lateralidad en niñosLa lateralidad se define como la preferencia espontánea en el uso de los órganos situados al lado derecho o izquierda del cuerpo, como los brazos, las piernas, etc.
La anatomía de nuestro cerebro está dividida en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. Cada hemisferio controla una serie de funciones. De esta forma, la lateralidad determina qué hemisferio predomina sobre el otro, así como, la dominancia de un lado del cuerpo sobre otro. El hemisferio izquierdo está relacionado con la parte derecha del cuerpo normalmente (hemicuerpo derecho). Y el hemisferio derecho está relacionado con la parte izquierda del cuerpo (hemicuerpo izquierdo).

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El proceso de lateralización es lento, y se consolida alrededor de los cinco años, condicionando, en muchas ocasiones, por ejemplo, el aprendizaje de la lectoescritura, la orientación, etc.

¿La lateralidad es la mano dominante que usa el niño?

La lateralidad se refiere a la preferencia por un lado del cuerpo sobre el otro. No se limita solo a la mano dominante, sino que también involucra la percepción espacial y corporal de los niños. A través de la lateralidad, distinguen la izquierda de la derecha, desarrollando una comprensión de su propio cuerpo en el espacio.

Cuando la lateralidad es de prevalencia diestra o zurda, hablamos de una lateralidad homogénea. Esto es lo que nos permite un desarrollo óptimo a nivel cognitivo y motor según el cociente intelectual de cada persona.

Por el contrario, cuando la lateralidad no se define bien, es decir, cuando la persona utiliza la parte derecha para realizar algunas funciones y la parte izquierda para realizar otras, hablamos de trastorno en la lateralidad o lateralidad cruzada. Esta repercute en la capacidad psicomotora, y por tanto, en el rendimiento cognitivo y en el bienestar emocional.

3 actividades de lateralidad para niños

Alrededor de los 2 a 4 años de edad, la mayoría de los niños comienzan a descubrir qué mano prefieren usar. Por lo general, a los 5 años ya han establecido cuál es la mano dominante y cuál es la mano de apoyo.

Si un niño aún no ha determinado si es diestro o zurdo y continúa cambiando de manos durante las actividades diarias, es importante evitar forzarlo a usar solo una mano. En cambio, podemos observarlos y fomentar su participación en actividades de lateralidad.

A continuación, hemos proporcionado algunas actividades de lateralidad ¡Échales un vistazo!

1. Pintura con las manos

Materiales

  • Cartulina
  • Pintura no tóxica para niños de varios colores
  • Laberinto de obstáculos

Cómo hacerlo

Para esta actividad, coloca un trozo de cartón sobre una mesa y dispón varios colores de pintura en platos separados. Pide a los niños que sumerjan su mano derecha en un color de pintura y la presionen sobre el cartón. Luego, pídeles que repitan el proceso con su mano izquierda usando otro color de pintura. Esta actividad estimula la lateralidad manual, ya que los niños utilizan cada mano por separado para crear su obra de arte.

2. Laberinto de obstáculos

Materiales

  • Objetos que puedan servir como obstáculos (sillas, mesas, juguetes)

Cómo hacerlo

Para esta actividad, proporciona un espacio para que los niños jueguen y crea un laberinto de obstáculos en el suelo. Pide a los niños que atraviesen el laberinto caminando o saltando, alternando el uso del pie derecho y el pie izquierdo para rodear los obstáculos. Esta actividad estimula la lateralidad, ya que los niños deben coordinar los movimientos de los pies e identificar qué pie utilizar para superar cada obstáculo en el laberinto.

3. ¡Mis primeras tijeras!

Materiales

  • Plastilina
  • Tijeras de plástico

Cómo hacerlo

Distribuye plastilina y muestra cómo hacer bolas aplastándola entre las manos. Luego, pídeles que aplasten las bolas de plastilina sobre la mesa. Muestra las tijeras de plástico y cómo cortar la plastilina antes de entregar las tijeras a los estudiantes y mostrarles cómo sostenerlas correctamente. Ayúdalos a mover los dedos para cortar la plastilina. El objetivo de esta actividad no es cortar la plastilina de manera correcta, sino introducir el concepto de cortar y trabajar en la firmeza al sostener las tijeras.

Esta actividad estimula la lateralidad a través del uso coordinado de las manos, promoviendo la coordinación bilateral y fortaleciendo los músculos de las manos, que son esenciales para el desarrollo de habilidades motoras.

Estimular la lateralidad en la educación infantil es fundamental para el desarrollo motor y cognitivo de los niños. Al ofrecer actividades que promueven la coordinación motora y la percepción espacial, estamos contribuyendo al crecimiento saludable e integral de los más pequeños.