La entrada en el último trimestre del embarazo supone para la mujer el acercamiento inequívoco a la realidad de la maternidad, la culminación de esa utopía, y sobre todo, a los miedos del parto. A medida que pasan las semanas, sentimientos de duda afloran en la mayor parte de las mujeres.
Asimismo, la preocupación ante el momento del parto hace su aparición y, aunque el miedo al dolor y las contracciones suelen ser generalizadas, hay una sensación de ansiedad causada por la incertidumbre del evento. ¿Cuándo nacerá? La necesidad de estar preparada y las ganas de conocer al bebé han puesto de manifiesto, durante generaciones, el uso de ciertas técnicas para acelerar o inducir el parto que, en general, carecen de validez científica, pero que se vienen usando durante siglos.
La realidad es que no hay ningún alimento que induzca el parto, sino que las investigaciones más recientes en este campo sugieren que, en condiciones normales de embarazos a término, existe una relación entre la madurez de los pulmones del feto y la secreción de las hormonas encargadas de desencadenar el trabajo de parto.
Aún así, hay mujeres que incluyen en su menú diario estos alimentos por las propiedades que pueden tener. ¡Apunta tú también para meterlos en tu carro de la compra!
1. La piña fresca
Contiene una enzima conocida como bromelina. En algunos estudios esta enzima ha mostrado efectos madurativos en la cérvix, además de estimular la producción de prostaglandinas, por lo que, en teoría, podría inducir y acelerar el parto. Lamentablemente, para conseguir la cantidad de bromelina necesaria para ejercer este efecto deseado deberían consumirse cantidades tan elevadas de piña que resulta casi imposible asegurar que este alimento tenga efecto alguno en condiciones de consumo normal.
2. El té de hojas de frambueso
Es otro de los más extendidos por su capacidad para producir contracciones. De hecho, en algunos países no se recomienda su consumo hasta superar la semana 37 del embarazo. De nuevo, las cantidades de té necesarias para producir las deseadas contracciones son muy elevadas.
3. La comida picante
Tradicionalmente se relaciona con una estimulación del tránsito gastrointestinal que puede conducir, como efecto secundario, a la aparición de contracciones. Sin embargo, estas contracciones, al igual que las producidas por los laxantes como el aceite de ricino, son simplemente calambres intestinales sin ninguna relación con el útero y, por tanto, incapaces de desencadenar el trabajo del parto, pero que sin duda harán a la mamá pasar un rato la mar de incómodo.
4. El pimiento y el jengibre
Aunque menos conocidos, se caracterizan por contener y liberar capsaicinas al torrente sanguíneo, capaces de ejercer un efecto potenciador en la liberación de endorfinas. Dada la relación entre las endorfinas y la relajación natural, podrían ayudar con esta relajación al inicio del parto.
5. Algunas especias, como el orégano y la albahaca
Se han relacionado a lo largo de los años con la estimulación de las contracciones del útero cuando se consumen en cantidades elevadas. De hecho, el tradicional plato italiano ‘melanzane alla parmigiana’, que básicamente podría definirse como una lasaña de berenjenas, se consume al final del embarazo por su capacidad para inducir el parto. De manera natural, y al igual que pasaba con la bromelina de la piña, es altamente improbable observar efecto alguno con las cantidades que se utilizan para condimentar los platos.
6. El regaliz negro
Es capaz de estimular la producción de prostaglandinas gracias a su contenido en glicirricina. Grandes cantidades de este compuesto, sin embargo, además de aumentar la incidencia de partos pre-término, pueden causar serios episodios de diarrea.
Otros métodos naturales que pueden ayudar a que la mujer se ponga de parto
Además de la alimentación, existen otros métodos naturales que se han transmitido de madres a hijas durante generaciones para estimular el comienzo del parto. ¿Quieres conocerlos?
– El ejercicio físico, ya que la gravedad ayuda a que el feto se coloque en la parte baja del útero.
– El sexo, debido a las prostaglandinas del esperma.
– La estimulación de los pezones, que provoca una liberación de oxitocina, la hormona relacionada con las contracciones del útero y con la maduración de su cuello, algo necesario para el comienzo del parto