El principal componente de las ensaladas suele ser la lechuga, una verdura que contiene fibra, tiene un agradable sabor y se puede combinar de distintas formas y con múltiples alimentos. En el siguiente artículo, te explicaremos si es bueno comer lechuga en el embarazo, qué beneficios tiene para el organismo y cómo consumirla de forma segura.
¿Se puede comer lechuga durante el embarazo?
Si te preguntas si es bueno comer lechuga en el embarazo, debes saber que el consumo de verduras verdes en el embarazo está altamente recomendado por sus importantes beneficios y aporte de vitaminas y fibra en la dieta. Así pues, La lechuga se puede comer durante el embarazo sin problemas, solo con la precaución de lavar muy bien las hojas antes de consumirlas, ya que pueden ser portadoras de parásitos y bacterias como la Listeria y la Salmonella, las cuales son causantes de enfermedades peligrosas para la salud.
Beneficios de comer lechuga en el embarazo
El hecho de comer lechuga en el embarazo ayuda a satisfacer antojos de forma saludable y sin cargas calóricas innecesarias. A continuación te mencionamos los principales beneficios de comer lechuga en el embarazo:
- Permite mantener el peso ideal: la lechuga está compuesta principalmente por agua (95%), por lo que consumirla en épocas calurosas resulta ideal. Además, tiene bajo contenido energético, gracias a la mínima cantidad de hidratos de carbono, proteínas y grasas que contiene. Por ello, comerla es una buena opción para sentirse satisfecha sin necesidad de consumir demasiadas calorías.
- Prevención de malformaciones en el feto: el ácido fólico que contiene la lechuga ayuda a proteger al bebé contra los defectos de nacimiento. Los minerales como el potasio ayudan a formar su sistema nervioso y muscular- El hierro es útil para producir hemoglobina, fósforo y calcio, los cuales son necesarios para la formación y crecimiento de los huesos y dientes del bebé. En definitiva, comer lechuga en el embarazo favorece el desarrollo adecuado del feto en el útero materno.
- Ayuda con la digestión: la lechuga contiene fibra, un componente importante en el proceso digestivo y, durante el embarazo, previene el riesgo de estreñimiento. También aporta cloro, el cual facilita la digestión y equilibra los fluidos corporales.
- Previene el insomnio: la lechuga induce el sueño de forma natural, por lo que te ayudará a dormir profundamente durante el embarazo. Este vegetal tiene un efecto sedante sobre el sistema nervioso, pues bloquea los procesos de señales que estimulan el tejido nervioso y muscular. Por esta razón, se le atribuye un efecto sedante y relajante durante el embarazo.
- Ayuda a disminuir los valores de colesterol: la lechuga regulariza los niveles de colesterol en la sangre, y previene el riesgo de enfermedades cardíacas y cerebrovasculares durante el embarazo.
- Agente antiinflamatorio: otro de los beneficios de comer lechuga en el embarazo es que es antiinflamatoria y ayuda a reducir la inflamación en esta etapa. Además, el extracto de lechuga fresca reduce la inflamación considerablemente.
- Beneficios estéticos: la lechuga posee tres antioxidantes principales, las vitaminas C, A y E, las cuales son extraordinarias para cuidar la piel y la visión.
- Previene las infecciones causadas por microbios: la lechuga brinda eficaces beneficios antibacterianos. Consumirla regularmente puede ayudarte a eliminar las infecciones causadas por Candida albicans y protegerte eficazmente de otros microorganismos dañinos.
- Reducir la ansiedad: la lechuga tiene un efecto calmante y relajante, por lo que ingerirla ayuda significativamente a reducir el estrés y la ansiedad durante el embarazo.
- Fortalece el sistema inmunológico: la lechuga es rica en antioxidantes que permiten contrarrestar los efectos de los radicales libres, previniendo el daño a las células, los tejidos y el ADN. En definitiva, comer lechuga en el embarazo fortalece la inmunidad y previene el riesgo de enfermedades dañinas.
Cómo consumir lechuga en el embarazo de forma segura
El mayor riesgo de comer lechuga en el embarazo es el de sufrir una intoxicación alimentaria. Generalmente, este tipo de problemas se presentan al comer ensaladas contaminadas con agentes patógenos, entre la más común se encuentra la Listeria monocytogenes, la cual puede atravesar la barrera placentaria y causar daños al feto.
Por todo ello, es importante extremar las medidas higiénicas en el momento de preparar los alimentos en el embarazo, especialmente si son crudos, como el caso de las ensaladas. Entonces, ¿cómo limpiar una lechuga en el embarazo para que no haya peligro?
La forma ideal de lavar la lechuga durante la gestación esla siguiente:
- Lavarse las manos.
- Eliminar las partes dañadas de la lechuga.
- Enjuagar cada hoja por separado con suficiente agua corriente.
- Lavar las hojas con vinagre y dejarlas en remojo durante unos minutos.
- Enjuagar bien nuevamente para eliminar restos que hayan quedado de cualquier bacteria.
- Secar bien las hojas de lechuga.
- Almacenar la lechuga preparada en un lugar fresco y seco.