El origen de la mandarina esta en Asia y se cultiva, sobre todo, en la zona del Levante de Espana, donde el clima favorece las producciones abundantes y de calidad. La mandarina es una magnifica fuente de vitamina C, ademas de ser rica en potasio y pobre en sodio. Asimismo, contiene cierta cantidad de calcio y fosforo, y aporta distintas vitaminas del grupo B (B1, B2 y B6). Por este motivo, ayuda a combatir las enfermedades mas tipicas del invierno. Su accion protectora se ve potenciada por la presencia de sustancias de accion antioxidante, como la hesperidina y las antocianinas, muy beneficiosas como antiinflamatorios y para reforzar los capilares sanguineos.

Como elegir las mandarinas
Existen muchas variedades demandarinas en el mercado. En algunas de estas, la piel esta adherida a los gajos y, en otras, esta ligeramente suelta. Las diferencias en el aspecto nutritivo no son relevantes. En cualquier caso, la fruta debe tener un aspecto exterior de color uniforme, sin manchas oscuras, que podrian indicar la presencia de parasitos, hongos o golpes. El interior de esta fruta se presenta dividido en 8-15 gajos, cubiertos por una especie de membrana, que deben ser consistentes y jugosos. Entre las variedades mas comunes, destacan: la mandarina “King”, dulce, jugosa y aromatica, de tamano mediano, con la piel de un color naranja claro, que no se adhiere a la pulpa; la “Clementina”, de color naranja intenso, muy dulce y sabrosa; la “Avana”, de origen montenegrino, muy facil de pelar y con pocas semillas; y la “Murcott”, de piel lisa y brillante, pegada a la pulpa, con semillas.

Cuando introducir la mandarina en la alimentacion del nino
Por su sabor dulce y su acidez menos destacada que la de la naranja, la mandarina es uno de los primeros citricos que se le pueden ofrecer al nino. En cualquier caso, no se introduce antes del ano, puesto que su sabor sigue siendo algo agresivo para las delicadas mucosas de la boca de los mas pequenos.