mamá e hijoEs importante la confianza entre tu hijo y tú porque en ella se basa la buena relación entre vosotros. Si no hay confianza difícilmente habrá otros valores como el respeto y la consideración. Quien no confía sabe que no puede apoyarse en la otra persona para recibir su ayuda o tenerlo como confidente tanto en las buenas como en las malas.

Si tu hijo no confía en ti te mentirá y se irá a buscar a otro lado lo que, como hijo, debía encontrar en ti.

Lo que necesitas saber para ganar la confianza de tu hijo

Mamá, si quieres mantener o ganar la confianza entre tú y tu hijo adolescente ten en cuenta estas consideraciones:

No le mientas para que no te pague con la misma moneda

Tus mentiras son ejemplo para tu hijo. Siempre que te ve mentir para conseguir un propósito o disculparte por algo, va aprendiendo de ello.

El mal se acrecienta cuando le mientes específicamente a él, y sea en ese u otro momento, la verdad llega a sus manos. De esa forma puede aprender a mentirte y a anular su cargo de conciencia.

Si sabe que le mientes ese será el pretexto que le ayudará a liberarse de culpas cuando te mienta a ti.

Al principio te dirá una mentira simple quizás para evitarse un regaño, pero con el tiempo, y a medida que vaya consiguiendo lo que se propone, sus embustes podrán ser mayores.

Por eso nuestro consejo es este: gánate su confianza siempre con la verdad por delante.

Ábrete para que se abra contigo

Si dedicas tiempo para sentarte junto a él y contarle tus problemas, pedirle consejos y esperar sus comentarios al respecto, él aprenderá a hacer lo mismo contigo. Pero no le confieses tus cosas solo para establecer un lazo entre los dos; hazlo con sinceridad, porque realmente sientes que lo necesitas.

Sobre todo, con tu hijo, sé sincera en tus sentimientos.

Pregúntale

No pocas veces la incomunicación entre padres e hijos se debe a que no existen preguntas entre ellos.

Mami espera a que su hijo le cuente y su hijo espera a que su mami le pregunte.

Como ninguno de los dos hace lo suyo las dudas se acumulan y los problemas se van a resolver a otro lado.

Castígalo, pero no lo sometas a la “Santa inquisición”

Cuando tu hijo cometa una falta y debas castigar su conducta no busques un castigo que le duela y le haga pagar su error. Piensa en uno que lo haga reflexionar y darse cuenta del mal que cometió.

Opta por escarmientos de los cuales se pueda sacar provecho y que lo formen como hombre del mañana.

No te pases con los castigos porque por evitarse esos malos ratos puede comenzar a decirte mentiras.

No desconfíes de lo que te dice

Desconfiar y andar siempre detrás de él para vigilarlo, registrarle sus pertenencias y abrumarlo de preguntas hará que te pierda confianza y se aleje de ti.

Los adolescentes, como todos lo demás seres humanos, necesitamos de nuestro espacio, nuestros secretos, estar solos con nosotros mismos.

Cuando nos invaden nuestra intimidad y nos sentimos perseguidos y expuestos nos vemos forzados a escabullirnos, a evitar de cualquier manera la mirada siempre indagadora de ese otro.

Hay madres que por sus miedos y el amor desmedido que tienen hacia sus hijos se vuelven madres tóxicas que en vez de acercarlos y ganarse su confianza los asfixian y los alejan con su forma de ser.

Antes de creer que te miente comienza por confiar en sus palabras. Es más saludable tanto para ti como para él.

La importancia de la confianza entre tu hijo y tú

Porque eres su madre debes ser la persona en quien él más confíe.

Esa aliada que le brinda apoyo y lo aconseja, que se alegra como él mismo de sus logros y está para festejar.

La compañera que lo guía bien, lo educa, lo enseña y frente a la que no siente vergüenza de expresar sus dudas. Esa que lo protege más que a ella misma y la que ve el peligro a una legua de distancia.

Tu hijo adolescente necesita saber, pero sobre todo sentir, que es a ti a quien debe confiarle sus cosas y a quien debe acudir, sin importar cuál sea el tema o la ocasión.