El funcionamiento del cerebro, desde la más tierna infancia, es fascinante. durante el desarrollo temprano del cerebro se forma un millón de nuevas conexiones entre los nervios, lo que va reforzando el cerebro. Gracias a ellas, el niño puede ir entendiendo poco a poco más sobre el mundo que le rodea y puede ir desarrollando distintas habilidades.

Apunta todos estos fantásticos consejos para ayudar a tu bebé a desarrollar sus capacidades cognitivas, motoras y afectivas. Recuerda que en este momento tu bebé vive una etapa de descubrimientos continuos, pero también que cada pequeño tiene su propia velocidad a la hora de aprender o desarrollarse.

1. Cuida el vínculo afectivo

Acude a consolarlo siempre que llore, y no tengas miedo de sostenerle en brazos. No se malacostumbrará. Y por contra, con estos hábitos estarás reforzando el vínculo con tu bebé, tan necesario para aportarle confianza y una buena autoestima para que luego crezca fuerte y seguro de sí mismo.

2. Habla mucho con él

Los bebés adquieren el habla y aprenden el idioma escuchando y observando hablar a los adultos. Se fijan mucho en los movimientos de la boca y de la lengua para emitir sonidos y, en menos de lo que esperas, le descubrirás intentando hablar. Al principio, solo conseguirá unir sílabas repetidas y poco a poco controlará la articulación de algunas sílabas para formar palabras.

Por este motivo, los logopedas insisten en los grandes beneficios de hablar continuamente al bebé. Puedes ir, por ejemplo, describiendo lo que vas haciendo en cada una de tus rutinas diarias. Por ejemplo: ‘Vamos a coger la esponja y la mojamos en el agua, qué caliente el agua. Ahora vamos a echarla en la cabeza para limpiarla…’. Estarás estimulando el desarrollo cerebral de tu bebé, pero también le estarás enseñando vocabulario, gramática…

También puedes responder siempre que tu hijo haga ruidos o emita balbuceos, como si estuvierais manteniendo una conversación. Cuando tu pequeño diga ‘ba-ba’, tú puedes decirle ‘yo también te quiero mucho’.

3. Cuéntale cuentos

Si te interesa incentivar su imaginación y creatividad así como el desarrollo cerebral del bebé, nada como los cuentos. Nunca será demasiado pequeño para empezar. De hecho, muchos expertos recomiendan a las embarazadas comenzar a leer cuentos. Los pequeños empiezan a escuchar las voces de sus padres, lo que va forjando el vínculo familiar.

Cuando sea un poco mayor, puedes leerlos con él, enseñarle las ilustraciones, hacerle preguntas, enfatizar sobre el mensaje que el cuento quiere transmitir… Deja volar su imaginación y te sorprenderá hasta dónde llega. ¡No hay mejor forma para estimular a los más pequeños de la casa!

4. Ponle mucha música

La música aporta enormes beneficios al bebé. No solo le puede tranquilizar o estimular, sino que además se ha demostrado que ayuda al cerebro a establecer conexiones neuronales. Es decir, que la música ayuda a desarrollar la inteligencia del bebé.

Por ello, te invitamos a que pongas música en casa todos los días. Por la mañana, música divertida y marchosa; a la hora de dormir, canciones de cuna.

5. Baila con tu bebé

Si lo que quieres es mejorar su equilibrio, ritmo e inteligencia espacial, nada mejor que el baile. Además, bailar con el bebé es muy bueno para afianzar y estrechar el vínculo con los padres. Y por supuesto, supone una dosis extra de endorfinas, la hormona de la felicidad. ¡Dale al play y a mover el esqueleto!

6. Estimula sus sentidos

¿Alguna vez has pensado por qué los bebés se lo llevan todo a la boca? En los primeros meses de vida, la boca es una de las principales formas en las que los bebés van desarrollando el mundo que les rodea. De ahí, que quieran chuparlo todo. ¡Vamos a ofrecerle estimulación sensorial!

La vista, el olfato, el oído, el tacto y el gusto. Tu bebé comienza a descubrir sus sentidos y es el momento de mostrarle todo lo que puede sentir. Ayúdale a descubrirlo. Y, no te olvides, de que la naturaleza es muy estimulante para mayores y pequeños.

7. Muéstrale objetos de diferentes colores y texturas

Este pequeño juego casero, estimulará sus sentidos y le abrirá un mundo nuevo y desconocido. Le encantará descubrir nuevas texturas, sonidos y formas. Lo puedes hacer a través de diferentes objetos que tienes en casa (la suavidad de una manta de terciopelo, el frío del agua recién sacada de la nevera, el olor de la colonia…).

8. Promueve su autonomía

El objetivo es que, poco a poco, tu bebé vaya conquistando nuevas habilidades y destrezas que le permitan moverse con más autonomía. Para ello, debes dejar que intente algunos retos por sí solo y dejar que tome algunas decisiones. Esto en función de su edad, claro.

9. Deja que conozca otros bebés

Esto le ayudará a desarrollar sus habilidades sociales. Descubrirá que no es el único bebé en el mundo y sentirá una gran curiosidad por comenzar a sociabilizar con él. Es posible que notes que, al principio, no quiere jugar con esos niños, pero según vaya haciéndose mayor le gustará más compartir su tiempo de juego.

10. Incentiva su curiosidad

Para aprender, no hay nada como la curiosidad. Y para estimularla, lo mejor son los juegos. Sí, un sencillo juego como el ‘cucú-tras’ o el escondite, pueden suponer para él un mundo de descubrimientos fascinante. ¿Has probado el juego de la bolsa misteriosa? Se trata de encerrar en una bolsa objetos de diferentes formas, tamaños y texturas y pedir al bebé que los toque sin mirarlos. Luego podrá descubrir con la vista lo que tocaba.

11. Deja que coma con las manos

En cuanto comiences a introducir la comida complementaria con sólidos, puedes dejar que tome los alimentos con las manos. Para ellos supone todo un descubrimiento, un mundo de sensaciones de nuevos sabores, olores y texturas. Está demostrado que esto ayuda a que los niños acepten mejor los nuevos alimentos. Y, aunque no lo parezca de primeras, este tipo de ejercicios también es una forma de fomentar o estimular el desarrollo cerebral de tu bebé.