La violencia intrafamiliar es un fenómeno que lamentablemente cada día va en aumento, es la ejercida entre miembros de una misma familia que genera algún tipo de daño físico o psicológico en la víctima.

Es fundamental como entorno familiar tener en cuenta algunos patrones de comportamiento para no caer en ella y tratar de conservar siempre un ambiente cálido, sano, afectivo  y seguro en nuestro hogar. A continuación te mencionamos los más importantes:

  1. Se deben fortalecer los canales de comunicación al interior de la familia. En casos de separación y en los cuáles existan hijos de por medio, estos canales deben ser reforzados, para de este modo llevar una relación mamá – papá positiva que le brinde al niño un entorno pacífico dónde prime el respeto y la tolerancia.
  2. El lenguaje no verbal también comunica, por esto, es importante utilizar gestos que sustituyan frases para conservar lazos afectivos acertados con los miembros del núcleo familiar.
  3. Cómo integrante de una familia, siempre debes comunicarte con respeto. No existe razón ni circunstancia que justifique un maltrato físico o psicológico.
  4. Cabe resaltar que el respeto no solo implica hablar sin gritar, sino también saber aceptar las diferencias y ser tolerante hacia lo que no nos gusta del otro.
  5. Si has sido víctima de algún tipo de maltrato, es importante que no normalices la situación. ¿Esto qué significa? Que podrías comenzar a relativizar el daño y pensar que tal vez no fue tan importante. El maltrato no debe ser normalizado ni aceptado, en ningún caso ni contexto.
  6. La violencia física también es aplicada a los hijos. Para educar a nuestros hijos no es necesario golpearlos, los niños aprenden con el ejemplo. Si los golpeamos les estaríamos enseñando erradamente que la violencia es una respuesta normal y acertada. Ellos aprenden todo de ti, sé un patrón a seguir y trata de educarlos siempre con amor y respeto.
  7. Comunica siempre cómo te gustaría que funcione la vida en pareja o la relación padre-madre y lleguen a acuerdos positivos. Existen muchos problemas que se pueden evitar si sabes cómo actuar.

Un hijo es un proyecto, el proyecto más importante de una madre y/o un padre, por lo cuál es fundamental fortalecer un espíritu de unión entre ambas partes, (indiferentemente de si los padres llevan una vida en pareja o no) en el que los dos se sientan apoyados, respetados y compañeros de ese gran proyecto. De esta forma los hijos siempre tendrán una mejor calidad de vida y podrán crecer en un ambiente sano y feliz.

El entorno familiar siempre debe ser un lugar donde se respire paz, armonía y tranquilidad.