Las conchas recolectoras de leche materna son un producto especialmente diseñado para mujeres que tienen pezones invertidos, con dolor o que tienden a gotear mucha leche. Estas conchas estás formadas por dos partes , son generalmente hechas en silicona o plástico y su uso es básicamente ponerlas en los pechos como una especie de contenedores.
- La primera parte es un anillo redondo que se coloca sobre la areola (el área más oscura alrededor del pezón). Tiene un agujero en el centro por donde el pezón puede sobresalir. Esta parte aplica una suave presión en la base del pezón, pero no debería de doler.
- La segunda parte es una pieza con forma de cúpula que se ajusta sobre el anillo inferior. Cumple dos propósitos: proteger el pezón y recoger cualquier leche materna que pueda filtrarse mientras se usan las conchas de lactancia.
Razones por las cuáles se usan las conchas recolectoras de leche materna
- Para proteger pezones sensibles y agrietados: Crean una barrera entre el pezón y el sostén de lactancia o la ropa, evitando que rocen y permitiendo que los pezones sanen más rápido.
- Contribuyen a la recuperación de los pezones: Al prevenir el dolor y la irritación, las conchas recolectoras de leche pueden favorecer una curación rápida del dolor en los pezones.
- Alivio de la inflamación de senos: La ligera y constante presión de las conchas de lactancia sobre el pezón puede ayudar a drenar lentamente algo de leche materna, lo cual puede aliviar la congestión e hinchazón.
- Prevenir los derrames de leche: Las conchas pueden evitar filtraciones y proteger la ropa de manchas.
¿Qué precauciones debo tener al usar una concha de lactancia?
Siempre debes retirar las conchas recolectoras de leche antes de amamantar a tu bebé. Además, las bacterias y los hongos pueden crecer en áreas cálidas, oscuras y húmedas. La leche materna que se filtra en las conchas de lactancia puede contaminarse con estos organismos. Por lo tanto, no debes guardar ni alimentar a tu bebé con la leche materna que recolectes en las conchas de lactancia entre las tomas.
Si tienes sensibilidad en los pezones y usas conchas de lactancia de plástico para pezones invertidos, retíralas después de treinta minutos, ya que pueden conservar la humedad. También, evita las almohadillas de lactancia de plástico por la misma razón.
Siempre mantén tus senos y las conchas de lactancia limpias y secas para prevenir algunos de los problemas comunes de la lactancia, como erupciones, pezones sensibles, candidiasis y mastitis. Las conchas de lactancia son fáciles de limpiar. Lávalas con agua tibia y jabón todos los días y asegúrate de que se sequen completamente.
No hay suficientes pruebas médicas que respalden el uso de las conchas recolectoras de leche para intentar sacar el pezón invertido. Existen preocupaciones de que recomendar su uso durante el embarazo pueda dar a entender erróneamente que la lactancia materna será difícil cuando no necesariamente sea así.
No es recomendable que tu bebé beba la leche recolectada en estas conchas
Es fundamental que sepas que la leche allí recogida no es nada recomendable darla al bebé ya que luego de mucho tiempo de estar ahí puede llegar a dañarse, porque el ambiente cálido favorece el crecimiento de bacterias. La leche extraída de los aditamentos recolectores es de pésimas condiciones y con bacterias.
Si el problema es de goteo, la sobre-estimulación que causan estos aditamentos contribuyen a empeorarlo porque se usan para recoger la leche, pero el permanente roce, hace que la zona se estimule más y por ende, gotee más. Es como un círculo vicioso.
La leche que el bebé toma directamente del pecho es la mejor, en caso de necesitar extraerse, la mejor leche es la que más pronto se enfría. Por otro lado, la leche que se recolecta en conchas, tiene poca grasa y es menos apropiada por ejemplo para los prematuros que la leche que se obtiene con una extracción profunda.