La lactancia en tándem es aquella en la que una madre amamanta a dos niños de forma simultánea. Puede tratarse tanto de bebés gemelos o mellizos como de hermanos con diferentes edades.
Una mujer lactante que se queda embarazada de nuevo y tiene un embarazo normal, puede seguir amantando sin problema hasta el final de la gestación. En este caso, más de la mitad de los niños y niñas se destetan debido a que durante el segundo trimestre de embarazo la producción de leche disminuye notablemente. Otros, en cambio, siguen mamando en seco y, cuando nace el bebé, se vuelven más demandantes al tener, otra vez, mucha cantidad de leche.
La lactancia en tándem a lo largo de los años
Se trata de una forma de amamantar que se practicaba frecuentemente hace años. De hecho, existían nodrizas encargadas de amamantar a hijos e hijas de otras personas que no podían o no querían dar el pecho, por lo que esos niños y niñas pasaban a ser hermanos de leche.
En los años 80, con el auge del biberón, la práctica de la lactancia materna se redujo bastante. No obstante, hoy en día la lactancia materna en tándem está cobrando fuerza de nuevo, ya que la leche materna sigue siendo el alimento que mejor se adapta a las necesidades de los bebés.
Cómo dar la lactancia en tándem
Existen muchos mitos y creencias sobre la lactancia, sobre todo cuando hablamos de la lactancia en tándem. Por este motivo, es habitual que a la madre la surjan dudas acerca de cómo amamantar a sus dos hijos o hijas de forma simultánea. Contar con información veraz y de calidad hará que la lactancia sea exitosa y duradera, si así se desea. Para lograrlo solo hay que seguir los siguientes pasos:
Orden de las tomas
Uno de los primeros interrogantes que se plantean al empezar a dar el pecho a tus hijos/as es el orden de las tomas. ¿El hijo o hija mayor “quita” la leche al bebé? ¿debería mamar primero el bebé y luego el niño o niña mayor? la respuesta es no.
No es necesario establecer un orden para que el bebé se alimente antes que su hermano mayor, ya que ninguno se quedará sin alimento. De hecho, los bebés que practican lactancia en tándem pierden menos peso durante los primeros días de vida y, además, ganan más peso en las semanas posteriores. Por lo tanto, la lactancia, en ambos casos, debe ser a demanda.
Poner límites
Es habitual que el hermano mayor se vuelva mucho más demandante el primer mes de vida del bebé, e incluso puede llegar a mamar más que el propio bebé. Esto puede hacer que la madre se agobie y que sea necesario poner ciertos límites con los que se sienta cómoda.
Posturas
En cuanto a la forma de dar el pecho a dos niños a la vez, no hay ninguna regla escrita. Cada mujer se sentirá cómoda de una forma, ya sea tumbada en la cama, sentada en el sofá… lo más fácil es acoplar al bebé y dejar que el hijo mayor se acomode solo
Ventajas y dificultades de la lactancia en tándem
Como todo, la lactancia en tándem tiene sus pros y sus contras. Entre las dificultades que podemos encontrarnos, están las siguientes:
Sensibilidad de los pechos
Desde las primeras semanas de embarazo, la sensibilidad en los pechos y en los pezones se incrementa. Es habitual que la madre sienta dolor o molestias cuando amamanta a su hijo o hija que desaparecerán una vez que nazca el bebé. En el segundo trimestre de gestación suelen disminuir.
Agitación por amamantamiento
Estas molestias pueden desembocar en una agitación, que consiste en un rechazo irracional a que el niño o niña mayor mame o toque los pechos. Es algo totalmente normal que suele desparecer con el paso del tiempo.
Reducción de la producción
Durante el segundo trimestre de gestación, la producción de leche cae en picado por lo que, dependiendo la edad del niño o niña mayor, habrá que suplementarle con leche de fórmula.
Destete
La reducción de la producción conlleva a un destete, muchas veces indeseado por parte de la madre. No pasa nada, es algo totalmente normal y es una forma de destete respetuosa para los niños y niñas. En algunas ocasiones, cuando el bebé nace, vuelven a engancharse al pecho sin problema.
El destete se da más en niños y niñas con edades comprendidas entre los 15 y los 23 meses.
Profesionales sanitarios en contra
Hoy en día, en el ámbito sanitario, existen muchos profesionales desactualizados que se llevan la mano a la cabeza cuando una mujer embarazada sigue dando el pecho a su otro hijo o hija, y más aún si su edad supera el año. En ocasiones, lidiar con estas opiniones e informaciones erróneas puede ser difícil para la madre.
Por otro lado, nos encontramos con un montón de ventajas y beneficios de esta práctica:
Bebés con mayor peso
Está demostrado que los bebés cuyos hermanos o hermanas siguen mamando durante el embarazo, nacen con un mayor peso. Además, cogen peso más rápido y el porcentaje de pérdida durante los primeros días es menor.
Menos posibilidades de mastitis y obstrucciones
Gracias a la succión eficaz y experimentada del niño o niña mayor, el pecho se vacía bien y se congestiona menos, por lo que la madre tendrá menos posibilidades de sufrir complicaciones derivadas de la lactancia, como pueden ser las mastitis o las obstrucciones.
Subida de leche más temprana y menos brotes de crecimiento
El hermano o hermana mayor, además, posibilita que la leche suba antes y asegura la provisión de leche para el bebé. Gracias a esto, los bebés experimentarán menos crisis de crecimiento o lo harán de una forma menos intensa.
Mejora el vínculo entre los hermanos o hermanas
El pecho no es solo alimento, también es seguridad, calma, cariño, refugio. Es ese lugar donde un niño o niña puede tranquilizarse y les ayuda en la transición que supone tener un nuevo bebé en casa. Compartir el pecho con él hará que no se sienta desplazado o desplazada.