La violencia intrafamiliar es un fenómeno que lamentablemente cada día va en aumento, es la ejercida entre miembros de una misma familia que genera algún tipo de daño físico o psicológico en la víctima.
Es fundamental como entorno familiar tener en cuenta algunos patrones de comportamiento para no caer en ella y tratar de conservar siempre un ambiente cálido, sano, afectivo y seguro en nuestro hogar. A continuación te mencionamos los más importantes:
- Se deben fortalecer los canales de comunicación al interior de la familia. En casos de separación y en los cuáles existan hijos de por medio, estos canales deben ser reforzados, para de este modo llevar una relación mamá – papá positiva que le brinde al niño un entorno pacífico dónde prime el respeto y la tolerancia.
- El lenguaje no verbal también comunica, por esto, es importante utilizar gestos que sustituyan frases para conservar lazos afectivos acertados con los miembros del núcleo familiar.
- Cómo integrante de una familia, siempre debes comunicarte con respeto. No existe razón ni circunstancia que justifique un maltrato físico o psicológico.
- Cabe resaltar que el respeto no solo implica hablar sin gritar, sino también saber aceptar las diferencias y ser tolerante hacia lo que no nos gusta del otro.
- Si has sido víctima de algún tipo de maltrato, es importante que no normalices la situación. ¿Esto qué significa? Que podrías comenzar a relativizar el daño y pensar que tal vez no fue tan importante. El maltrato no debe ser normalizado ni aceptado, en ningún caso ni contexto.
- La violencia física también es aplicada a los hijos. Para educar a nuestros hijos no es necesario golpearlos, los niños aprenden con el ejemplo. Si los golpeamos les estaríamos enseñando erradamente que la violencia es una respuesta normal y acertada. Ellos aprenden todo de ti, sé un patrón a seguir y trata de educarlos siempre con amor y respeto.
- Comunica siempre cómo te gustaría que funcione la vida en pareja o la relación padre-madre y lleguen a acuerdos positivos. Existen muchos problemas que se pueden evitar si sabes cómo actuar.
Un hijo es un proyecto, el proyecto más importante de una madre y/o un padre, por lo cuál es fundamental fortalecer un espíritu de unión entre ambas partes, (indiferentemente de si los padres llevan una vida en pareja o no) en el que los dos se sientan apoyados, respetados y compañeros de ese gran proyecto. De esta forma los hijos siempre tendrán una mejor calidad de vida y podrán crecer en un ambiente sano y feliz.
El entorno familiar siempre debe ser un lugar donde se respire paz, armonía y tranquilidad.