Algunos días después de la fecundación los niveles hormonales de la mujer comienzan a sufrir fluctuaciones, habiendo un gran aumento de la hormona HCG (Gonadotropina Coriónica Humana) afectando entre otros, al tracto digestivo, así como al sentido del gusto y el olfato. Dicha hormona comienza a secretarse al cuarto día de la concepción, teniendo su pico en la semana 12 y descendiendo a partir de la semana 13 hasta llegar a estabilizarse.

Otra protagonista de los mareos y los vómitos por la mañana, es la insulina, ella es la causante de la hipoglucemia. Tras la fecundación y comprobación de la existencia del embarazo, los niveles de insulina comienzan a aumentar inmediatamente. Los Islotes de Langerhans en el páncreas comienzan a crecer para producir más insulina, constatándose en el torrente sanguíneo mayores cantidades de insulina pero sin una suficiente cantidad de glucosa o carbohidratos para llevar a las células  (y como la insulina es la hormona que extrae la glucosa de la sangre, se crea un pequeño desequilibrio).

El resultado de todo esto es un estado de hipoglucemia. Muchas mamás no se adaptan rápidamente a este proceso no realizando los oportunos cambios en su régimen de comidas, por eso es particularmente importante mantener una dieta saludable.

Reflexología para aliviar las náuseas y los vómitos en embarazadas

La Reflexología en el embarazo te ayudará de varias formas, como terapia preventiva, previniendo todo lo que nos podría ocurrir por los inevitables cambios físicos y hormonales que tendremos durante nueve meses, o como terapia puntual. En ambos casos, el tratamiento que trabajaremos con la Reflexología serán técnicas muy específicas donde se trabajará puntualmente los siguientes reflejos:

1. Columna Vertebral: Es importante trabajar el reflejo despacio y con mucha precisión para contribuir a la relajación y a la distensión. También recomiendo aplicar la Técnica Metamórfica.

2. Plexo Solar: Lo trabajaremos con el fin de equilibrar el Sistema Nervioso Autónomo. Nos ayudará a reducir el estrés que puede aparecernos al comienzo de los vómitos y los mareos. Es conveniente que sean movimientos firmes y lentos.

3. Cabeza: Nos ayudará a estimular el Sistema Nervioso Central y además nos ayudará a prevenir dolores de cabeza.

4. Esófago: Hará que se restituya la correcta peristalsis.

5. Cardias: Con ello fortaleceremos el esfínter y evitaremos su relajación inoportuna.

6. Estómago: Promovemos una correcta digestión y favoreceremos la peristalsis.

El vómito y la náusea aparecen como una reacción del organismo ante un nuevo orden hormonal, es un aviso que nos indica que cambios de gran magnitud están sucediendo dentro de nosotras y que se ha de atender con el debido cuidado, respeto y compromiso tanto de nosotras mismas,  como hacia nuestro  bebé. Por eso te aconsejo que busques un Reflexólogo especializado en Maternidad y empieces un programa específico para tu embarazo.

No hay tratamiento médico para solucionarlas, pero sí algunas medidas dietéticas que las alivian. También se habla de la acupuntura para poder controlarlas. Basándose en esto, existen unas pulseras de silicona, que presionan sobre el punto de la muñeca que controla estas molestias para aliviarlas e incluso evitarlas. Pero, ¿qué son las náuseas y por qué aparecen? ¿Cómo son estos brazaletes? ¿Realmente funcionan?

¿Cuándo aparecen las náuseas en el embarazo?

Las náuseas y los vómitos pueden ocurrir en cualquier momento del día o de la noche. Suelen hacer acto de presencia alrededor de la sexta semana de embarazo y alcanzan su máxima expresión en torno a la novena semana. Por suerte, es común que desaparezcan entre las semanas 16 y 18, aunque algunas mamás tienen que lidiar con ellas más tiempo.

No podemos negar que resultan molestas, aunque se consideran normal en un embarazo sano y no afectan a la madre ni al feto. Solo hay que preocuparse y acudir al médico si las náuseas son tan frecuentes e intensas que la mujer vomita de forma persistente varias veces al día, pierde peso y no admite alimentos ni bebidas, porque corre el riesgo de deshidratarse.