El “abrazo del bebé” es un ejercicio aparentemente sencillo con el que trabajaremos la activación del transverso del abdomen. Es muy chulo para hacer durante el periodo de gestación porque la sensación es la de abrazar al bebé desde fuera con tu cuerpo, de ahí que reciba ese nombre.
El ejercicio del abrazo del bebé o belly pumping es una técnica terapéutica que consiste en abrazar a un bebé de forma consciente y amorosa, con el objetivo de fortalecer el vínculo entre la madre y el niño, así como también de promover su desarrollo emocional y físico. Esta práctica se ha utilizado durante siglos en diferentes culturas alrededor del mundo, y se ha demostrado que tiene numerosos beneficios para la salud y el bienestar del bebé.
Eso sí, es importante realizar el belly pumping bajo la supervisión de un profesional de la salud especializado en salud pélvica o un instructor de fitness prenatal, para asegurarte de que los estás haciendo correctamente y de manera segura.
Abrazar a un bebé de manera consciente y amorosa tiene múltiples beneficios para su desarrollo emocional, físico y cognitivo. Algunos de los beneficios más importantes de esta práctica son:
Fortalecimiento del vínculo afectivo
El abrazo al bebé promueve el apego seguro entre el niño y su cuidador, lo que contribuye al desarrollo de una relación sana y emocionalmente segura. Los bebés que reciben abrazos de forma regular suelen sentirse más seguros, protegidos y amados, lo que les ayuda a desarrollar una autoestima positiva y a formar relaciones saludables en el futuro.
Reducción del estrés
El contacto físico con el bebé, como el abrazo, tiene un efecto tranquilizante que ayuda a reducir el nivel de estrés y ansiedad tanto en el niño como en el adulto. El simple acto de abrazar puede calmar al bebé, regular su sistema nervioso y promover la relajación, lo que contribuye a un mejor descanso y a un desarrollo emocional saludable.
Estimulación del sistema inmune
Se ha demostrado que el contacto físico, como el abrazo, estimula la producción de hormonas que fortalecen el sistema inmunológico del bebé, ayudándole a combatir enfermedades y a mantenerse sano. Los bebés que reciben abrazos con regularidad suelen tener un sistema inmune más fuerte y una menor incidencia de enfermedades.
Promoción del desarrollo cognitivo
El ejercicio del abrazo al bebé también contribuye al desarrollo cognitivo del niño, ya que estimula su cerebro y favorece la conexión neuronal. El contacto físico y afectivo durante el abrazo ayuda al bebé a sentirse seguro, lo que le permite explorar su entorno, experimentar nuevas sensaciones y desarrollar sus habilidades cognitivas.
Para qué sirve el ejercicio del abrazo al bebé
El abrazo del bebé tiene múltiples ventajas para el hijo/a y la madre, ya que no solo es beneficioso para fortalecer el área abdominal y el suelo pélvico, sino que también sirve para:
- Mejorar la postura y fortalecer los músculos del core.
- Reducir el dolor de espalda.
- Reducir las posibilidades de sufrir de diástasis del recto durante el embarazo.
- Facilitar el proceso de parto y recuperación postparto.
- Ayuda a mejorar la conexión mente-cuerpo.
Claves para el momento de realizar el ejercicio del Belly Pumping
Para realizar el ejercicio del abrazo al bebé de forma efectiva y beneficiosa, es importante seguir algunos pasos y tener en cuenta ciertas recomendaciones. A continuación, se presentan algunas pautas para realizar esta práctica de manera adecuada:
Crea un ambiente tranquilo y acogedor
Antes de abrazar al bebé, asegúrate de que el ambiente sea propicio para la relajación y el contacto físico. Escoge un lugar tranquilo, sin demasiado ruido ni distracciones, y crea una atmósfera cálida y acogedora que invite al bebé a relajarse y disfrutar del abrazo.
Escoge el momento adecuado
Elige un momento en el que el bebé esté tranquilo y receptivo, como después de una siesta o durante la lactancia. Es importante que el bebé esté relajado y receptivo para poder disfrutar plenamente del abrazo y sus beneficios.
