Las salsas son aderezos que se agregan a las comidas para resaltar su sabor, sin embargo, no todas están permitidas en esta etapa, debido a su alto contenido en sodio y aditivos. Una de las más consumidas es la bechamel, pero ¿se puede comer bechamel en el embarazo? En el siguiente articulo, te contaremos si es seguro consumir esta salsa en el embarazo y cómo hacerlo sin que represente un riesgo para la madre y el bebé.
¿Es seguro comer bechamel en el embarazo?
La bechamel es una salsa espesa blanca elaborada con leche, harina de trigo y mantequilla, o alguna grasa como la margarina o el aceite de oliva. Sus orígenes son franceses, pero a día de hoy esta salsa se consume en todo el mundo. Su uso en la cocina es muy variado, pues se utiliza en platos gratinados como la lasaña, en croquetas, pastas, verduras o para acompañar proteínas como la carne y el pescado.
Si te preguntas si se puede comer bechamel en el embarazo, la realidad es que si la madre goza de buena salud y no tiene problemas de hipertensión arterial u obesidad, consumir salsa bechamel durante la gestación es seguro. Comer bechamel no es perjudicial ni para la madre ni para el bebé bajo las siguientes condiciones:
- Cuando la leche y la mantequilla sean pasteurizadas: se disminuye el riesgo de transmisión de microorganismos patógenos, como bacterias y parásitos, o, en el caso de los lácteos, la listeria, una bacteria causante de la listeriosis, una infección muy dañina para el feto en formación.
- No sobrepasarse con la cantidad de sal u otros condimentos: con el fin de evitar la hipertensión arterial, que puede ser secundaria al consumo de sodio, o bien evitar la inflamación por edema en las piernas en el último trimestre de embarazo.
Por qué es bueno comer bechamel en el embarazo
La salsa bechamel está hecha a partir de leche y mantequilla, dos ingredientes lácteos ricos en calcio y vitaminas que es muy necesario ingerir durante la gestación. Veamos entonces por qué es bueno comer bechamel en el embarazo:
- Beneficios del calcio: la madre debe consumir al menos 1000 mg de calcio al día,tanto en la dieta diaria como en suplementos prenatales, pues cumple funciones importantes en procesos de coagulación sanguínea, en el funcionamiento del sistema nervioso y músculos y en el mantenimiento del ritmo cardíaco. En el caso del bebé, el calcio ayuda a la formación y fortalecimiento de sus huesos y dientes. En este artículo encontrarás información sobre cómo tomar calcio en el embarazo.
- Beneficios de la vitaminas: la salsa bechamel contiene vitaminas esenciales como la vitamina A, D, E, B12 y K2, además de selenio.
Además, no debemos dejar a un lado el aporte energético de estos lácteos, especialmente la mantequilla para el organismo materno y para la formación y desarrollo del Sistema Nervioso Central del bebé. Ciertamente, el rico sabor y la sabrosa textura de la salsa bechamel permite que la madre disfrute al comerla, fomentando así el bienestar del embarazo.
Cómo consumir bechamel en el embarazo
La salsa bechamel en el embarazo se puede consumir de diferentes maneras. Lo ideal es que sea hecha en casa, sin embargo, también se puede escoger la salsa bechamel industrial que se encuentra en los supermercados. Si la preparas tú mismo conviene no agregarle mucha sal. Concretamente, en esta etapa se consumir menos de 5 gramos de sal a diario.
Ahora bien, si eres de las que les gusta agregar salsas blancas a tus comidas para intensificar sus sabores, puedes escoger alguna de estas salsas que son seguras de consumir en el embarazo:
- Salsa bechamel industrial: las salsas preparadas con lácteos son pasteurizadas, es decir, que pasan por un proceso de calor que elimina las bacterias y otros microorganismos que pudieran causar infecciones en el embarazo. Eso sí, estas salsas contienen mucho sodio y conservantes, por lo que solo es recomendable comerlas esporádicamente.
- Salsas de queso: recuerda escoger solo los quesos pasteurizados. Los quesos duros como el parmesano se consideran seguros para comer en el embarazo porque contienen menos agua que los quesos blandos, lo que dificulta el crecimiento de bacterias. Los quesos blandos pasteurizados, como la mozzarella y la ricota, se pueden comer también fríos o cocidos.
- Salsas hechas a base de leche: son recomendadas en el embarazo por su aporte nutricional solo que hay que escoger leches pasteurizadas para prepararlas.
En definitiva, en el embarazo puedes disfrutar de tus platos agregándoles una rica salsa bechamel siguiendo las recomendamos descritas. Ante todo, es importante seguir las recomendaciones alimentarias del médico, especialmente si sufres de alguna condición como sobrepeso o hipertensión arterial.