juegos para bebé de 9 mesesLa evolución y los cambios de un ser humano en el primer año de vida no son comparables a cualquier otra etapa de crecimiento. Desde que el bebé nace hasta los 12 meses hay cambios constantes en su desarrollo. Pasarán de considerar que todavía continúan alojados en el vientre materno, percepción que tienen los recién nacidos, a finalizar el primer año de su vida, en muchos casos, iniciando la marcha y dando sus primeros pasos como ser independiente.

#1 Cesta con tela de araña

Uno de los juegos para niños de 9 meses esta actividad exploratoria que les gusta mucho a los bebés. Consiste en introducir en una cesta objetos que llamen su atención y que puedan manipular. En la parte superior de la cesta se pone lana haciendo la forma de una tela de araña para dificultar la experiencia y, por otra parte, hacerla más llamativa.

#2 Estimulación sensorial

El bebé va tomando consciencia del mundo que le rodea a través de los sentidos. Por ese motivo es muy importante estimular al niño con actividades y ejercicios sensoriales. Son ideales los juegos para bebés de 9 meses en los que tenga que poner en funcionamiento el gusto, el olfato, el tacto, el oído o la vista. También es importante que realicen ejercicios para ir desarrollando otras habilidades como la psicomotricidad fina y gruesa, actividades cognitivas y competencias en habilidades sociales.

#3 Pintar con agua

Si hablamos de juegos para un bebé de 9 meses, aunque hay multitud de pinturas que nos son tóxicas y que se eliminan bien de la ropa o cualquier otro tejido y superficie, otra opción es pintar con agua. Simplemente se dejan a su alcance cartulinas de colores llamativos y un pincel mojado en agua. Al plasmar el pincel, el niño o la niña observará como la cartulina cambia de color.

#4 Pintar con alimentos

Pintar alimentos es uno de los juegos sensoriales para bebés de 9 meses. Es una actividad muy divertida y en la que se ponen en juego todos los sentidos y el desarrollo de la motricidad fina. Para realizarlo hay que seguir estos pasos:

  1. Cortar a la mitad patata, zanahoria, calabacín, manzana, naranja, pimiento… lo que tengas por casa.
  2. Extender un pedazo de papel continuo o pliego de cartulina.
  3. Se añade pintura de dedos en cuencos.
  4. A modo de ejemplo, el adulto comienza la actividad para que el bebé lo imite. El niño o la niña será capaz de mojar la verdura o fruta en el cuenco con pintura y hacer estampaciones. Seguro que le sorprenden las formas que quedan sobre el papel.

#5 Arena de mandarina

Si tienes pensado hacer un zumo de mandarina, te proponemos que no tires las mondas y las utilices para hacer arena. Pica con la batidora la piel de la mandarina al máximo, después añade algo de agua y verás como se transforma en arena. Su textura es algo más rugosa, pero es una experiencia sensorial muy agradable para el bebé muy agradable y, además, comestible.

#6 Pelotas

Desde edades muy tempranas los bebés muestran un gran interés hacia las pelotas y éstas ofrecen múltiples alternativas de juego. Se pueden poner en el suelo y que el niño o la niña juegue libremente, e incluso, animará el desarrollo del gateo. Descubre más sobre cuándo gatea un bebé. También el adulto puede jugar a pasarle por el suelo pelotas al bebé. Otra opción es colgarlas en el techo con cinta elástica.

#7 Esconder

Uno de los primeros juegos que el bebé es capaz de seguir es el de cucu-tras, donde el adulto esconde su rostro tras sus manos y después se descubre. Cuando el bebé tiene 9 meses y conoce la dinámica del juego, se pueden esconder objetos debajo de una tela o pañuelo, asomando parte de dicho objeto o tapándolos delante del bebé, para que este los descubra. Es uno de los juegos Montessori para bebés de 9 meses con el que estará entretenido por bastante tiempo.

#8 Atrapar juguetes

Otro ejemplo de juegos caseros para bebés de 9 meses. Si el bebé ya se desplaza gateando, reptando o incluso parece que ya va a dar sus primeros pasos, una propuesta de juego es dejar objetos relativamente cerca, pero que para alcanzarlos tenga que desplazarse. Es un ejercicio de estimulación motriz que pretende que el niño o la niña ejercite su cuerpo y adquiera capacidades de movimiento, sin forzarle y sin presionarle a que pueda hacer más de lo que sus posibilidades le permiten.