embarazada come pan¿Estás embarazada y eres intolerante al gluten? Si es tu caso, debes tener una alimentación balanceada y saludable, aparte de que debes asegurarte de que los extras de energía y nutrientes sean los necesarios. En parasubebe te contamos qué alimentos no deberías consumir si sufres de intolerancia al gluten y cuáles podrían suplir tus necesidades alimenticias.

El gluten es el nombre que reciben una serie de proteínas llamadas prolaminas, que se encuentran presentes en algunos cereales. Principalmente en el trigo, el centeno, la avena y la cebada. Es aquella sustancia de la harina que aporta estructura a la masa y permite que eta se eleve junto con la levadura.

Esta proteína generalmente es un poco difícil de digerir y se complica mucho más cuando existe intolerancia ya que a partir de ella se forman unos péptidos o proteínas más pequeñas que resultan tóxicas para el organismo.

¿Qué es la intolerancia al gluten?

Seguro que ya debes haberte hecho muchas preguntas en relación con tu embarazo y condición de intolerante al gluten. ¿Se pondrá en riesgo la vida de mi bebé? ¿Tendré carencias importantes? ¿Podré lactarlo? La buena noticia es que con la dieta adecuada, estas angustias pueden ser superadas.

La intolerancia al gluten se refiere a ciertas condiciones en las que la proteína de algunos cereales provoca una serie de reacciones adversas que pueden dañar el sistema digestivo y alterar otros órganos de la embarazada. La enfermedad celíaca, la sensibilidad al gluten no celíaco y la alergia al trigo, forman parte de este trastorno. Algunos de los síntomas son los siguientes:

  • Diarrea y estreñimiento.
  • Dolor de estómago y de cabeza.
  • Fatiga.
  • Anemia por deficiencia de hierro.
  • Perdida inexplicable de peso.
  • Trastornos tiroideos.
  • Dolores articulares y musculares.
  • Depresión y ansiedad.

Una dieta equilibrada en el embarazo de la  madre intolerante al gluten resulta fundamental

La dieta para embarazadas con intolerancia al gluten debe ser equilibrada, variada y balanceada. Obviamente, hay que eliminar por completo la proteína que no se tolera: el gluten. También, se debe tener presente el principio de no comer por dos, sino para dos. Lo puntual es asegurar que los nutrientes que se pueden afectar con la malabsorción intestinal (hierro, fólico y yodo) deben mantener un buen aporte a partir de los alimentos y los suplementos.

Para tranquilizarte, la dieta sin gluten no tienen ningún efecto negativo sobre el crecimiento y desarrollo del bebé en el vientre materno. Tampoco hay evidencias de que afecte la composición química de la leche materna.

Consejos para embarazadas con intolerancia al gluten

Lo más importante es plantearte las metas dietéticas en función del estado general de la embarazada con intolerancia al gluten. Ten en cuenta:

  • Si tienes síntomas, hay que mejorarla y revertir el daño de las paredes intestinales para favorecer la absorción de nutrientes.
  • En caso de diarreas, se indican los alimentos sin gluten más astringentes, como el arroz, la manzana, la pera y el plátano verde. Además, se vigilan los líquidos para evitar deshidratación.
  • Cuando aparece el estreñimiento, hay que indicar los alimentos sin gluten altos en fibra soluble e insoluble y recomendar tomar suficientes líquidos.
  • Al diagnosticar deficiencia de algunos minerales como el hierro, hay que reponerlo de inmediato. Para ello, se indican alimentos que son fuentes de hierro de buena absorción, como las carnes, las aves y los pescados, así como suplementos.
  • En el caso de las madres vegetarianas, el hierro de origen vegetal debe combinarse con frutas que sean fuente de vitamina C, como la guayaba, las fresas o el kiwi, entre otras.
  • Mantener comunicación directa entre el equipo de salud para evaluar deficiencias potenciales de otros micronutrientes, la suplementación potencial y mantener una dieta saludable y variada.
  • especialistas insisten en vigilar de cerca el zinc, las vitaminas D y B12, y otras del complejo B.
  • Los suplementos deben ser indicados por el obstetra tratante. Si no hay deficiencia, igual hay que suplementar el embarazo con 30 miligramos de hierro al día, de 0,4 a 0,8 miligramos de folatos y 150 microgramos al día de yodo.

Alimentos que contienen gluten y que debe evitar una embarazada intolerante

Algunos de los alimentos que contienen gluten son los siguientes:

  • Trigo.
  • Semolina.
  • Centeno.
  • Cebada, extracto y malta de cebada.
  • Cuscús.
  • Bulgur.
  • Durum.
  • Panko o especie de pan rallado en japonés.
  • Udon, que es un fideo grueso de origen asiático.
  • Harina Graham y de matzo.
  • Seitan y triticale.
  • Avena y almidón de avena, ya que se puede contaminar con cereales que contienen gluten.

Cabe resaltar que ningún alimento como pasteles, empanadas, pastas, bollería o panadería, elaborado con cualquier harina de la lista, puede ser ingerido por la embarazada con intolerancia al gluten.

Alimentos que contienen gluten, pero en menor cantidad

En realidad, son muchos los productos alimenticios que contienen gluten, ya que se usa como un aditivo. Por esta razón, es estrictamente necesario revisar las etiquetas de los alimentos en el mercado. Algunos de ellos pueden ser los siguientes:

  • Jarabe de arroz integral.
  • Mezclas para sazonar.
  • Fiambres y otros embutidos.
  • Golosinas.
  • Caldos y pastas.
  • Salsa de soja, sucedáneos de tocino y mariscos.
  • Bases de sopas, rellenos, adobos y espesantes.
  • Suplementos a base de hierbas y de vitaminas y minerales.

Sustitutos del trigo para embarazadas intolerantes al gluten

Estos son algunos sustitutos que puedes tener en cuenta:

  • Quinoa y amaranto.
  • Arroz y su salvado.
  • Maíz.
  • Harinas de frutos secos y semillas.
  • Mijo.
  • Harina y almidón de papa.
  • Soja.
  • Tapioca.
  • Sorgo.
  • Arruruz.
  • Trigo sarraceno.

Alimentos que no contienen gluten

Estos alimentos pueden ser consumidos sin inconvenientes en la dieta de la mujer embarazada, ya que no contienen gluten:

  • Frutas, verduras y hortalizas frescas.
  • Carnes, pescados y aves frescas.
  • Grasas y aceites.
  • Hierbas naturales, condimentos y especias.
  • Miel, jarabe de arce, jarabe de maíz y melaza.
  • Mermeladas y compotas.
  • Salsa de tomate, mostaza, encurtidos y salsas para ensalada (revisa las etiquetas).