Muchas mujeres no están bien asesoradas sobre la lactancia, y dudan de su capacidad de dar el pecho, interpretan mal las señales de su bebé, sienten presión por parte de su entorno o simplemente desconocen cómo se desencadena el proceso de producción de leche, que es bidireccional entre madre y bebé. Esta falta de apoyo e información lleva a las madres a creer, erróneamente, que el bebé pasará hambre si solo le dan el pecho y hace que muchas lactancias maternas fracasen en los primeros días o semanas tras el parto. No obstante, esto no tiene nada que ver con la hipogalactia.
La hipogalactia materna es un trastorno que provoca una escasa producción de leche materna y no permite satisfacer las necesidades alimenticias del bebé de forma exclusiva. A veces se trata de algo temporal, pero en ciertas ocasiones puede ser permanente.
Cabe destacar que son muy pocas las mujeres que hoy en día sufren de hipogalactia materna y detrás de ella siempre suele haber una causa justificada.
Causas de la hipogalactia materna
¿Por qué disminuye la producción de leche materna? Hay muchos factores que pueden provocar una hipogalactia materna, como por ejemplo las condiciones fisiológicas de la madre, una lactancia mal instaurada o patologías previas. A continuación os mostramos las causas más importantes:
- Establecer una lactancia con horarios: la lactancia materna debe ser totalmente a demanda, es decir, se debe dar el pecho siempre y cuando el bebé quiera. Si se ponen horarios y se limitan las tomas, la producción de leche irá disminuyendo cada vez más.
- Mal agarre del bebé: en este caso, además de producir poca leche, pueden aparecer grietas en el pezón de la madre. Es importante valorar la postura y el frenillo del bebé durante las primeras horas de vida.
- Enfermedades o patologías previas de la madre.
- Toma de medicamentos que inhiben la producción se leche.
- Amenorreas frecuentes durante la etapa de desarrollo adolescente.
- Hipoplasia mamaria: no se debe confundir con pechos pequeños, el tamaño del pecho no influye a la hora de amamantar. Se refiere a un desarrollo pobre del tejido mamario.
- Enfermedades de la tiroides.
- Hemorragias severas durante el parto o después del mismo.
- Reducción mamaria mediante cirugía, ya que se extrae parte del tejido mamario.
- Obesidad mórbida.
Cualquiera de estos factores va a tener unos síntomas claros que pueden hacer sospechar de una baja producción de leche, como veremos a continuación.
Síntomas de la hipogalactia materna
Cuando se produce una baja producción de leche materna podremos presenciar en el bebé los siguientes síntomas:
- Moja muy pocos pañales al día.
- No hace deposiciones o hace muy pocas con tonos verdosos.
- Está aletargado, inactivo, apático.
- Puede mostrarse muy ansioso e irritable.
- Nunca parece estar saciado.
- No gana peso o incluso lo pierde.
Es importante que los profesionales sanitarios estén bien informados y que busquen la causa real de los síntomas. Solo así podremos estar seguras de si se trata de hipogalactia materna, o bien se debe a otras causas como un mal agarre o un frenillo sublingual no detectado a tiempo.
Tratamiento de la hipogalactia materna
Si la hipogalactia materna se debe a una causa permanente como, por ejemplo, una reducción mamaria, será muy difícil de resolver. En el resto de ocasiones, la madre del bebé deberá seguir las pautas establecidas por sus asesoras de lactancia, adaptadas para cada caso en particular, ya que cada persona y cada caso son únicos y no hay un tratamiento general que sirva para todos.
Por otra parte, los casos en los que la hipogalactia temporal ocasionada por una mala práctica de la lactancia o un mal agarre por parte del bebé tienen una solución más sencilla:
- Valorar el frenillo.
- Dar el pecho a demanda y sin horarios.
- Confiar en tu cuerpo.
- Limitar el uso de chupetes.
- No ofrecer biberones y, en caso de tener que suplementar, hacerlo con otros métodos (vaso, cuchara, dedo jeringa…).
- Usar técnicas de relactación.
Alternativas a la lactancia materna
La leche materna es el mejor alimento que pueden recibir los bebés, pero a veces no es un camino fácil. En caso de dudas o preocupaciones al respecto, lo mejor es ponerse en manos de especialistas actualizados que puedan asesorar a la madre en todo momento.
Del mismo modo, ante la imposibilidad de dar el pecho y tener que abandonar de forma definitiva la lactancia, existen alternativas como la leche de fórmula o la leche materna donada que harán que el bebé crezca sano y fuerte. Debemos ser conscientes de que lo importante es el bienestar tanto de la madre como del bebé.