embarazada de alto riesgoCuando la madre gestante lleva un embarazo de alto riesgo es fundamental que siga las recomendaciones de su obstetra, es importante que mantenga reposo y lleve una dieta equilibrada y saludable, para que el embarazo pueda llegar a término sin ningún tipo de complicación.

Existen algunos casos o situaciones que pueden hacer que un embarazo se determine como de alto riesgo, entre esas están que la madre tenga más de 35 años o menos de 18, que fume, consuma alcohol, drgogas, que sea un embarazo de dos o más bebés, que exista placenta previa, alguna enfermedad como la anemia, diabetes o preeclampsia. Por esto, en parasubebe vamos a explicarte bien qué debe y que no cebe comer una mamá gestante, en caso de que su embarazo sea de alto riesgo.

Lista de alimentos que sí debe y puede comer una mamá gestante de alto riesgo

Aquí te traemos una lista de los principales alimentos que deben formar parte de la dieta en un embarazo de alto riesgo.

#1 Frutas y verduras

Indudablemente las frutas y verduras son fundamentales en la salud y alimentación de cualquier embarazada y si se trata de un embarazo de alto riesgo, no hay excepción. Las razones son muchas: son ricas en vitamina C, vitamina A, potasio y folato. La fibra que contienen puede ayudar a prevenir el estreñimiento, una queja constante durante el embarazo.

Estos alimentos contienen una serie de antioxidantes en forma de vitaminas como polifenoles, en medio de los cuáles se destacan las anticianinas y carotenoides como el licopeno que se asocia a una disminución de parámetros sanguíneos lipídicos como los triglicéridos y el colesterol.

Para seleccionar las mejores frutas y verduras, dependerá de cada caso de alto riesgo. Por ejemplo, una embarazada con diabetes debe consumir frutas y verduras de bajo índice glucémico, ya que afectan en menor medida los niveles de azúcar sangre. Entre estos figuran el aguacate, la pera, el melocotón, las manzanas, el kiwi, entre otros.

#2 Pescados ricos en omega-3

Los ácidos grasos omega-3 son infalibles en la dieta de la embarazada de alto riesgo. Esta grasa es necesaria para el desarrollo cerebral y visual del bebé. Además, logra reducir el riesgo de parto prematuro.

Sus principales fuentes son los pescados grasos como el salmón, la trucha, el atún, las sardinas y anchoas. Además, estos peces aportan bajas concentraciones de mercurio, por lo que se consideran seguros.

#3 Huevos

Existen varias razones que justifican el uso del huevo en la dieta de la embarazada de alto riesgo. Está cargado de proteínas con todos los aminoácidos esenciales, lo que garantiza la formación de tejidos durante el crecimiento del bebé.

El aporte de colina que contiene el huevo lo hace ser un nutriente esencial en el desarrollo cerebral y la salud del sistema nervioso del bebé.

Otros nutrientes claves contenidos en el huevo y que son promocionados para el buen desarrollo del embarazo son la vitamina B12, el folato, el selenio, el pantoténico, entre otros.

#4 Carne magra

La carne sin grasa es una excelente fuente de proteína de buena calidad que facilita el crecimiento del bebé. También contienen hierro hem que se absorbe entre un 20 y 30 % más que el proveniente de fuentes vegetales.

El hierro se requiere para prevenir la anemia, que puede causar algunas complicaciones como partos prematuros y bajo peso al nacer. También ayuda a oxigenar la sangre.

#5 Lácteos descremados

Juegan un papel fundamental durante el embarazo y la lactancia ya que nos aseguran un adecuado aporte de energía y proteínas de alto valor biológico, son fuente de aminoácidos esenciales, vitaminas del grupo B, calcio y vitamina D, entre otros nutrientes.

Su consumo diario brinda beneficios tanto para la madre, para el crecimiento y desarrollo fetal, para alcanzar un buen peso al nacer.

Una ventaja adicional de los lácteos es que la vitamina D, las proteínas y la lactosa que contienen favorecen la absorción del calcio. El calcio proveniente de los productos lácteos posee una elevada biodisponibilidad en el organismo: esto significa que gran parte del calcio consumido es absorbido y aprovechado por el cuerpo, beneficio que no encontramos en alimentos ricos en calcio de origen vegetal.

#6 granos o legumbres

Las legumbres, como los garbanzos, las lentejas, las arvejas, los frijoles y otras, son fuente de proteína vegetal y fibra. También proporcionan hierro y ácido fólico, que son cruciales para desarrollar glóbulos rojos y el estimular la formación del tubo neural del bebé.

A mayor consumo de legumbres, menor el riesgo de baja talla para la edad gestacional del bebé.

#7 Cereales integrales

Los cereales integrales como el arroz, la avena, maíz, trigo y el pan integral ayudan a mantener los niveles de azúcar en sangre y a promover la sensación de saciedad en el embarazo.

Estos proporcionan fibra insoluble que ayuda a reducir el riesgo de estreñimiento y las hemorroides que se presentan durante esta etapa. También aportan vitaminas del complejo B que son necesarias para el desarrollo del bebé y el mantenimiento de energía en la futura madre.

#8 Frutos secos

Los frutos secos aportan de todo un poco para el embarazo. Son buena fuente de proteínas, de vitaminas del complejo B, vitamina E, grasa omega-3 y minerales como el hierro, el calcio, el magnesio, el fósforo y el zinc.

#9 El agua

El agua es salud y vitalidad, el agua es limpieza e hidratación. Sin embargo, no sobra acentuar por qué es esencial tomarla durante la etapa de espera de un bebé. Los beneficios de hacerlo son incalculables tanto para la futura mamá como para el bebé que viene en camino, así que si es un hábito que no tenías arraigado antes de embarazarte, es momento de que comiences a contar los vasos que tomas.