Los antojos no son más que deseos pasajeros y generalmente caprichosos de algún tipo de alimento. Antojos y embarazo van de la mano durante los nueve meses, eso no se puede negar y a los datos me remito. El ochenta y cinco por ciento de las mujeres dicen haber tenido ganas de comer un alimento concreto durante el embarazo y lo más gracioso de todo es que, en ocasiones son comidas que, anteriormente o bien no le gustaba o no le llamaba especialmente la atención.
¿Qué causa los antojos en las embarazadas?
La respuesta es: no se sabe. A día de hoy la ciencia no ha dado una explicación clara y consistente a esta pregunta. De hecho existen varias teorías:
- Los cambios hormonales: una de las hipótesis para explicar la razón de ser de los antojos son precisamente las hormonas. Durante el embarazo el cuerpo experimenta una serie de cambios y transformaciones naturales que podrían provocar en la futura mamá nuevas necesidades. Por cierto que, de la misma manera que una mujer embarazada tiene deseos irrefrenables de comer algo insólito a horas intempestivas, también puede mostrar rechazos a determinados olores.
- La actividad cerebral: otra de las hipótesis más extendidas sobre la causa de los antojos apunta hacia que las área del cerebro que están relacionadas con el sentido del gusto están localizados muy próximas a las áreas que reciben los impulsos neriosos originados en el útero durante la gestación y el ciclo menstrual.
Mientras que algunos expertos relacionan los antojos con los cambios hormonales que se producen durante el embarazo y que tienen un impacto muy poderoso en los sentidos del gusto y el olfato, otros especialistas, entre ellos algunos nutricionistas, creen que los antojos surgen para compensar una necesidad nutricional.
Asi, una deficiencia de vitamina B podria justificar el deseo de comer chocolate, la carencia de betacaroteno justificaria el gusto por los melocotones y la necesidad de proteinas podria estar relacionada con el deseo de comer carne roja. Sin embargo, los estudios que se han realizado sobre este tema no han encontrado mucha relacion entre los antojos de una mujer embarazada y lo que su cuerpo necesita.
Y es que aunque hay algunas curiosas relaciones entre los antojos y la fisiologia del embarazo, que explicarian por que suele apetecer algo dulce a la futura mama durante la madrugada (una bajada de glucosa en la sangre materna, cuando la mama ya hace varias horas que no come y el feto se alimenta continuamente), en el apartado nutricional no encontramos explicacion para los rechazos a determinados alimentos.
En el plano psicologico, se cree que los antojos de la embarazada responden, por un lado, a una mayor necesidad de afecto por parte de la mujer hacia su pareja y, por otro, a la desviacion de la sensacion de ansiedad que provoca el embarazo. El hecho de que los alimentos que mas se antojan sean los “prohibidos”, como el chocolate, tambien hace pensar en una causa psicologica.
No obstante, diversos estudios han puesto de manifiesto que las areas del cerebro implicadas en el gusto estan muy cerca de las que reciben los impulsos nerviosos originados en el útero durante el embarazo y el ciclo menstrual. Todas ellas estan situadas en el quinto lobulo del cerebro y cuando las terminaciones nerviosas del útero envian senales a sus receptores cerebrales, al activarse activan tambien, por proximidad, a los receptores de las sensaciones del gusto, provocando asi los antojos.
¿Deben calmar todos los antojos las embarazadas?
¿Hay que satisfacer todos los antojos? ¿Es malo para el bebé si no como lo que me pide el cuerpo? ¿Es peor la ansiedad que me genera las «ganas de» que el comerlo?…Pues bien, lo mejor que puedes hacer es comer aquello que se te haya antojado pero con cabeza, es decir, asegúrate primero que no incumpla todo el decálogo de recomendaciones de la dieta que te ha recomendado tu ginecóloga. Si tu médico te prohíbe comer dulce durante el embarazo, por mucho que tengas ganas de comer un Donut, lo mejor será que busques un sustituto. En cualquier caso, si no satisfaces todos tus antojos al bebé no le pasará absolutamente nada. En este caso, satisfacer o no estos pequeños caprichos alimentarios es más gratificante para la mamá que para el pequeño que viene en camino.