Adopta una postura confortable
Para abrazar al bebé de manera efectiva, es importante adoptar una postura cómoda y relajada. Sienta al bebé en tus brazos de manera que esté seguro y sostenido, manteniendo contacto piel a piel si es posible, para promover una mayor conexión y bienestar.
Abraza al bebé con amor y conciencia
Durante el abrazo, enfócate en transmitir amor, calma y seguridad al bebé a través de tus gestos, palabras y miradas. Dedica unos minutos a conectar emocionalmente con el bebé, respirando de manera consciente y enviando pensamientos positivos y cariñosos hacia él.
Disfruta del momento
El ejercicio del abrazo al bebé es una oportunidad única para conectar emocionalmente con tu hijo y disfrutar de su compañía. Aprovecha este momento para relajarte, sentir la presencia del bebé y fortalecer vuestro vínculo afectivo, disfrutando de la magia y la belleza del contacto físico y emocional.
Cómo realizar el ejercicio del abrazo al bebé paso a paso
Aunque a primera vista pareciera ser un ejercicio simple de realizar, la verdad, es que tiene cierto grado de complejidad y se logra perfeccionar solamente con la práctica regular. Dicho esto, si aplicas este procedimiento paso a paso, en poco tiempo vas a poder hacer el abrazo del bebé como toda una experta:
- Prepárate para el ejercicio: encuentra un espacio cómodo y tranquilo en donde puedas concentrarte en tu respiración y movimiento. Elige una posición cómoda, la cual puede ser sentada, de pie o en cuadrupedia (a cuatro patas).
- Posición inicial: si estás en cuadrupedia, colócate con las manos debajo de los hombros y las rodillas debajo de las caderas. Mantén la columna en una posición neutral, sin arquear demasiado la espalda ni hundirla. Ahora bien, si estás sentada o de pie, asegúrate de mantener una buena postura, con la espalda recta y los hombros relajados.
- Concéntrate en la respiración: comienza a tomar conciencia de tu respiración. En este ejercicio, inhala profundamente por la nariz, permitiendo que tu abdomen se expanda completamente e hinchando la zona de las costillas. Imagina que estás llenando tu abdomen con aire, como un globo que se infla.
- Exhalación y abrazo al bebé: al exhalar lentamente por la boca, contrae suavemente los músculos abdominales, empujando el ombligo hacia la columna vertebral. Imagina que estás abrazando a tu bebé con tus músculos abdominales. Esta contracción no debe ser demasiado fuerte; más bien es una contracción controlada y suave.
- Mantén la contracción: llegó el momento de mantener la contracción de los músculos abdominales durante unos segundos mientras continúas exhalando. Asegúrate de no contener la respiración.
- Inhala y relaja: ahora inhala nuevamente, relajando los músculos abdominales y permitiendo que tu abdomen se expanda. Esto completa una repetición.
- Repetir: es importante repetir este proceso entre 5 y 10 veces, según tu comodidad y nivel de condición física. No obstante, aprende a escuchar tu cuerpo y no sobrepasarte de donde tu comodidad lo permita. Para que aproveches al máximo el ejercicio, mantén tu atención en la calidad del movimiento y la respiración, en lugar de en la cantidad de repeticiones.
Esta práctica involucra una combinación de respiración profunda y la contracción y relajación de los músculos abdominales, coordinándolos con el movimiento del diafragma, para dar la sensación de que abrazas al bebé con tu propio cuerpo. Además, se trata de una técnica muy bonita que conecta los lazos con el bebé, porque sentirás que lo abrazas en lo más profundo de tu ser, mientras tú también te beneficias físicamente del proceso.
Es un ejercicio completamente seguro para el bebé con el que consigues -además de la bonita sensación que te comentaba- fortalecer tu transverso abdominal que funciona literalmente como una faja protectora de tu espalda, abdomen y músculos del suelo pélvico. Por eso es tan importante mantenerlo activo durante el embarazo para tener una óptima y rápida recuperación post-parto siempre y cuando lo combines con otros ejercicios funcionales también adaptados a tu estado de gestación.