Una crianza respetuosa es la que está basada en el respeto mutuo y la empatía con nuestros hijos. Por medio de ella se busca crear una conexión profunda con ellos y de esta forma promover de manera positiva su desarrollo emocional y social. Sin embargo, en muchas ocasiones se puede llegar a sentir que los esfuerzos puestos en una crianza respetuosa con nuestros hijos no dan el efecto que esperamos. ¿Porqué no se dan buenos resultados en una crianza respetuosa?
A continuación te mencionamos algunas posibles razones por las cuáles no te puede estar funcionando y vamos a darte ideas y consejos para que superes estos obstaculos que estás teniendo en la crianza de tu pequeño.
Revisa tus expectativas de crianza respetuosa
En primer lugar, es importante reflexionar sobre tus principios y expectativas en la crianza respetuosa. ¿Estás realmente comprometido/a con este enfoque? A veces, podemos caer en patrones de crianza más autoritarios sin siquiera darnos cuenta.
Tómate un tiempo para examinar tus creencias y valores sobre la crianza y ajustar tus expectativas si es necesario. La crianza respetuosa requiere paciencia, consistencia y un compromiso constante.
Trata de mejorar tu paciencia
Sin duda alguna, la paciencia es fundamental en la crianza respetuosa. Es normal sentir un poco de frustración o perder la paciencia cuando nuestros hijos prueban o desafían nuestras decisiones o límites. Aún así, es fundamental recordar que nuestros pequeños se encuentran en su proceso de desarrollo y por ende, se encuentran aprendiendo. Respira profundamente y recuerda que estás ahí para guiar y acompañar a tu hijo en su crecimiento… No quieren enfadarte a propósito, solo están creciendo.
Recuerda que los niños ponen a prueba tus límites
Los niños, especialmente en edades tempranas, están en constante exploración y aprendizaje y suelen poner tu paciencia al límite. A menudo, prueban los límites de los adultos para comprender las reglas y los límites establecidos.
En lugar de ver estas pruebas como un desafío personal, intenta entenderlas como oportunidades para enseñar y establecer límites claros y consistentes. Establecer consecuencias lógicas y naturales puede ayudar a tu hijo a comprender las consecuencias de sus acciones de manera respetuosa.
Ayúdale a identificar sus emociones y validarlas
La crianza respetuosa implica reconocer y validar las emociones de tus hijos. A veces, los desafíos pueden surgir cuando nuestros hijos experimentan emociones intensas, como rabia o frustración.
Deja de ignorar o minimizar estas emociones, trata de acompañar a tu hijo, dándole apoyo y ayudándole a identificar y expresar sus sentimientos de manera adecuada. Esto fortalecerá su confianza y les enseñará habilidades importantes de regulación emocional.
La desobediencia no cesa, ¿qué hacer?
En caso de que el pequeño continúe desobedeciendo, es importante evaluar cómo estás estableciendo límites y consecuencias. ¿Son claros y consistentes? ¿Estás siendo realista en tus expectativas? Asegúrate de establecer reglas y límites adecuados para la edad y nivel de desarrollo de tu hijo. En lugar de centrarte únicamente en la disciplina, intenta enfocarte en fomentar una relación sólida y de confianza donde la validación de las emociones sea la clave. Esto puede incluir momentos de conexión y juegos que fortalezcan el vínculo entre ustedes.
La comunicación es clave
sin lugar a duda, uno de los factores más importantes en la crianza respetuosa es la aplicación de la comunicación abierta y afectiva con los niños. En muchas ocasiones los obstáculos en la crianza se dan debido a la falta de comunicación efectiva y clara con los pequeños.
Para mejorar esto en tu relación con tus hijos, ten en cuenta los siguientes puntos y aplícalos día a día en vuestra vida familiar.
- Establece momentos ideales para hablar: dedica tiempo cada día para tener conversaciones profundas con tus hijos. Estos pueden ser durante una cena en familia o antes de acostarse. Escucha activamente sus pensamientos, ideas y preocupaciones, y respóndele de manera respetuosa y considerada.
- Practica la escucha empática: cuando tu hijo te exprese sus emociones o preocupaciones, pon atención plena y muestra empatía. Valida sus sentimientos y muestra comprensión hacia sus experiencias. Evita juzgar o minimizar sus emociones, ya que esto puede dificultar la comunicación abierta.
- Establece límites claros y razonables: la crianza respetuosa no significa ausencia de límites. Es importante establecer límites claros y razonables para garantizar la seguridad y el bienestar de tus hijos. Comunica estos límites de manera calmada y firme, y explícales los motivos por los que se aplican. Esto les ayudará a comprender las razones y a desarrollar un sentido de responsabilidad.
- Enseña habilidades de resolución de problemas: a medida que tus hijos/as crecen, es importante enseñarles habilidades de resolución de problemas. Anímalo a identificar los desafíos que enfrenta y a buscar soluciones creativas. Puedes hacer preguntas abiertas para ayudarle a explorar diferentes perspectivas y alternativas.