La contaminación propia de las ciudades incide de manera negativa en la salud de las personas. Los niños son mucho más vulnerables, por lo que los problemas de salud son mucho más mayores que en el caso de los adultos. Diversos estudios indican que la contaminación agrava los catarros y los resfriados y en el caso de los niños puede dar lugar a enfermedades tan graves como es la bronquiolitis.
Los expertos en el tema indican que hay una relación estrecha entre la contaminación y los resfriados que sufren los niños. Los altos niveles de óxido de nitrógeno en el ambiente puede llegar a ser el causante de numerosos casos de bronquiolitis en los más pequeños.
La bronquiolitis es una afección de tipo respiratoria que es bastante común en los bebés de menos de un año. En muchos de estos casos se requiere la hospitalización de tales bebés, con el fin de tratar de la mejor manera posible tal problema respiratorio. El patógeno propio de la bronquiolitis es bastante contagioso y suele ser más activo entre los meses de noviembre y de marzo. Su contagio es rápido y suele producirse en las guarderías y en los colegios.
Muchos de los casos de bronquiolitis no requieren de ningún tratamiento y desaparecen con el paso de las semanas. Sin embargo hay otros casos en los que la infección se agrava y requiere el ingreso hospitalario del pequeño. Una de las causas por las que se puede producir un empeoramiento de la bronquiolitis es el de la contaminación.
Cómo evitar que los niños estén expuestos a la contaminación
A la hora de evitar que los niños queden expuestos a la contaminación, los expertos sugieren plantar muchos más árboles y plantas en los colegios y conseguir una mayor cantidad de sombra en el patio de los mismos. El lugar en el que juegan los pequeños debe ser un espacio natural para conseguir de esta manera fortalecer el sistema inmunitario. Las zonas verdes son perfectas a la hora de hacer frente a los diferentes agentes contaminantes que pueda haber en el ambiente.
La vulnerabilidad de los niños a la contaminación
Los niños son mucho más vulnerables a las sustancias tóxicas presentes en la contaminación que los adultos. Un ambiente especialmente tóxico es bastante dañino para el embarazo, llegando a tener consecuencias muy perjudiciales para la salud del recién nacido. Diversos estudios señalan que una mujer embarazada expuesta de manera continua a la contaminación tiene efectos muy graves para el feto. El recién nacido puede tener problemas de tipo respiratorio y en relación a un buen desarrollo. Es por ello que se aconseja tener mucho cuidado con la contaminación en relación con el embarazo.
Los expertos indican tener especial cuidado con ciertos productos que contengan sustancias químicas sobre todo en el caso de las embarazadas. Sustancias como los parabenos o los alquilfenoles son bastante tóxicas y se encuentran en los plásticos y en los productos de higiene y de limpieza. Si no se toman las medidas necesarias, la contaminación propia de dichos productos puede inicidir de manera negativa en la salud del recién nacido.
En definitiva, hay una relación directa entre la contaminación y afecciones respiratorias como los resfriados o la bronquiolitis, sobre todo en los niños. Hay casos en los que dicha bronquiolitis se agrava de manera considerable y requiere la hospitalización de los menores. Es importante por ello el evitar en la medida de lo posible que los niños queden expuestos continuamente a la contaminación presente en el ambiente. Los meses de otoño y de invierno son los preferidos por dichos virus, de ahí que sea importante tomar ciertas medidas de tipo preventivo.