obesidad infantilLos niños que tienen gran cantidad de exceso en su peso son clasificados como obesos. Es importante tener en cuenta que los niños pueden volverse obesos si comen y beben con regularidad más energía (calorías) que la que sus organismos consumen, o si hacen muy poca actividad física. La obesidad causa que los niños tengan mayor probabilidad de tener problemas graves de salud, entre ellos diabetes y enfermedades cardíacas. Por lo cuál, es fundamental que los pequeños lleven una dieta balanceada.

Comida precocinada, así como pizzas, perros calientes, hamburguesas o fritos son productos que contienen un exceso de sal, grasas saturadas, grasas hidrogenadas, azúcares y harinas refinadas. A nivel nutricional no aportan ningún beneficio, pero sí contribuyen al desarrollo de obesidad, enfermedades cardiovasculares o diabetes en nuestros niños.

A continuación, tenemos una lista de alimentos que deberían evitarse en la dieta de los niños:

#1 Zumos de frutas, bebidas azucaradas y refrescos

Ofrecer bebidas azucaradas antes de los 12 meses duplica el riesgo de padecer obesidad a la edad de seis años. Por eso, los pediatras llevan tiempo alertando del peligro de los zumos en las dietas infantiles. No son alimentos saludables ni equilibrados para niños ni adultos, pero en cambio, siguen siendo la opción preferida de bebida en muchos hogares.

Los zumos, sean caseros o industriales, presentan un alto contenido en azúcar que favorece la obesidad y propicia la aparición de diabetes de tipo 2. Además, al ingerirse de forma rápida se elevan los niveles de azúcar en sangre, se incrementa el aporte calórico y se reduce el hambre, impidiendo la ingesta de otros alimentos más saludables y ricos en nutrientes que sí son necesarios en la dieta.

Con los refrescos, bebidas carbonatadas y bebidas energéticas ocurre exactamente lo mismo, con el añadido de que además de grandes cantidades de azúcar, se incorporar otros ingredientes como la cafeína, teína o el gas que pueden provocar malestar y problemas de salud en niños.

#2 Exceso de proteínas

Las proteínas son importantes y necesarias para la salud, y si nos faltan podríamos sufrir deficiencia en el sistema inmunológico, problemas de crecimiento o intelectuales en el caso de los niños, o alteraciones de desarrollo del feto en el caso de mujeres embarazadas.

Pero al igual que es perjudicial una dieta defectuosa en proteínas, también lo es un exceso de las mismas, pues podría provocar alteraciones del metabolismo y de las funciones hepática, renal y hormonal, además de poner en riesgo la salud de los huesos e incrementar la obesidad.

#3 Azúcares añadidos

La OMS recomienda que la cantidad diaria de azúcar no supere el 10% de las calorías ingeridas tanto en adultos como en niños. En el caso de los niños, no debería nunca sobrepasar los 37 gramos diarios (para una dieta de 1.750 calorías), el equivalente a nueve cucharillas de café.

#4 Harinas refinadas

Las harinas refinadas son granos enteros que han sido sometidos a un procesamiento industrial con la finalidad de volver más fina y digerible su partícula, haciendo que pierdan gran parte de su fibra y su calidad nutricional. Las harinas refinadas elevan en índice glucémico, predisponiendo a un mayor riesgo de sufrir cardiopatías, obesidad, diabetes, cáncer e incluso infertilidad.

Encontramos harinas refinadas en productos como galletas, snacks comerciales, bollería, pan blanco, pastas o masas de pizza. También la harina de trigo blanca es harina refinada. Debemos sustituir las harinas refinadas por opciones saludables como harinas integrales, salvados, avena o quinoa.

#5 Grasas trans

Las grasas trans se obtienen a partir de las grasas insaturadas mediante la hidrogenación de aceites (añadir hidrógeno a los aceites, con lo que parte de las grasas poliinsaturadas se transforman en saturadas). Los aceites son de origen vegetal, pero a través de este proceso aumentan el nivel de colesterol malo, reduce los niveles del bueno y favorece la obesidad.

Para saber si un producto lleva grasas trans hay que buscar en la etiqueta el tipo de aceite que contiene, y en la información nutricional revisar si lleva grasas saturadas, grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas. Hay alimentos que incorporan con más frecuencia este tipo de grasas, como los precocinados, la bollería, los helados, las salsas o los aperitivos.

Alimentos que parecen saludables pero en realidad no lo son

En muchas ocasiones, la industria del markerting y la publicada pueden ser engañosas y nos hace creer que hay alimentos saludables que deberíamos ofrecer a nuestros hijos para que lleven una dieta equilibrada. Sin embargo, estos alimentos esconden grandes cantidades de azúcar, sal o grasas de mala calidad que deberían ser evitadas en su dieta.

Tal sería el caso por ejemplo, de los yogures para bebés y yogures industriales (algunos contienen aproximadamente unos 15-18 gramos de azúcar por cada 125 ml), las papillas de cereales infantiles, los cereales para desayuno, las barritas de cereales o las galletas, algunas compotas comerciales también podrían llegar a tener gran cantidad de azúcares añadidos, por lo cuál es recomendable fijarse en la etiqueta al momento de comprarlas, o, simplemente preparar compotas caseras.