Cuando el ojo está abierto las lágrimas que hidratan el ojo pasan a la nariz del bebé a través de unos conductos de drenaje. Si estos conductos son demasiado estrechos o están tapados, estaríamos ante un caso de estenosis del conducto lagrimal, que puede resolverse por sí solo o bien puede necesitar la intervención médica para abrir ese conducto, una vez que el bebé cumpla el primer año de vida.

Además, una de las zonas más sensibles de los más pequeños son los ojos. Y por eso cualquier presencia de polvo o suciedad, así como de otras pestañas podrá hacer que estos se inflamen, se pongan rojos o se irriten. Aún así, lo que más suele preocupar a los padres será cuando haya algún tipo de secreción y cuando estos parecen más llorosos y pegajosos. Será en ese momento cuando aparecerán las temidas legañas.

Otra de las causas del exceso de legañas en los bebés es la conjuntivitis. Si a la acumulación de legañas sumamos ojos enrojecidos, picor o hinchazón, puede tratarse de un proceso infeccioso y tenemos que acudir al pediatra para valorar si es vírica, bacteriana o alérgica y pudiera requerir además de la limpieza ocular tratamiento con antibióticos.

8 Consejos para eliminar las legañas del bebé

1 – Para mantener una buena higiene de los ojos del bebé conviene limpiarlos dos veces al día. Si nuestro bebé tiene legañas es importante no intentar abrir sus ojitos en seco para evitar provocarle daños.

2 – Antes y después de limpiar los ojos del bebé tenemos que limpiarnos bien las manos para evitar contagios o infecciones.

3 – Para eliminar las legañas una opción es echarle suero fisiológico ocular para poder reblandecer los restos que quedan en el ojo y eliminarlos con ayuda de una gasa esterilizada realizando movimientos suaves desde la nariz hasta la oreja.

4 – Una postura cómoda para realizar la limpieza de los ojos del bebé es ponerle boca arriba, echar el suero en su ojo y ladear suavemente su cabeza hacia fuera, no hacia la nariz, para que el suero llegue a toda la superficie ocular y no se moje el otro ojo.

5 – No debemos emplear nunca algodón ya que puede dejar restos en el ojo.

6 – Para evitar posibles infecciones es importante utilizar una gasa para cada ojo limpiando cada uno de manera individual.

7 – También se pueden emplear toallitas de higiene ocular en lugar de gasas esterilizadas para limpiar los ojos del bebé.

8 – Otra opción para la limpieza de los ojos de los bebés según sostienen algunos voces es usar leche materna. Una vez extraída se introduce en un gotero esterilizado y se aplican unas gotas en cada ojo. Según sostienen algunas voces las propiedades de las leche materna, por los anticuerpos que contiene, ayuda a prevenir posibles infecciones en el ojo del bebé.

Remedios caseros para tratar las legañas

Uno de los remedios caseros más extendidos para la limpieza de las legañas es el uso de manzanilla, por su efecto antiinflamatorio y antiséptico. Aunque según muchos expertos apuntan, esta opción está cada vez más en desuso porque al no ser una higiene aséptica, puede provocar alergias e infecciones ya que el agua donde se realiza la infusión no está estéril y además podemos verter en el ojo restos de la planta sin desearlo.

Por tanto, será muy importante retirar bien las legañas y las secreciones con el objetivo de limpiar el área que se sitúa alrededor de los ojos. Para ello, habrá que lavarse bien las manos con agua tibia y jabón para prevenir todas las infecciones. Para limpiar bien las legañas y las secreciones habrá que sumergir un trozo limpio de gasa o con un paño suave y limpio con un poco de agua tibia. Lo siguiente será limpiar con suavidad la esquina del ojo. En el caso de que el conducto ocular esté bloqueado y afecte a los dos ojos será imprescindible utilizar una nueva gasa o una tela para limpiar bien el ojo.