Antes de ser madre, nadie sabe a ciencia cierta lo que significa serlo. A menudo vemos en la tele o en los medios esa maternidad ideal en donde todo es amor en colores pasteles, mucho orden y control. Sin embargo, la realidad que transita una mujer que se convierte en madre es todo eso, más otras muchas experiencias. Todas a la vez, desordenadas e impredecibles.
Estamos acostumbrados a ver, que para ser “buena madre”, se debe alcanzar la perfección y el control en los detalles, pero para las que los somos, sabemos que nada más alejado de la realidad que ese modelo. Muchas veces no estamos seguras si lo que hacemos está bien. Los consejos de nuestros allegados abundan y abruman y muchas veces seguir tu instinto es lo que termina funcionándote.
Los medios nos venden este concepto de que las madres lo saben todo, todo lo pueden. Son omnipotente. Que nos va a salir bien, que vamos a poder, y con el correr del tiempo y los contratiempos cambiamos esa idea de omnipotencia por otra de fortaleza, más realista. Aprendemos a disfrutar en esa montaña rusa de estados y emociones. Nos adaptamos a los cambios y a los saltos, con mucho amor, confianza y un poco de suerte.
La maternidad idealizada
Si no tienes sobrinos o alguna amiga que haya sido madre, quizás tu única referencia acerca de cómo es la maternidad es aquella que vemos en los medios, llámese películas, series de televisión o revistas. Actualmente con el uso de las redes sociales y el aumento de las celebridades que se convierten en madres, para muchas mujeres la maternidad podría parecer color de rosa.
La maternidad real
¿Y cómo es la maternidad “real”? En realidad, no existe un tipo de maternidad que sea la verdad absoluta, pues cada mujer vive la maternidad de manera diferente, única y especial. Pero definitivamente sí existe una enorme diferencia entre lo que vemos en los medios y la vida “real”, lejos de toda pose y en el día a día.
La maternidad real está llena de buenos y malos momentos, de abrazos y risas pero también de pañales con popó explosiva. En la vida de una madre se podría decir que todo puede pasar, pues a diferencia de lo que parece en esas dulces imágenes de Instagram, los niños son impredecibles, especialmente en esa etapa en la que están aprendiendo a conocer y manejar sus emociones.
Tips importantes para no caer en una maternidad idealizada
#1 no creer todo lo que ves en las redes sociales
Las redes sociales muestran algo que no tiene que ver nada con lo que ocurre en el mundo real. Es importante no valerse de las redes sociales como guía a la hora de criar a los hijos. Dejarse llevar por lo que ponen las redes sociales puede resultar peligroso en lo que se refiere a la maternidad.
#2 solo presta atención a información útil y real
No todo lo que se muestra en internet es malo y hay cuentas que pueden ayudarte a la hora de ser madre. Hay que saber filtrar la información y elegir aquellas cuentas que muestran la realidad y que pueden ayudarte en diversos aspectos de la maternidad. Todo tipo de ayuda es bienvenida y buena para conseguir que la crianza de los hijos sea la mejor posible.
#3 Diálogo interior
El diálogo interior con uno misma es bueno a la hora de llevar bien la maternidad. Debe tratarse de un diálogo sano y positivo para conseguir que el ser madre sea algo maravilloso y redunde en beneficio del pequeño.
#4 Habla acerca de la maternidad de forma directa
Es bueno el hablar abiertamente sobre la maternidad con familiares y amigas para recibir cierta información que pueda ser útil a la hora de ser madre. El escuchar a otras madres es bueno a la hora de concebir la maternidad como algo real y no como algo que debe ser idealizado. Recibir información de primera mano y real es algo que siempre viene bien en lo que se refiere a la crianza de los hijos.
#5 Trata de tener contacto directo con otros bebés antes de decidir ser mamá
A la hora de alejarse lo máximo posible de la idealización de la maternidad, sería una buena ideal el mantener cierto contacto con otros bebés. Esto te ayudará a tener una visión mucho más real de lo que comprender ser madre.
La maternidad perfecta no es real
Recuerda que la maternidad perfecta o idealizada no existe. Esto es algo que está presente en la sociedad pero que se aleja de la realidad. En la crianza de los hijos es bueno el equivocarse y el cometer errores ya que es algo que redunda de manera positiva tanto para el niño como para la madre.
Lo realmente importante en la maternidad real es la de cubrir las diferentes necesidades que pueda tener el pequeño y quererlo para que pueda sentir en todo momento el amor de su madre. Los hijos quieren que su madre sea lo más real posible, con sus virtudes y sus defectos. Un madre de verdad es aquella que lucha a todas horas por el bienestar de sus hijos.
En conclusión, a pesar de lo que pueda creer una parte importante de la sociedad, la madre perfecta no existe. Hay que alejarse de la idealización de la maternidad que se produce en las redes sociales y centrarse por completo en el bienestar de los hijos. No hay que hacerlo todo bien a todas horas ya que es normal el equivocarse en la crianza de los hijos. Hay que saber disfrutar en todo momento de la maternidad para que se trate de un viaje único y maravilloso que perdure en el recuerdo de ambos.