mamá embarazada con otro bebéSi eres madre, debes saber que tener un hijo es un reto y una responsabilidad gigante. Entonces, entrar a pensar en tener no uno, sino 2 hijos también es un momento de reflexión ya que es una decisión importante que pone muchas cosas en juego. Es fundamental realizarse preguntas y ser muy sincera ya que de esto dependen muchos factores familiares.

En muchas ocasiones decidir tener o no otro hijo es un a tarea compleja ya que cada experiencia en cuánto a embarazo, parto y crianza es diferente, si por algún motivo no ha sido lo que esperabas y no te has sentido completamente bien, lo ideal sería que esperaras un tiempo prudente para pensar en embarazarte nuevamente.

Qué debes tener en cuenta al momento de pensar tener un hijo más:

La salud mental de mamá
Definitivamente el estado en el que se encuentra mamá es fundamental, muchas veces nos convertimos en madres y olvidamos nuestra propia identidad, dejamos de ser prioridad, nos descuidamos física y emocionalmente. Si crees que ya has superado esta etapa y te sientes plena y feliz contigo misma y con lo que haces como mamá y como persona, entonces probablemente estés preparada para tener otro hijo. La experiencia de la maternidad pasada debe ser un aprendizaje para iniciar un nuevo camino, porque cuando llega otro miembro en la familia, todo cambia y se vuelve a empezar, comienza una nueva realidad.

Además de tener todo esto presente, el deseo materno también es importante aunque existen otros factores externos que no se pueden dejar de lado: la estabilidad económica, tener trabajo, sentirse bien con uno mismo y el entorno, tener la posibilidad de disfrutar de una buena conciliación laboral y familiar, etc.

Qué debes preguntarte antes de pensar en embarazarte de nuevo

Una vez que has reflexionado todo lo anterior, entonces habrá llegado el momento de hacerte algunas preguntas y responderlas en tu interior de forma sincera:

  • ¿Por qué quiero tomar esta decisión?
  • ¿Cuál es la principal razón que me hace querer ser madre de nuevo?
  • ¿Estoy dispuesta a pasar por todo el proceso de nuevo (embarazo, posparto, noches en vela, crianza) incluso aunque se presenten dificultades?

Contestar a estas preguntas de manera sincera es importante porque aunque es cierto que la maternidad compensa, también habrán ocasiones en las que te sientas sobrepasada y es natural y totalmente normal. Cuando el ritmo de vida comienza a ser exigente y no te sientes a la altura puedes comenzar a notar cierto conflicto interno con lo que se conoce como la “maternidad real”, esa que nada tiene que ver con la que teníamos en nuestra mente.

Es en estos momentos es cuando aparecen las autoexigencias, las culpas, el sentimiento de no dar suficiente o de que no se llega a todo, y también: que no somos capaces. Pero sí lo somos, porque en realidad las madres somos perfectamente imperfectas… ser madre es una decisión importante que debes tomar reflexionando desde lo más hondo de tu corazón.

  • Mira la vida desde otra perspectiva y valorar si tu situación es la más adecuada para ser madre de nuevo.
  • Potencia tu cuidado personal y hazlo como una prioridad en tu vida. Debes de tener tiempo de calidad siempre (pasear a solas, darte un baño, meditar, etc). Cualquier actividad para ti por pequeña que parezca te permitirá tener tiempo de conexión contigo misma.
  • Ten una tribu. Esto significa tener a otras madres cerca para sentirte apoyada y comprendida (es necesario para tu salud mental).
  • Mantén una buena comunicación con tu pareja o las personas que conviven contigo en el hogar para poder mostrar tus sentimientos en cada momento y tener una crianza compartida.

¿Querer otro hijo para que el hijo mayor tenga un hermanito?

Este pensamiento es más común de lo que pensamos y se utiliza como prioritario para tener otro hijo. En realidad no debe ser el planteamiento principal y se debe tener todo lo anterior en cuenta para tomar esta importante decisión. No cedas a la presión y estereotipos de la sociedad en cuanto a las connotaciones negativas de los hijos únicos puesto que son creencias culturales sin fundamento.

Tanto si quieres volver a ser madre como si no, es tu decisión y es completamente respetable. No debes sentirte culpable ni egoísta por la decisión que tomes. Medita bien la decisión e independientemente de la que tomes, si lo has pensado y sopesado correctamente, te sentirás bien.