Todos llevamos dentro el niño que fuimos. Cuidar al niño interior es de vital importancia para la mejora emocional y para mantener una sana autoestima. Casi todos en la infancia hemos tenido heridas emocionales y, si no las solucionamos en su momento, el niño interior estará dañado. Ahora podemos intentar comprender lo que le pasa para sanarlo.
Tu niña interior es aquella versión de nosotras mismas que aún guarda heridas emocionales adquiridas en la infancia. Es la niña que fuimos alguna vez, que experimentó situaciones dolorosas, las cuáles con el paso del tiempo siguen causando afectaciones en la vida adulta. Del mismo modo, estas heridas emocionales pueden llegar a afectar nuestra capacidad de amor hacia nosotras mismas y hacia los demás, incluyendo a nuestros hijos. Aparte de esto, también pueden llevarnos a tratar de evadir situaciones en la crianza de nuestros hijos porque nos transportan a etapas dolorosas. Por todo esto, es muy importante tratar de sanar heridas emocionales que existan en nuestra niña interior, antes de convertirnos en mamá.
Sanar a tu niña interior no es fácil, necesitas tiempo y dedicación
Sanar a la niña interior empieza por tomarse el tiempo necesario para reflexionar sobre nuestra infancia y las experiencias que nos afectaron emocionalmente. Además, implica reconocer el dolor que sentimos y aprender a manejarlo de manera saludable.
#1 Acepta tus emociones
Acepta que tienes emociones negativas encerradas y que está bien sentirse triste, enojada, frustrada. No te juzgues a ti misma y no te culpes por sentir lo que sientes. Esta aceptación de las emociones debe predominar en nuestras vidas para ser felices y sentirnos completas.
#2 Escribe sobre tus emociones
Escribir sobre tus emociones puede ser una manera efectiva de procesarlas. Puedes escribir en un diario, hacer una lista de cosas que te hacen sentir bien o escribir una carta a tu niña interior. La escritura puede ayudarte a liberar tus emociones y ver las cosas desde una perspectiva diferente.
#3 Busca ayuda profesional
Si tienes dificultades para sanar a tu niña interior, considera buscar ayuda profesional. Un terapeuta será de gran ayuda a la hora de explorar tus emociones y encontrar maneras saludables de manejarlas.
#4 Practica la meditación
La meditación también es una forma efectiva de conectarte contigo misma, un proceso necesario para reencontrarnos con esta niña que llevamos dentro. Dedica unos minutos al día a meditar y a enfocarte en tu respiración. Visualiza a tu niña interior y envíale todo tu amor y compasión.
#5 Realiza actividades de tu agrado
Haz cosas que te gusten y te hagan sentir bien contigo misma. Esto puede incluir actividades como pintar, bailar, hacer yoga o, simplemente, disfrutar de un baño relajante. Al hacer cosas que nos hacen sentir bien, nutrimos a nuestra niña interior y la ayudaremos a sanar sus heridas emocionales.
¿Porqué es tan importante sanar la niña interior antes de convertirse en mamá?
Sanar a tu niña interior antes de la maternidad puede tener muchos beneficios para ti y para tu futuro hijo:
-Te permite amarte a ti misma
Cuando sanas a tu niña interior, aprendes a amarte a ti misma y a aceptarte tal como eres. Esto es importante porque para ser una buena madre, debes amarte a ti misma primero.
-Te ayudará a ser más compasiva
Al sanar a tu niña interior, aprendes a ser más compasiva contigo misma y con los demás. Esto te ayuda a ser una madre más amorosa y comprensiva.
-Manejarás mejor el estrés
Sanar a tu niña interior también te ayudará a manejar mejor el estrés. Las heridas emocionales pueden ser una fuente de estrés constante; sin embargo, si aprendes a manejarlas, podrás reducir el estrés en tu vida y estarás más disponible para tu hijo.
-Podrás establecer límites saludables
Cuando sanas a tu niña interior, aprendes a establecer límites saludables. Esto es fundamental cuando se trata de la crianza, ya que los niños necesitan límites para sentirse seguros y protegidos.
-Serás un modelo a seguir para tu hijo
Al sanar a tu niña interior, estás estableciendo un ejemplo para tu hijo de cómo manejar las emociones y enfrentar las dificultades de la vida. Esto puede ayudar a tu hijo a desarrollar una mayor resiliencia y a manejar mejor las situaciones difíciles.
Cómo aplicar lo aprendido en la maternidad
Una vez que hayas sanado a tu niña interior, es importante que apliques lo que has aprendido en todo este proceso como mamá:
#1 Sé compasiva contigo misma
Recuerda ser compasiva contigo misma y no te juzgues demasiado duro. La maternidad puede ser difícil, y es normal sentirse abrumada o insegura en ocasiones.
#2 Aprende a comunicarte con tu hijo
Aprender a comunicarse efectivamente con tu hijo es una parte crucial de la maternidad. Al sanar a tu niña interior, has aprendido a expresar tus emociones de manera saludable, lo que puede ayudarte a comunicarte mejor con tu hijo.
#3 Establece límites saludables
Establecer límites saludables es esencial en la crianza. Asegúrate de establecer límites claros y consistentes para ayudar a tu hijo a sentirse seguro y protegido.
#4 Siempre presente y amorosa
Recuerda estar presente y amorosa con tu hijo. Dedica tiempo a jugar con él, hablar con él y abrazarlo. Esto ayuda a fortalecer el vínculo entre madre e hijo.
Sanar a tu niña interior antes de la maternidad tendrá un impacto positivo en tu vida y en la vida de tu futuro hijo. Al sanar las heridas emocionales de tu infancia, puedes ser una madre más amorosa, compasiva y presente. Si tienes dificultades para sanar a tu niña interior, no dudes en buscar ayuda profesional. Al hacerlo, estarás estableciendo las bases para una maternidad saludable y positiva que te permitirá crear vínculos afectivos sanos con tus futuros hijos.