Tu hijo de 4 o 5 años grita y se agita en medio de la noche con los ojos cerrados? parece aterrorizado, pero no responde cuándo le preguntas qué le sucede? Es probable que esté pasando por un terror nocturno. Cabe resaltar que los temores nocturnos son diferentes a las pesadillas y, por lo general, no suelen ser preocupantes. Sin embargo, el solo hecho de tener que experimentar estos sucesos resulta horrible para los padres. Continúa leyendo si deseas saber qué son, cuáles son sus causas y cómo puedes ayudar a tu pequeño si sufre estos episodios.
Los terrores nocturnos suceden con más frecuencia en los niños pequeños y los niños en edad preescolar y ocurren durante el ciclo más profundo del sueño. El sueño más profundo ocurre temprano en la noche, con frecuencia antes de que los padres se vayan a dormir. Durante un terror nocturno, su niño puede:
- Llorar sin control
- Sudar, temblar o respirar con rapidez
- Tener una mirada aterrorizada, confusa o los ojos vidriosos
- Gritar, votar cosas, patear o tener una mirada ausente
- No reconocerlo o caer en cuenta que usted está ahí
- Tratar de empujarlo, especialmente si usted trata de abrazarlo
Aunque los terrores nocturnos pueden durar hasta 45 minutos, la mayoría son mucho más cortos. La mayoría de los niños se vuelven a dormir después de un terror nocturno porque en realidad no se han despertado. Al contrario del caso de las pesadillas, un niño no recordará un terror nocturno.
¿Qué puedes hacer?
- Manten la calma. Los terrores nocturnos son a veces más aterradores para los padres que para el niño.
- No trates de despertar al niño.
- Cerciórate de que el niño no se puede hacer daño. Si trata de salirse de la cama, intenta detenerlo con delicadeza.
- Recuerde, después de corto lapso su niño probablemente se relajará y volverá a dormirse. Si su niño sufre de pesadillas, asegúrese de decírselo a su niñera de qué se tratan y qué pueden hacer al respecto. Si las pesadillas continúan, habla con el médico del niño.
Has un seguimiento de los sueños
Si estás preocupada debido a los hábitos del sueño de su niño, consulta con tu médico. Lleve un diario de los sueños para ayudar a hacer un seguimiento del problema de su niño, incluyendo los siguientes datos:
- Dónde duerme el niño
- Cuántas horas duerme durante la noche
- Qué necesita para dormirse (por ejemplo, un juguete favorito o una manta)
- Cuánto tiempo le toma dormirse
- Qué tan a menudo se despierta durante la noche
- Qué hace usted para consolarlo o hacerlo sentir mejor cuando se despierta durante la noche
- La hora y la duración de las siestas durante el día
- Cualquier cambio o estrés en el hogar
Debes anotar esta información durante 1 o 2 semanas y llevarlo a ver a un especialista. Recuerda que los problemas de sueño son más comunes de lo que creemos en los niños y con la ayuda de un especialista pueden ceder por completo.
¿A qué edad comienzan los terrores nocturnos?
Algunos padres se preguntan si los bebés pueden tener terrores nocturnos. Normalmente, suelen ocurrir en niños más mayores (entre 4 y 12 años). Aunque se han registrado casos raros de terrores nocturnos en bebés de hasta 18 meses, es muy poco probable que a esa edad experimenten este patrón. Algunos niños experimentan solo un terror nocturno, mientras que otros experimentan varios. No obstante, estos episodios dejan de producirse a medida que madura el sistema nervioso. Es poco común que un niño tenga terrores nocturnos frecuentes durante un periodo de tiempo muy largo. Por lo tanto, si notas que suceden con frecuencia, te recomendamos consultar al pediatra para que te aconseje.
Cuále son las causas de los terrores nocturnos en niños
Los terrores nocturnos pueden aparecer cuando el sistema nervioso central de un niño se excita demasiado durante el sueño. Suelen ocurrir mientras duerme sin soñar, normalmente durante las dos horas posteriores a irse a la cama, y pueden durar entre 5 y 15 minutos. Según los expertos en salud infantil, estos son algunos factores que podrían desencadenar terrores nocturnos:
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Está demasiado cansado o no duerme lo suficiente.
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Está enfermo o estresado.
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Toma una medicación nueva o duerme en un sitio diferente.
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Hay antecedentes familiares de terrores nocturnos o sonambulismo.
Ten en cuenta que los terrores nocturnos no son sueños ni pesadillas. Estos últimos ocurren durante la fase REM, mientras que los terrores nocturnos son una reacción de miedo repentina que aparecen al cambiar de una fase del sueño a otra. Esta transición es suave la mayoría de veces, aunque algunos niños se pueden frustrar o asustar y sufrir un terror nocturno.