nino aburridoJugar resulta ser muy saludable; cuando juega, el nino explora el mundo. Imita a los mayores, prueba alternativas, experimenta, resuelve problemas, desarrolla su pensamiento y su creatividad. Un nino que juega seguramente sera un adulto bien adaptado y con buen desempeno en la vida. Por el contrario, la ausencia del juego en ninos impacta negativamente sobre su futuro.

Las oportunidades de jugar que tienen los ninos son cada vez menos. Un problema que se va extendiendo dia a dia es el de los “ninos con agenda”. Son ninos que van de una actividad a otra durante todo el dia y que no tienen tiempo para jugar.

El colegio, el deporte organizado, idiomas, danzas, artes marciales, música y un sinfin de otras actividades llenan el dia a dia de los pequenos. Llegan a sus casas agotados y ya no tienen ganas de jugar.

Son ninos a los que no se les reserva tiempo para jugar libremente. Es necesario que la organizacion familiar entienda que jugar es aprender, y que el tiempo en el que el nino juega es fundamental para su desarrollo.

Consecuencias de la ausencia del juego en ninos:

1.- Escasa creatividad e imaginacion
La creatividad es imprescindible para la vida. Es la llave que permite resolver problemas y manejar diferentes situaciones. El mundo que el nino crea cuando juega se vuelve real para el. Mediante el juego la creatividad del nino se despliega. Esta demostrado que la ausencia del juego en ninos obstaculiza esta capacidad que es la que permite el pensamiento original.

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2.- Falta de autonomia e independencia
A medida que evoluciona y crece, el nino debe desprenderse de su madre y de su padre y adquirir cierta autonomia. El juego es fundamental para que esto ocurra, porque en situaciones de juego el nino toma decisiones, resuelve problemas y actúa sin que un adulto le indique lo que debe hacer. Jugando despliega su autonomia.

El juego es un entrenamiento para esta libertad individual. La ausencia del juego en ninos provoca inseguridad y dependencia.

3.- Timidez
El nino que no juega desde que es bebe generalmente es timido e inseguro. Duda de todo lo que hace y se avergüenza ante cualquier situacion en la que se vea expuesto.

Muchas veces, esa timidez es producto de padres que todo el dia estan diciendole al nino lo que debe hacer. Ademas, lo reprenden cuando las cosas no le salen bien. En estos casos, se trata de ninos a los que no se les da el espacio para jugar libremente, para liberar su energia y su potencial o para descubrir sus talentos.

Es un nino al que le falta la experimentacion y la posibilidad de sentir que si puede hacer las cosas que se propone.

4.- Dificultades para relacionarse con las personas
Jugar contribuye al desarrollo de habilidades sociales. La mayoria de las habilidades sociales que la persona necesita para tener exito en la vida se adquieren a traves del juego en la infancia.

Jugando, los ninos aprenden a controlarse, a negociar, a trabajar en equipo, a esperar y a compartir. La ausencia del juego en ninos genera personas aisladas, centradas en si mismas e individualistas.

5.- Inmadurez en el desarrollo emocional
El juego es indispensable para el desarrollo emocional de los ninos. El juego imaginario es fundamental, ya que con el el nino aprende mucho sobre si mismo y puede proyectar sus emociones sin limitaciones. Se imagina a si mismo venciendo obstaculos y temores y triunfando ante situaciones de riesgo, por lo que estas visualizaciones se vuelven verdaderas experiencias que lo enriquecen.

El nino se siente poderoso e independiente, y con ello se favorece su equilibrio emocional.

La tristeza pude provenir de la falta de juego en la infancia.

6.- Mal caracter
En muchas ocasiones, el mal caracter del que tanto se quejan los padres es producto de que el nino no tiene oportunidad de jugar. Durante el juego el nino libera sus tensiones. El juego cumple una funcion catartica; por lo tanto, la ausencia del juego en ninos hace que esa liberacion se canalice por otros medios.

Una voz de alerta surge en los psicologos: el juego en ordenadores y consolas limita mucho y enriquece poco. Por tanto, si bien los videojuegos pueden ser un complemento, lo fundamental es el juego libre, sin reglas fijas. Lo ideal es intercalar ratos de juego individual con otras de momentos compartidos con otros ninos.