La leche materna es esencial para el correcto desarrollo del bebé en sus primeros meses de vida: no solamente le aporta los nutrientes necesarios para su crecimiento, sino que refuerza el vínculo entre madre e hijo que tanta seguridad aporta al pequeño. Por ello, cada vez son más las madres que optan por la lactancia prolongada. Pero, ¿qué beneficios nos aporta amamantar más allá del año?
La lactancia materna prolongada se asocia a una gran cantidad de beneficios tanto para la madre como para el pequeño. Además, estudios han demostrado que el destete no es más complicado, por mucho que se alargue esta práctica. Por este motivo, los profesionales aconsejan que sean las madres las que tomen la decisión de alargar la lactancia y que lo hagan en función de su situación personal.
1. Nutrición más equilibrada
La leche materna es el mejor modo de alimentar a nuestro bebé, pues le ofrece todo cuanto necesita para su crecimiento y desarrollo. De hecho, se ha demostrado que la composición de la leche materna va cambiando a lo largo de los meses (y años) para adaptarse a las necesidades nutricionales del bebé. Así, desde el punto de vista de la nutrición infantil, no hay inconvenientes a la hora de alargar el período de lactancia siempre y cuando la madre decida hacerlo y cuente con el apoyo suficiente de su entorno.
2. Mejora la inmunidad
Durante la lactancia, los anticuerpos de la leche materna, así como sus células y hormonas, refuerzan el sistema inmunitario del bebé. Así, son muchas las enfermedades que se pueden prevenir con esta práctica, incluso cuando hablamos de proteger y reforzar el sistema inmune de los bebés mayores de un año. De este modo, un bebé alimentado con leche materna tiene menos riesgos de desarrollar alergias, infecciones y enfermedades en la piel. Del mismo modo, también tendrá menos riesgo de padecer enfermedades respiratorias, obesidad y sobrepeso y caries en los dientes. Por último, es importante destacar que también se reduce el riesgo del Síndrome de muerte súbita del lactante.
3. Mejora la salud de las madres y previene enfermedades
Optar por la lactancia prolongada también es favorable para las madres. No solamente se recuperan antes del parto, sino que investigadores han demostrado como las mamás que amamantan más allá del año gozan de una mejor salud: les es más fácil bajar y mantener el peso saludable, así como también demora los períodos menstruales.
Así mismo, también se ha podido comprobar que la lactancia materna prolongada reduce significativamente el riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario, así como las probabilidades de sufrir artritis reumatoide, presión arterial alta, diabetes y enfermedades cardíacas.
4. El vínculo afectivo madre e hijo se solidifica
La lactancia, además de proveer al bebé de los nutrientes que necesita para crecer, también tiene un gran efecto sobre el vínculo afectivo entre madre e hijo. De esta manera, cuando una mamá opta por una lactancia prolongada, consigue que este vínculo se refuerce mucho más; este momento representa un estallido de felicidad y amor por parte de la madre, lo que conduce al bienestar materno.
5. Se crea un apego sano
El apego afectivo de los niños es una de las conductas que más se deben reforzar para que estos se sientan seguros y desarrollen una buena autoestima. Este apego sano empieza su desarrollo desde los primeros días de vida del bebé a través de los mimos, las caricias y, sobre todo, de la lactancia.
6. Mejor desarrollo emocional y psicosocial del niño
De acuerdo con el Comité de Lactancia Materna de la AEP (Asociación Española de Pediatría), la lactancia materna también afecta al desarrollo emocional y psicosocial del niño. Así, se ha podido comprobar que a cuanto más se extienda la lactancia materna, mejor será la relación con los padres y la salud mental también se verá beneficiada a largo plazo. Además, también se ha descrito una menor incidencia en el maltrato infantil a cuanto más se alargue la lactancia.
Complicaciones de amamantar más allá de un año
Los beneficios de la lactancia prolongada son muchos y están más que demostrados, aunque esta práctica no está libre de complicaciones si tenemos en cuenta el tiempo que esta requiere. Así, una mamá que no tenga obligaciones laborales, lo tendrá más fácil a la hora de amamantar al bebé durante más tiempo. Sin embargo, aquella que deba cumplir con un horario laboral fuera del entorno familiar, se encontrará con dificultades a la hora de satisfacer las demandas del bebé. Por este motivo y en estos casos, es aconsejable seguir la pauta de introducción de alimentos sólidos y dejar la lactancia materna como un complemento.