niña de 3 añosSi tu pequeño tiene 3 años, probablemente te hayas dado cuenta de que es una caja de pandora, una mezcla de emociones que no podrías explicar y evoluciona de una manera mágica y sorprendente. A continuación, te vamos a mencionar aquellas cosas que debería aprender tu hijo de esa edad, pero cabe resaltar que cada niño es un mundo diferente, y por ende, cada uno evoluciona a su ritmo.

Aunque vamos a hablar sobre algunos de los hitos más importantes de esta etapa, merece la pena recordar que no es algo igual para todos los niños. Los pequeños tienen diferentes ritmos de aprendizaje y hay que respetarlos. No hay que querer correr en su aprendizaje, sino que hay que estimularlos, potenciarles, guiarles…, pero nunca agobiarles para avancen.

No compares a tu hijo de 3 años con otros niños de la misma edad. Hay pequeños que avanzarán más rápido, otros se quedarán estancados y tendrán más dificultad en sus aprendizajes diarios, pero todos, con la estimulación necesaria, serán capaces de avanzar de una forma estable en cuanto a sus aprendizajes.

Cómo influye el entorno en un niño de 3 años

Por supuesto, el desarrollo de los pequeños y todo lo que aprenden en esta dulce etapa está influenciado por su capacidad innata, por su entorno, por los estímulos que reciben del mismo, por las experiencias que viven en familia y en la escuela, por cómo las personas que están a su alrededor son capaces de motivarlos para seguir su aprendizaje y crecimiento intelectual y emocional.

De todos modos, a continuación, vamos a explicarte algunas de las cosas que los niños aprenden a los 3 años, pero recuerda que solo es una pequeña guía. Si tu hijo lo ha aprendido antes o aún está en proceso, eso también está bien.

Cosas que seguramente aprenderá tu hijo a los 3 años

Cada niño es un mundo y su ritmo de aprendizaje debe ser respetado. Acompáñale siempre desde el cariño, incluso en los momentos más difíciles, como cuando tiene una rabieta en mitad de la calle.

Querrá explorar todo

Todos los niños a esta edad son auténticos exploradores y sus sentidos son sus maestros. Los utilizan todos al máximo para sentir lo que tiene en el entorno y absorber la información que les proporcionan sus sentidos. Cada vez tienen más capacidad de concentración y piensa de manera creativa. ¡Pueden resolver problemas sencillos adaptados a su edad!

¡Es mío!

“¡No! ¡Es mío! ¡Para mí!” serán algunas de sus palabras favoritos. El pequeño cada vez es más consciente de que es un ser independiente a sus padres, por lo que querrá dejarlo claro a cada momento. Esto podrá hacerlo gracias a que mostrará su egoísmo natural por la edad y su egocentrismo.

Pero no te enfades si no quiere compartir a la primera, es normal y natural a su edad. Solo guíale para que tenga empatía y sea generoso consigo mismo y con los demás.

Amplio vocabulario

Parecía ayer cuando apenas decían 2 palabras por frase y solo tú o el entorno cercano le entendíais correctamente. Ahora su vocabulario aumenta a pasos agigantados y es capaz de decir frases más completas y de mantener una pequeña conversación. Las cosas que le gustan captarán su atención y querrá hablar sobre eso y explorarlo al máximo.

De hecho, también será capaz de entender conversaciones de más palabras, de recordar canciones o poemas cortos. ¡Y si le cuentas una historia, te prestará atención si le resulta interesante! Ver sus ojos brillantes llenos de motivación es todo una regalo.

Gran capacidad intelectual

Ahora te darás cuenta de que cada vez tiene capacidad para hacer más cosas por sí solo. Antes requería tu ayuda para estas actividades, pero ahora será capaz de disfrutar haciéndolas él mismo:

  • Clasificar y ordenar objetos.
  • Recoger los juguetes de su habitación.
  • Hacer puzzles sencillos aptos para su edad.
  • Entender más las cosas que le rodean.
  • Jugar más tiempo de manera concentrada.
  • Usar el razonamiento lógico.
  • Saber qué es igual y qué es diferente.
  • Conocer y entender los números del 1 al 10.
  • Reconocer su inicial del nombre y también el nombre escrito.
  • Saber escribir su inicial y empezará a intentar garabatear su nombre.
  • Sus dibujos cada vez se entienden mejor.
  • Tener más capacidades motoras finas y gruesas.
  • Empezar a tener amistades.
  • Buscar soluciones a los conflictos que generan los juegos con otros.
  • Necesitar seguridad emocional de los adultos de referencia.
  • Disfrutar del juego simbólico.
  • Puede aparecer el amigo imaginario.

Como ves, el niño de 3 años es una caja de sorpresas, llena de magia y de emociones que solo quiere seguir aprendiendo. Cada pequeño es un mundo y tu hijo seguro que tiene un desarrollo normal, no quieras correr y respeta su ritmo evolutivo. Si tienes dudas sobre su desarrollo, pregunta siempre a tu pediatra para que le haga un seguimiento de su evolución.