anorexia del lactanteLa alimentación y los habitos en torno a ella, son claves en el desarrolo y crecimiento del niño, así como para una construcción de un vínculo de apego efectivo con mamá y papá u otros miembros cercanos durante la primera etapa.

La anorexia infantil es la ausencia de apetito que hace que el bebé sienta rechazo a la mayoría de los alimentos. Cuando esto ocurre, el bebé se niega a comer de manera activa o pasiva. Es decir, puede girar la cabeza al ofrecerle el alimento, llorar y alejarlo o luego de tenerlo en la boca escupirlo. El tratamiento para estp dependerá principalmente de la causa que originaron la condición. En la mayoría de los casos el tratamiento se hace con la ayuda de un pediatra, gastroenterólogo, psicólogo, logopeda, entre otros especialistas.

Algunas situaciones agudas, como la anorexia secundaria a una infección, se resolverán generalmente sin tratamiento siempre que actuemos correctamente (respetando las señales de hambre y saciedad del niño, ofreciendo diferentes alimentos pero sin forzar… ). En otros casos, se resolverá tratando el problema de base, por ejemplo, eliminando el fármaco que causa anorexia como efecto secundario, o tratando el reflujo gastroesofágico. Existen otras situaciones, especialmente situaciones crónicas, prolongadas en el tiempo, en las que el tratamiento puede ser más complejo.

  • Tratamiento dietético. Se deben ofrecer alimentos variados, cocinados de diferentes formas y con presentaciones atractivas. Los padres somos responsables de ofrecer alimentos saludables, pero tampoco conviene restringir tajantemente los insanos, pues esto aumenta su atractivo. Podemos priorizar aquellos alimentos que le gusten e ir introduciendo progresivamente nuevos.
  • Manejo del comportamiento alimentario. Es fundamental respetar el hambre y saciedad de los niños, ofrecer sin obligar. No debemos emplear ningún método para que coman más: el avión, una por mamá y otra por papá… Poner la televisión o tablet mientras se come no es, en absoluto, buena idea.  Siempre que sea posible, debemos comer en familia, pues los niños aprenden con el ejemplo; y debemos tratar de hacer del momento de la comida un momento social, de disfrute en familia, relajado.
  • Evitaremos mostrar ansiedad delante del niño, o insistir. Tras un tiempo prudencial de comida (por ejemplo, treinta minutos), si manifiesta que no quiere comer más y que ha terminado, retiraremos los platos sin comentar nada.
  • Tratamiento con medicamentos y suplementos. Existen algunos estimulantes del apetito cuyo uso se reserva para situaciones graves (malnutriciones severas), pues no están exentos de efectos adversos.  Los suplementos vitamínicos no están indicados salvo que se detecte un déficit concreto de una vitamina. De igual manera, sólo suplementaremos con hierro si se comprueba que el niño/a tiene ferropenia.

¿Cómo prevenir la anorexia del lactante?

Será muy importante identificar cuáles son las causas de esta anorexia y, de esta manera, combatirla. Durante esos primeros meses de alimentación habrá que tener mucha paciencia y, además, comprender que no todos los niños se adaptan de la misma forma a las texturas de los alimentos. Además, si el problema comienza con la introducción de la alimentación complementaria habrá que consultarlo con un especialista.

Consejos para padres de niños que padecen anorexia del lactante:

Al atender las anteriores causas puedes hacerte una idea de cómo prevenir y combatir la anorexia del lactante. No obstante, estas son las recomendaciones principales:

  • No obligues al bebé a comer: procura respetar sus señales de hambre y saciedad. Es posible que se rehúse a alimentarse por enfermedad o simplemente porque no lo necesita en ese momento.
  • Mantén la calma y la serenidad: recuerda que los niños perciben y se ven afectados por el estado de ánimo de sus padres. Si tú estás angustiada, ansiosa o irritable, esto se traspasará a tu bebé.
  • Inculca hábitos alimentarios positivos: evita las pantallas y otras distracciones para que tu hijo coma. Tampoco caigas en el error de ofrecerle múltiples alimentos hasta que acepte uno. Esto solo empeorará su alimentación y su relación con la comida a largo plazo.
  • Haz de la comida una experiencia agradable: procura ofrecer el alimento en presentaciones atractivas y con la textura y la temperatura adecuada. Además, evita cargar el momento de la comida de tensión, exigencias y conflicto.
  • Ofrece una crianza de calidad: se ha visto que estos niños necesitan una mayor calidad en las interacciones con sus padres. Esto se debe entender por esto mayor dedicación, comprensión, paciencia y respeto.