ansiedad en el embarazoLos primeros meses de embarazo son un momento en el que las mujeres frecuentemente experimentan una variedad de cambios hormonales y físicos, estos cambios pueden llegar a convertirse en ansiedad que es consecuencia de temores por el estado en que se encuentran. La depresión y la ansiedad son muy comunes durante el embarazo y afectan tanto a la madre como al recién nacido. Se estima que el 15% de las mujeres embarazadas experimentan algún tipo de ansiedad.

Los síntomas, en estos casos, lo único que hacen es resultar molestos y preocupar a la persona que no sabe lo que le está ocurriendo.

Los cambios físicos, los preparativos para la llegada del bebé, la inminente maternidad y los miedos al parto, suelen ser los motivos principales por los que una mujer embarazada siente angustia y ansiedad.

Razones por las que se presenta la ansiedad en el embarazo

Una mujer embarazada tiene necesidades a nivel afectivo y personal diferentes a una mujer que no lo está. No hay que olvidar, que además de todos los cambios físicos que representa la gestación, estamos ante un cambio vital. Nuestra vida va a cambiar con la llegada del bebé.

Entre las causas más frecuentes de ansiedad en mujeres embarazadas encontramos:

– Temor por la inexperiencia, no ser capaz de cumplir el rol de madre adecuadamente.

– Miedo a morir en el parto y al buen estado de salud del bebé.

– Sentimientos de vulnerabilidad y baja autoestima por los cambios físicos de la gestación.

– Estrés producido por las demandas de la situación de embarazo (preparar todo lo necesario para el bebé, controles médicos, trabajo…etc).

Atravesar momentos de nerviosismo durante el embarazo, es totalmente normal, cuando los síntomas se presentan de forma continuada o afectan a la realización de las actividades cotidianas de la mujer, es cuando debemos considerar la consulta a un profesional.

Los síntomas característicos de ansiedad son:

– Preocupación excesiva.

– Dificultad para controlar ese estado de preocupación.

– Temblores y sacudidas.

– Dolores o entumecimientos musculares.

– Sequedad de la boca.

– Manos frías y húmedas.

– Sudoración.

– Taquicardias.

– Dificultad para respirar, sensación de opresión en el pecho.

– Mareos.

– Sensación de vértigo.

– Visión túnel.

– Sensación de irrealidad.

– Parestesias (adormecimiento de manos, boca..etc).

– Náuseas.

– Diarrea o dolor de estómago.

– Dificultar para tragar, sensación de nudo en estómago.

Durante el embarazo, puede mostrarse una conducta característica denominada “síndrome del nido” que puede utilizarse para calmar la ansiedad. Consiste en la aparición, durante el último periodo del embarazo, de obsesión por preparar la habitación del bebé, limpiar y ordenar otras estancias de la casa, todo ello con una gran actividad poco acorde al periodo de embarazo en el que se encuentra.

Cómo tratar la ansiedad en el embarazo

En realidad, la mejor forma de gestionar la ansiedad, es evitar su aparición. Para ello, conviene identificar aquellos momentos en los que estamos teniendo pensamientos negativos rumiantes y pararlos, ser capaz de decir “basta” o “stop” fuertemente e introducir otro pensamiento como “no voy a pensar más en esto” e inmediatamente centrar la atención en otra actividad.

Cuando ya han aparecido los síntomas ansiosos, podemos:

Realizar ejercicios de respiración

La respiración profunda y pausada es la clave para bajar las palpitaciones y los demás síntomas de ansiedad. Es recomendable la respiración abdominal (situar una mano sobre el abdomen, respirar profundamente sintiendo como se hincha y se eleva la mano, retener el aire unos segundos y expulsar lentamente). Con ella, evitaremos hiperventilar y generar mareos o parestesias.

Pasear

Caminar al tiempo que se realizan respiraciones profundas ayuda a combatir los síntomas ansiosos. Además es una buena forma de distraer la mente y dirigir la atención hacia otros lugares, fuera de uno mismo.

Si te encuentras en estado de embarazo y sientes que la tristeza te invade, que no tienes deseos de hacer nada, nada te motiva, es importante que hable con alguien del tema, que busques ayuda en tus personas cercanas. Recuerda que te encuentras en un estado en el cuál debes consentirte y tratar de sentirte lo mejor posible, ya que de esto depende también el bienestar de tu bebé en formación.