Definitivamente, la primera incógnita es ¿estoy embarazada? La segunda es ¿será niño o niña?
A lo largo de la historia han existido muchas formas de saber el sexo del bebé, algunas tradicionales, algunos mitos urbanos y otras basadas en la ciencia: desde la forma del vientre, el color de la orina hasta inclusive la dirección en la que se mueva una aguja hasta el resultado de una prueba de sangre.
aunque no existe una certeza que avale que ciertos métodos sean efectivos y logres identificar el sexo del bebé, vamos a hablarte de la prueba de la aguja, que, según muchas abuelas, era un método infalible para determinar si estaban embarazadas de un niño o niña.
Este método consiste princopalmente en balancear una aguja enhebrada en un hilo sobre la panza de la mamá. Si la aguja se mueve en línea recta, como un péndulo, tendrás un niño, pero si el movimiento es más bien circular, el bebé sería una niña. Este método, como todos los otros basados en creencias, tradiciones o experiencias que no son exactamente científicas, tienen un 50% de probabilidad de darte resultados certeros, pero aunque no sea un método confiable, por lo menos es una actividad divertida que te ayudará a tener una idea del sexo de tu bebé mientras llega el día de tu ecografía. Algunas mujeres utilizan su anillo de matrimonio en lugar de una aguja y docen tener resultados positivos.
¿Qué tan veraz es la prueba de la aguja?
Las pruebas caseras de embarazo son muy utilizadas por ser una manera más rápida de saber si la mujer está embarazada o no, ya que muchas de estas pruebas prometen que funcionan desde el primer momento en que ocurrió la fecundación, no siendo necesario esperar por el retraso menstrual, como ocurre en las pruebas de farmacia.
Sin embargo, este tipo de pruebas no posee cualquier comprobación científica y, por esto, no deben considerarse una forma fiable para confirmar o descartar un posible embarazo.
De todas las pruebas de embarazo que se pueden realizar en casa, el más fidedigno es el test de embarazo que se compra en la farmacia, debido a que identifica la presencia de la hormona beta HCG en la orina de la mujer, un tipo de hormona que se produce durante el embarazo. Sin embargo, en caso necesite un resultado más rápido se puede optar por realizar un examen de sangre de HCG, que puede realizarse 10 días después de haber tenido contacto sexual sin protección.
Paso a paso para realizar la prueba de la aguja e identificar el sexo de tu bebé:
En esta prueba casera es necesario colocar una aguja en una muestra de orina durante algunas horas y luego observar si hubo algún cambio en el color de la aguja. Si la aguja cambia de color, significa que la mujer está embarazada.
La teoría detrás de esta prueba es la oxidación del metal, que ocurre cuando la aguja entra en contacto prolongado con otra sustancia, como el agua o la orina y se oxida. Sin embargo, este es un proceso que demora varios días y no ocurre en unas horas.
Además, existen otros factores que no son tomados en cuenta en esta prueba y que pueden influenciar la tasa de oxidación como: la temperatura del ambiente, el desgaste de la aguja o la exposición a la luz solar, por ejemplo.
Antes de realizar la prueba de la aguja deberás tener un test de embarazo positivo
De todas las pruebas de embarazo que se puede hacer en casa, el más fidedigno es la prueba de embarazo que se compra en la farmacia, ya que mide la presencia de la hormona beta HCG en la orina de la mujer, esta hormona sólo se produce en los casos de embarazo.
Pero a pesar de ser una prueba de confianza, la prueba de la farmacia puede no detectar el embarazo cuando se realiza demasiado temprano o cuando se hace de forma incorrecta. El momento ideal para hacerse esta prueba es cuando la menstruación se retrasa por 7 días o más. Sin embargo, a partir del primer día del retraso menstrual ya podría dar un resultado positivo.
Las mujeres que desean saber si están embarazadas antes del retraso menstrual deben realizarse un examen de sangre que identifica la cantidad de la hormona HCG y que puede realizarse 10 días después de haber tenido relaciones sexuales.