La preeclampsia impide el crecimiento intrauterino adecuado del bebe, favorece la disminucion en el volumen de liquido amniotico y, en casos extremos, puede provocar el desprendimiento prematuro de la placenta. El riesgo para la vida del bebe es muy alto y la induccion del parto es la solucion de eleccion en la mayoria de los casos. En los mas graves, se puede llegar a restringir el flujo de sangre que se dirige a la placenta y, como consecuencia, la vida del bebe podria correr grandes riesgos.

Causas de la preeclampsia

Aún se desconoce la causa, pero se cree que algunos factores como la dieta, los trastornos autoinmunes, los problemas vasculares o la predisposicion genetica pueden ser algunas causas posibles. Los estudios sobre esta enfermedad han revelado que suele ser mas frecuente en primeros embarazos, en mujeres con hermanas o madres que hayan tenido preeclampsia, en embarazos múltiples, en embarazos en madres adolescentes o en mujeres mayores de 40 anos. Tambien suele presentarse en mujeres con antecedentes de diabetes, hipertension arterial o enfermedades renales.

Aunque todavia se debate sobre el origen exacto de la preeclampsia, lo que parece claro es que existe una alteracion en la vascularizacion placentaria. Las mujeres diabeticas o con insuficiencia renal tienen mas posibilidades de padecer esta anomalia. El control de la presion sanguinea ayuda a prevenirla. Cuando se presenta esta complicacion, el tratamiento sera reposo en cama hasta que la presion arterial baje. Normalmente, se decide el ingreso de la mujer en el hospital para controlar clinicamente su estado. Si la preeclampsia no se corrigiera, el feto podria tener problemas por una carencia de oxigeno o un menor riego sanguineo en su organismo.

Tratamiento de la preeclampsia

Lo más ideal es que esta sea detectada a tiempo a las mujeres que padecen preeclampsia (hipertensión durante el embarazo con daño en los riñones y presencia de proteínas en la orina), y que reciba tratamiento para controlar su hipertensión y evitar así las posibles complicaciones, que son más difíciles de controlar y ponen en peligro la vida de la madre y del feto.

En general, toda embarazada con preeclampsia, aunque sea leve, debe ingresar en el hospital. Allí se medirá su tensión arterial cuatro veces al día, se realizarán análisis de orina y de sangre dos veces por semana, y cada dos días se realizará una ecografía al feto y un registro cardiotocográfico.

Tipos de preeclampsia

Leve

La embarazada debe hacer reposo absoluto, tumbada sobre el lado izquierdo preferiblemente. Se ha demostrado que sólo con esta medida la tensión arterial desciende hasta los valores normales en la mayoría de los casos. Si no es así, se puede comenzar el tratamiento con antihipertensivos en forma de pastillas, como la hidralazina o el nifedipino. Cuando se alcanza la semana 37 de gestación, se procede a la interrupción del embarazo provocando el parto (mejor por vía vaginal que por cesárea).

Grave

Es una situación crítica ya que, como se ha comentado antes, es el preludio de la eclampsia y de otras complicaciones. Lo ideal es la interrupción inmediata del embarazo, pero como esto no siempre es posible, se debe instaurar un tratamiento.