no tienen una rutina del sueño y que no existe diferencia entre el dia y la noche para ellos, que no saben distinguir los momentos del dia como lo hacen los adultos.
De este modo, seran los padres los que establezcan una rutina o una serie de conductas que se repitan cada dia para que asi los pequeños se vayan acostumbrando.