el equilibrio en niñosLos ejercicios para mejorar el equilibrio de los niños ayudan a conservar la estabilidad y a permanecer en una postura adecuada. Para que sean eficaces, hay que practicarlos de forma estática y en movimiento, con los ojos abiertos y cerrados. Del buen desarrollo de esta capacidad depende que puedan desarrollar habilidades motrices más complejas.

El equilibrio se puede ejercitar a través de actividades para lograr que el cuerpo se posicione mejor en el espacio. Los siguientes son algunos ejercicios que se pueden desarrollar con niños de diferentes edades.

Los más efectivos ejercicios para mejorar el equilibrio de los niños

1.- Equilibrio en un solo pie

Haz que el niño se ponga con un pie en el suelo y el otro sobre un banquito de su tamaño. Es la actividad más sencilla para mejorar el equilibrio en un solo pie y puede modificarse para hacerla cada vez más difícil.

En vez de una superficie estable como un banco, reemplázala por una pelota en la que sea más complicado sostenerse.

2.- Tablas de balanceo

Una tabla de balanceo o equilibrio es una superficie de plástico o madera que tiene una forma curva por debajo. Con un pie en cada extremo de este implemento, el niño debe intentar conservar la estabilidad. El solo hecho de permanecer unos segundos erguido será un gran logro para el pequeño.

3.- Caminata sobre cintas

Pega dos líneas de cinta de color sobre el suelo para simular una barra de equilibrio. En los primeros intentos, ubícalas a una distancia de unos quince centímetros para que tenga un margen más ancho.

Luego, para aumentar el nivel de dificultad deja solamente 10 centímetros entre ellas. El niño debe caminar por el espacio entre las cintas y, si toca una de ellas, volver al inicio de la ruta.

Una vez que el niño supere este reto, coloca una barra de madera que esté elevada sobre el piso. Para evitar accidentes, pon una superficie acolchada (una alfombra o colchoneta) que lo reciba de forma segura en caso de una caída.

4.- Rayuela

Este tradicional juego es un maravilloso ejercicio para mejorar el equilibrio de los niños y pasar un rato divertido en familia. Traza la figura con líneas y pídele a tu hijo que haga todos los saltos y movimientos con un solo pie. Puedes hacer variaciones usando ambas extremidades o alternándolas cuando tú lo indiques.

5.- Balance en el trampolín

En un trampolín instalado a una altura segura para el niño, invítalo a pararse sobre un pie en el extremo. Para exigirles un poco más de esfuerzo, haz que otra persona camine a lo largo de la superficie y que el pequeño conserve su postura. Es una actividad adecuada para el desarrollo físico y también puede ser muy divertida.

6.- Pelotas de gimnasia

Otra excelente actividad para ejercitar el equilibrio del niño es sentarlo sobre una pelota de gimnasia. El reto es que no puede poner los pies sobre el suelo. Si le resulta muy fácil, proponle realizar otra tarea mientras conserva esa posición. Un buen ejemplo sería un juego de mesa mientras permanece sobre la bola.

7.- Montar en bicicleta

Sin duda, una de las actividades que más contribuye a mejorar el equilibrio de los niños es montar en bicicleta. Haz que empiece con un nivel de complejidad bajo y que use las que tienen ruedas de apoyo.

Una vez que se haya apropiado de movimientos para desplazarse y sientas que está listo para el siguiente paso, retíralas. Tendrás que estar ahí para sostenerlo al principio pero cuando se sienta seguro podrá hacerlo por sí mismo.

Para desarrollar adecuadamente el equilibrio dinámico y estático y ayudar al niño a ubicarse espacialmente, modifica todas estas actividades. La forma más sencilla de hacerlo es pedirles que cierren los ojos al ejecutarlas.

Estas sencillas actividades se pueden poner en práctica tanto en casa como en la escuela. Con ellas, garantizarás que tu hijo desarrolle una de las habilidades motrices básicas para su crecimiento. Recuerda que la dimensión física interviene directamente en las bases cognitivas.

Y en el caso de los bebés

Además de estos 7 ejercicios señalados, existen otras alternativas para trabajar el equilibrio si se tratase de un bebé. En este caso, puedes balancearlo en tus brazos o sentados en una mecedora y ayudarlo a adoptar distintas posiciones, siempre adecuadas a su edad y según la pauta del pediatra.

Utilizar el portabebés tipo canguro también es un buen recurso para practicar la posición vertical, de igual modo puedes probar, sentados en el piso, a levantarlo tomándolo por las axilas para estimularle el reflejo de la marcha. Y si ya está dando sus primeros pasos, le haría bien caminar descalzo por suelos irregulares como la arena de la playa o el césped.