También conocida como separación de membranas, la maniobra de Hamilton consiste en la dilatación del cuello uterino para lograr que la mujer entre en trabajo de parto. Esta maniobra es realizada por la matrona u obstetra, a través de un tacto vaginal, realizando un movimiento circular con los dedos, se intentan separar las membranas para despegarlas del útero.
Esta maniobra hace que el cuello libere prostaglandinas, lo que aumenta las probabilidades de que el parto se desencadene en las siguientes 48 horas, reduciendo así el uso de otros métodos para inducir el parto.
Cabe resaltar que este método no es dañino para el feto ni para la madre y sólo se practica en aquellos casos en que la embarazada ha llegado a las 40 semanas y aún no entra en labor de parto. Puede resultar algo doloroso, incluso producir alguna perdida de sangre y contracciones irregulares inmediatamente después del procedimiento.
¿En qué momento hará efecto la maniobra de Hamilton?
La maniobra de Hamilton no tienen un efecto inmediato, y el tiempo que tarda en notar un cambio en la posición del bebé puede variar de una mujer a otra. A rasgos generales, a continuación, te detallamos cuánto tiempo tarda en hacer efecto la maniobra de Hamilton:
- Entre 6 12 horas después: en aproximadamente el 50-60% de los casos, la maniobra de Hamilton provoca contracciones permanentes entre 6 y 12 horas después de su implementación, aunque el tiempo puede variar.
- Entre 12 y 24 horas después: en el 30-40% de las mujeres, el parto comienza entre 12 y 24 horas después de aplicar esta técnica obstétrica.
- Más de 24 horas después: en un pequeño porcentaje (5-10%), las contracciones pueden tardar más de 24 horas en iniciarse.
El éxito de esta maniobra dependerá de algunos factores, entre ellos la posición del bebé, la respuesta del bebé a la manipulación y la habilidad con la que cuente el profesional que la realiza. Si no se logra ningún progreso después de 24 horas, es posible que sea necesario repetir la maniobra o utilizar un método de inducción diferente. La evaluación médica es importante para determinar el mejor tratamiento en cada caso.
¿Dió resultados la maniobra de Hamilton?
¿Cómo saber si la maniobra de Hamilton ha sido efectiva? Es normal experimentar sensaciones y cambios corporales tras la realización de este procedimiento. Aunque pueden variar de una persona a otra, las sensaciones más comunes que se experimentan después de la maniobra de Hamilton son:
- Contracciones: después de la maniobra de Hamilton, es común que las contracciones uterinas continúen o se intensifiquen, ya que el cuerpo sigue trabajando en el proceso de parto. Estas contracciones pueden parecerse a los cólicos menstruales, y aumentar en intensidad durante el parto.
- Dolor cervical: durante la maniobra el médico aplica presión y movimientos circulares en el cuello uterino. Esto puede causar molestias o dolor en el área de tratamiento. Sin embargo, este dolor suele desaparecer rápidamente después del procedimiento.
- Presión pélvica: puedes sentir una mayor sensación de presión en la pelvis a medida que el bebé se mueve hacia la posición adecuada para el parto y las contracciones se vuelven más fuertes.
- Emociones intensas: cuando comienza el parto y la llegada del bebé es inminente, es normal experimentar una gran variedad de emociones intensas, como excitación, tensión y nerviosismo. Es normal tener sentimientos encontrados después de la maniobra de Hamilton.
Para minimizar las molestias, es común que se administre anestesia local o se utilicen técnicas de alivio del dolor antes de realizar la maniobra de Hamilton. El profesional de la salud que realiza la maniobra generalmente tomará medidas para asegurarse de que la madre esté lo más cómoda posible durante el procedimiento. Cada experiencia es diferente y el objetivo principal es garantizar un parto seguro y exitoso para la madre y el bebé.