Las situaciones que se experimentan durante la infancia pueden repercutir de forma positiva o negativa en la etapa adulta. Un ejemplo de esto es la ausencia de una figura paterna, una condición que puede desencadenar en el niño o la niña diversos problemas a nivel psicológico y emocional, especialmente cuando no se aborda el tema desde edades tempranas. Esta ausencia de figura paterna puede ser física, es decir, el padre está totalmente ausente, ya sea por abandono o por fallecimiento, pero también emocional si está presente pero no existe una relación directa y emocional entre ambos.

Baja autoestima

En primer lugar, los niños y niñas con padres ausentes pueden sentirse rechazados, lo que generará un autoconcepto negativo de sí mismos. En estos casos, suelen autocriticarse con frecuencia y tener dificultades para tomar decisiones.

A su vez, esto puede derivar en que estos niños sean poco sociales y presenten actitudes inhibidas.

Desconfianza en las personas

A estos niños y niñas les costará más establecer vínculos afectivos fuertes con las personas como consecuencia del miedo a la decepción y el abandono que han experimentado por la ausencia paterna. A su vez. esta armadura de protección emocional en muchas ocasiones provocará que mantengan relaciones sociales superficiales.

Comportamientos impulsivos

Otra consecuencia de la falta de figura paterna en los niños, es que pueden actuar impulsivamente porque, por lo general, suelen ser menos racionales. Por lo tanto, tienden a ser niños más ansiosos y estresados.

Mayor inseguridad

La baja autoestima que puede desencadenar la falta de una figura paterna puede provocar que estos niños tengan miedo al amor y al compromiso. Además, también pueden ser más inseguros a la hora de confiar en las personas y de tomar de decisiones.

Depresión

Otra de las consecuencias de la ausencia de figura paterna es que el niño o la niña puede caer en estados de depresión. Este es un trastorno emocional caracterizado por sentimientos de tristeza constante y falta de interés para realizar las actividades diarias como estudiar o jugar.

Adultos dependientes

Una de las consecuencias a largo plazo de la falta de figura paterna está relacionada con las relaciones de dependencia que pueden formar en su adolescencia y en la etapa adulta.

La baja autoestima y la carencia afectiva que han experimentado provocará que sientan miedo al rechazo y al abandono, lo que puede llevarles a una dependencia emocional y a sacrificarse por mantener a su lado a las personas que son importante para ellos/as.

Mayor riesgo de padecer trastornos psicológicos

Algunos trastornos psicológicos como la ansiedad, la depresión, la anorexia o la bulimia son más frecuentes en niños y niñas con padres ausentes. La aparición de estos problemas suele estar relacionada con el sufrimiento y la sensación de vacío que deja la falta de una figura paterna en su vida.

Déficit de atención

Otro de las situaciones que pueden presentarse ante la ausencia de una figura paterna es el bajo rendimiento escolar causado por un déficit de atención. En estos casos, el niño o la niña se mostrará disperso/a, no escuchará las explicaciones del profesor o profesora y se olvidará de sus tareas con frecuencia. Esto puede acompañarse de hiperactividad.

Problemas de conducta

La ausencia de una figura paterna puede provocar que el niño presente dificultades en sus relaciones sociales y se vuelva rebelde. Por ello, muchos de los niños sin una figura paterna sana tienen un mal comportamiento en el colegio, no hacen caso a las normas y tienen una personalidad intimidante, reacciones provocadas por la necesidad de ocultar sus miedos y resentimiento hacia esa falta de atención paterna.

Mayor riesgo de caer en adicciones

Los niños y niñas con padres ausentes tienen mayor riesgo de caer en adicciones, debido a que buscan llenar ese vacío o carencia de afecto con la adquisición de hábitos dañinos como el tabaco, las drogas o alcohol, entre otros. Es decir, utilizan estas sustancias como una forma de escapar de la realidad.

Sentimiento de vacío interior

Por último, la ausencia de una figura paterna puede llevar a que el niño experimente una sensación de vacío interior que se manifiesta con emociones negativas como, por ejemplo, tristeza y rabia. A pesar de que esta sensación suele ser temporal, en algunos casos puede perdurar durante toda la infancia si este vacío no se llena con amor y atención.

Cómo criar a un niño sin padre

No todos los niños que crecen sin una figura paterna sufren los problemas mencionados anteriormente, ya que dependerá de la actitud del niño y su capacidad para lidiar con este tipo de situación. También es importante que se tengan en cuenta las necesidades y emociones del niño o la niña y trabajar en ellas para que esta ausencia efectiva pueda repercutir en su futuro.

Pero, ¿Cómo puedo criar a mi hijo sin un padre?. Lo ideal es tratar este tema con especialistas para que, de una manera objetiva, evalúen la dinámica familiar y el comportamiento del niño o la niña. Sin embargo, las recomendaciones que te mostramos a continuación también pueden resultarte de gran ayuda ante este tipo de situaciones familiares:

  • Busca apoyo familiar: los familiares cercanos, como un abuelo o un tío, son de gran ayuda cuando de crianza se trata. Que algún familiar este presente en la vida del niño cubrirá en gran parte, el vacío que puede sentir por no tener a su padre cerca.
  • Entiende la situación: es importante tener empatía con el niño y entender lo difícil que puede ser a su corta edad enfrentar la ausencia de su padre.
  • Comparte con tu hijo: el niño necesita sentir que puede contar contigo en todo momento. Por eso busca momentos para compartir, ir de paseo, ver una película, comer juntos, ante todo, que sepa que tiene alguien que se preocupa por él y en quien puede confiar.
  • Ante todo, no hables mal de su padre: hablar mal del padre ausente no arreglará el problema, al contrario, puede que el niño se sienta culpable por la ausencia del padre y aumente su frustración.
  • Hazle saber que siempre estarás allí: fortalece su confianza, el necesita seguridad afectiva y sentirse amado, recuérdale que siempre estarás para él y lo mucho que lo amas.