¿Qué es el vitiligo?
El vitiligo es un trastorno crónico de la pigmentación de la piel que se produce por la pérdida progresiva de los melanocitos (o células pigmentarias) y por una alteración en su función. Este fenómeno da como resultado la formación de áreas de tejido cutáneo más claras, que con el transcurso del tiempo pierden completamente el color.
Algunos estudios concluyen que la mitad de las personas con vitiligo manifiestan la patología antes de los 20 años, y que el 25 % de estas lo hace antes de los 8 años. No obstante, no se ha demostrado que la patología muestre mayor incidencia según el sexo, la raza o la edad.
Síntomas del vitiligo en niños
Como hemos dicho antes, el vitiligo se caracteriza por la presencia de máculas blancas de tamaño y forma variable, que no provocan síntomas. En la mayoría de los casos se localizan en los pliegues corporales, en las áreas peri orificiales y en las zonas más expuestas al sol.
No obstante, también pueden afectarse otras partes del cuerpo, ya sea sobre la superficie cutánea como mucosa. Por ejemplo, algunas personas pueden presentar áreas hipopigmentadas a nivel de los oídos, los ojos, el cerebro, los pulmones y el corazón.
En raras ocasiones, los niños pueden tener alteración de los melanocitos de los folículos pilosos y esto se pone de manifiesto a través de pelos sin color o despigmentados.
También, se pueden desarrollar nuevas lesiones luego de sufrir traumatismos en la piel y esto se conoce como fenómeno de Köebner.
Cabe remarcar que vitiligo en los niños puede representar un trauma psicológico importante, tanto para ellos como para sus padres, lo que se traduce en una mala calidad de vida de todo el grupo familiar.
¿Cuáles son las causas más comunes?
Existen varias hipótesis para intentar explicar la causa del vitiligo, pero la más relevante sugiere una combinación de factores inmunológicos y genéticos que provocan la destrucción de los propios melanocitos. Por este motivo, se considera que esta enfermedad es autoinmunitaria.
Además de los factores genéticos, también existen diferentes factores ambientales que pueden desencadenar la patología:
- Estrés físico: accidentes, intervenciones quirúrgicas, enfermedades graves.
- Desnutrición.
- Factores endocrinos, como el embarazo.
- Factores químicos: fenoles, tioles, mercaptoaminas, quinonas o derivados.
- Quemaduras solares.
- Infecciones interrecurrentes e ingesta repetida de antibióticos.
Tratamientos para el vitiligo en niños
El objetivo de toda opción terapéutica es restaurar la apariencia, la morfología y la función normal de la piel.
Los tratamientos del vitiligo en los niños se los suele dividir en médicos y en quirúrgicos. A su vez, existen dos instancias de intervención:
- La fase inicial, para detener la progresión de la patología.
- La etapa de estimulación de la pigmentación de las máculas.