bronquiolitis en bebésLa bronquiolitis, una de las enfermedades más frecuentes en la infancia, está causada por el virus respiratorio sincitial (VRS), un virus común y muy contagioso que provoca entre el 60 al 80% de las infecciones respiratorias graves en bebés, también neumonía.

Consiste en una inflamación de los bronquiolos, las últimas ramificaciones de los bronquios, los cuales miden apenas 2 mm de diámetro, que al infectarse, se inflaman. La mucosidad se acumula en estas vías respiratorias obstruyendo el paso del aire, causando insuficiencia respiratoria.

Síntomas de bronquiolitis

  • Puede haber fiebre o no. Si la hay, es una fiebre moderada (38º-39º)
  • Dificultad respiratoria (se escuchan sibilancias -silbidos agudos al respirar- y hundimiento torácico)
  • Fatiga
  • Tos
  • Pérdida de apetito
  • Puede haber otitis asociada
  • Decaimiento
  • Los niños pequeños pueden presentar apenas, episodios en los que dejan de respirar por poco tiempo.
  • Piel morada por falta de oxígeno (si esto sucede, acude a urgencias)

Ante estos síntomas debemos acudir a urgencias. En el caso de bebés de menos de dos años es posible que el especialista decida el ingreso hospitalario entre tres y siete días con el fin de controlar atentamente el estado del bebé, administrarle fluidos y oxigenación.

La bronquiolitis, dificulta la respiración del bebé y debe ser tratada con inhaladores, y a veces incluso con corticoides (según valoración pediátrica).

A la hora de alimentarlo, es conveniente fraccionar las tomas, es decir darle menor cantidad de comida varias veces, en posición semiincorporada, hacer lavados nasales frecuentes con suero fisiológico, y mantener al niño hidratado. También se recomienda en estos casos la fisioterapia respiratoria, palmadas suaves en la espalda con la mano hueca para ayudar a eliminar la mucosidad.

Debéis evitar el humo en la casa, y los ambientes cargados, así como mantener el ambiente con un nivel de humedad adecuado. En cuanto a medicamentos, deben ser prescritos por el pediatra, pero no se utilizan antibióticos y sólo antitérmicos en caso de fiebre.

Diagnóstico

• Neumonía. Lo fundamental es descartar una neumonía, ya que en ambos casos los cuadros clínicos son similares y, sin embargo, la neumonía no suele ser una enfermedad autolimitada y tiene una morbilidad y mortalidad considerables si no se trata adecuadamente. Sospecharemos neumonía si la fiebre persiste más allá de 72 horas, sobre todo si es alta (>39°) o si oímos crepitantes a la auscultación pulmonar.

• Asma. La hiperreactividad bronquial es una causa frecuente de tos en la infancia. En ocasiones, el asma es infradiagnosticada por la similitud entre ambos procesos, si se consideran los episodios de tos de manera aislada. Es muy importante recoger en la historia clínica si ha habido otros episodios similares y tener en cuenta el diagnóstico de asma, especialmente si se acompaña de broncoespasmo y si responde a broncodilatadores.

• Tos ferina. Debemos sospechar tos ferina, no sólo cuando la tos tiene las características típicas de paroxismos y gallo inspiratorio, sino en los casos de tos prolongada, sobre todo en escolares y adolescentes, si existe una fuente de contagio conocida.El tratamiento de elección es azitromicina durante 5 días, que se instaurará lo antes posible para reducir los accesos de tos y evitar la dispersión de la Bordetella pertussis.

Tratamiento

No existe ningún tratamiento específico. Se recomiendan una serie de medidas de soporte:

• Hidratación adecuada para fluidificar las secreciones, ofreciendo líquidos por vía oral con frecuencia.

• Permeabilidad nasal con suero fisiológico y aspirar secreciones.

• Antitérmicos si hay fiebre.

No se recomienda el uso de antibióticos de manera rutinaria en niños diagnosticados de bronquitis aguda, ya que la mayoría de los casos son producidos por virus; además, se ha podido comprobar que no ejercen ningún beneficio sobre la tos, y no previenen ni disminuyen la severidad de las complicaciones bacterianas. Únicamente, estarían indicados en casos seleccionados. Cuando la tos se prolonga =10 días, podría estar indicado tratamiento antibiótico específico en los siguientes casos: si se sospecha tos ferina (azitromicina), infección por Mycoplasma pneumoniae (un macrólido) y en aquellos niños con enfermedad pulmonar crónica grave (fibrosis quística, displasia broncopulmonar, hipoplasia pulmonar, discinesia ciliar, aspiración crónica).