niño dice mentiras¿Por qué mienten los niños? Para dar respuesta a esta pregunta que muchos nos hemos hecho alguna vez, vamos a empezar reflexionando sobre el concepto en sí mismo. El ser humano es, por definición, mentiroso, por el mero hecho de ser un ser social, un “animal político”, como decía Aristóteles, con una clara necesidad de establecer vínculos emocionales con los demás.

La mentira es uno de los mecanismos adaptativos y funcionales más importantes con los que contamos los seres humanos. Nos ayuda a relacionarnos con los demás, a integrarnos en algunos colectivos, a defendernos cuando no nos sentimos preparados para afrontar algunas consecuencias, a establecer límites, a ocultar información o a alcanzar ciertos objetivos.

Cuando un niño o una niña miente, puede ser por diversas razones:

– Como imitación al padre o a la madre que miente: Los niños son como esponjas que absorben todo. Si ellos observan y viven la mentira de manera cotidiana, aprenderan a hacerlo como algo normal y cotidiano. Es el caso del niño que escucha a su madre negarse al telefono ante llamadas poco esperadas, «dile que no estoy…“

– Por miedo: Suele ser la causa mas común de la mentira en los niños, quienes por temor a la desaprobacion o al castigo por parte de la madre o del padre, finalmente se ven llevados a falsear la verdad. Si el niño sabe que, por ejemplo, al llevar una nota mala del colegio, sus padres se van a enfadar mucho con el o le van a prohibir ver television, seguramente dira que no le han entregado sus calificaciones aún.

– Ante la exigencia: Cuando le exigimos mucho a un nino, esperando grandes resultados por su parte, el pequeno podra intentar hacernos creer que esta al nivel de nuestras expectativas, y mentira para no defraudarnos. Por ejemplo, una niña puede mentir diciendo que ha leido muchos libros únicamente esperando la aprobacion de sus padres ante este comportamiento, creyendo que asi estaran mas orgullosos de ella y no les defraudara.

– Sentimiento de frustracion: en ocasiones el niño miente como resultado de un sentimiento de frustración, como el niño que cuenta que tiene muchos juguetes porque en realidad tiene muy pocos.

– Llamar la atención: inventar una dolencia, falsear sobre un posible problema o conflicto son, en muchos casos, reacciones provocadas por el nino para captar la atencion del adulto, que en ocasiones  se siente desatendido.

¿Como podemos detectar la mentira en los niños?

Aunque cada niño desarrolle sus propios comportamientos, de forma general

podremos identificar que estan diciendo mentiras gracias a los siguientes indicadores:

En el aspecto fisico:

  • Se les acelera el ritmo cardiaco y la respiracion.
  • Se les enrojece el rostro.
  •  Empiezan a sudar, frecuentemente en la palma de las manos.
  • Se ponen temblorosos, en especial las manos y la mandibula.

En el lenguaje no verbal:

  • Gesticulan poco.
  • Esconden las manos o las retuercen. Este hecho puede interpretarse como un gesto de ansiedad, tension o activacion.
  • No nos miran a los ojos, o mantienen poco la mirada.
  • Se tapan la cara con las manos. Asi delatan la incomodidad que sienten al mentir. Otros gestos pueden ser rascarse el cachete, la nariz o la barbilla, comerse las unas, etc…
  • Movimientos de fuga. Por ejemplo, cuando alguien que esta sentado posa las manos sobre sus rodillas como para levantarse y luego las quita, o cuando se apunta con el pie hacia la salida. Posiciones como estas denotan que la persona se siente incomoda mintiendo y se quiere ir.

En el lenguaje verbal:

  • Dan pocos detalles y hablan con vaguedades.
  • Hablando sobre conversaciones, evitan hacer citas textuales. Nos cuentan su version de las cosas.
  • Incluyen en la historia la mayor cantidad de verdades posibles, y entre ellas intercalan las mentiras.
  • Se contradicen.

5 Claves para afrontar la mentira en familia

A continuación, compartimos algunas claves para tratar el tema de las mentiras con tus hijos e hijas:

1. Intenta entender qué hay detrás

Si lo pensamos detenidamente, la causa puede ser multifactorial:

  • Necesidad de controlar una situación que le genera inseguridad.
  • Voluntad de ocultar un error.
  • Evitar un conflicto.
  • Controlar el estrés.
  • Esconder algo que le avergüenza.
  • Inventar una historia que le hace sentir mejor.
  • Proteger su privacidad (sobre todo en caso de adolescentes).
  • Dificultad para autocontrolarse.

Un niño no miente porque sea un mentiroso y punto. Detrás de una mentira siempre hay motivos y los padres hemos de tratar de averiguarlos para conseguir que sean más honestos. Es importante que sepan que nuestro amor no está en juego, que, independientemente de sus errores, seguimos queriéndolos y siguen siendo igual de valiosos para nosotros.

2. Toma conciencia de tu reacción

Ante una mentira es esencial mantener la calma y no tomárnosla como algo personal. Tenemos que entenderla en sí misma como una oportunidad de aprendizaje y para ello es fundamental que nuestra reacción sea pausada y libre de juicios morales.

Pongamos un ejemplo de respuesta sensata: “Cariño, ¿me puedes contar exactamente cómo sucedió para poder entenderte? No te voy a juzgar, a veces mentimos por miedo, pero me digas lo que me digas, no voy a enfadarme, solo quiero ayudarte”.

3. Evita la ironía

El doble sentido y la ironía pueden llegar a ser muy degradantes. Cuando los niños son muy pequeños, no la entienden y se quedan descolocados, lo que nos sitúa en una situación de superioridad que no permite que aprendan de su error. Y cuando son adolescentes, lo único que conseguimos es humillarles. Y de la humillación no surge ningún aprendizaje valioso y útil para la vida.

4. Aliéntale cuando diga la verdad

Las virtudes son buenas acciones que se entrenan y terminan convirtiéndose en hábitos. Para animar a nuestros hijos a decir la verdad, aprovechemos aquellos momentos en que son honestos para agradecerles el gesto y alentarles: “te debe haber costado mucho esfuerzo decir la verdad, gracias por hacerlo”. “Decir la verdad es de valientes”. O “vamos a ver cómo podemos buscar una solución entre los dos”. Evitemos enfadarnos, aunque la verdad no nos guste: recuerda que uno de los motivos por los que mienten es por miedo y por evitar conflictos.

5. Da buen ejemplo

Seguramente nuestros hijos e hijas nos han visto mentir más de una vez: “dile a tu abuela que después la llamo, que ahora estoy ocupada”. “Dile a la vecina que estoy en la ducha”. “No podemos ir este sábado a la celebración porque tenemos un compromiso”. Las excusas son mentiras. Si queremos ser ejemplos de honestidad, seamos honestos.