¿Alguna vez viste a tu recién nacido mostrar una especie de mueca semejante a una sonrisa? Esto puede llegar a suceder al nacer o incluso en ocasiones se observa en las últimas ecografías realizadas. Este curioso suceso puede ocurrir a partir de la semana 23 del embarazo.
Sin embargo, este tipo de sonrisas no se suelen considerar como un gesto realizado con conciencia, más bien es un reflejo. Se cree que es un automatismo y no una acción con intención comunicativa, aunque algunos expertos dudan de eso.
Pero en líneas generales, se considera que la sonrisa refleja no tiene raciocinio ni emoción, a pesar de que es indiscutible que despierta la ternura de los padres.
Tipos de sonrisa en el recién nacido a medida que crece
Sonrisa refleja
¿Alguna vez viste a tu recién nacido mostrar una especie de mueca semejante a una sonrisa? Esto puede llegar a suceder al nacer o incluso en ocasiones se observa en las últimas ecografías realizadas. Este curioso suceso puede ocurrir a partir de la semana 23 del embarazo.
Sin embargo, este tipo de sonrisas no se suelen considerar como un gesto realizado con conciencia, más bien es un reflejo. Se cree que es un automatismo y no una acción con intención comunicativa, aunque algunos expertos dudan de eso.
Pero en líneas generales, se considera que la sonrisa refleja no tiene raciocinio ni emoción, a pesar de que es indiscutible que despierta la ternura de los padres.
La sonrisa diferencial
Esta tercera etapa de la sonrisa del bebé se extiende entre los cuatro y los ocho meses. En este momento tu bebé ya sonríe de modo abierto y aparece la risa infantil, sobre todo, cuando le estimulas, por ejemplo, con cosquillas. Ésta se denomina sonrisa diferencial, porque el pequeño ya reconoce rostros y empieza a decidir ante cuáles sonreír y ante cuáles no. A veces permanecerá indiferente y, en otros casos, hasta puede que llore.
Los descubrimientos placenteros del bebé, que le motivan a repetirlos, no se relacionan con su propio cuerpo sino con el entorno físico y social, como juguetes y otros objetos. Por otro lado, en este periodo el niño comienza a reconocer el significado de las sonrisas y demás expresiones de las otras personas.
Sonrisa social
A diferencia de la anterior, no se forma inconscientemente, sino que se desarrolla a partir de la experiencia vital del pequeño. Por lo tanto es una sonrisa social que resulta intencional, racional y auténtica, la cual podrás apreciar cuando el bebé alcanza a tener un mes de edad.
Al ser una sonrisa social, el bebé la usa con la intención de comunicarse con otros. Por ello, ante este gesto por parte del pequeño, es necesaria dar una respuesta, ya que está a la espera de ella al ser parte del proceso de socialización.
La sonrisa social tiene un gran valor para el bienestar del niño, ya que implica la integración de un elemento más en sus habilidades comunicativas, como sucede con el llanto.
Sonrisa anticipada
Cuando un bebé alcanza los 9 – 12 meses de edad la sonrisa ya ha evolucionado mucho más. Esto se puede percibir porque hay una atención conjunta que conecta con la sonrisa anticipada. Por ejemplo, el niño contempla un juguete con una sonrisa y después, dirigirá la atención hacia el padre, para regresar su mirada al mismo objeto inicial manteniendo dicha expresión.
Esto sucede porque el bebé está compartiendo con el padre, o la persona involucrada, esa emoción generada por el juguete. Así se va desarrollando aun más sus habilidades sociales e incluso el sentido del humor del pequeño.
La sonrisa del niño empática
A partir del primer año de vida, la sonrisa es consciente y empática. Con ella tu hijo te indicará que está contento y se siente a gusto. También será capaz de reconocer esas sensaciones en los demás. Desde luego, conviene estimular las sonrisas en todas las etapas del desarrollo.
Cuáles son las fases de la sonrisa
A continuación, conozcamos en detalle cuáles son las fases en las que se desarrolla la sonrisa del bebé, qué motiva su sonrisa en cada momento y cómo interactuar con el pequeño cuando se comunica a través de la sonrisa y la risa.
Durante las últimas fases de la vida del feto
- El futuro bebé empieza a sonreír. Con suerte, a los siete u ocho meses de gestación, puedes sorprenderlo “in fraganti” durante una ecografía. La sonrisa fetal no es una actividad consciente, sino un reflejo automático que ejerce el músculo risorio (presente en los hombres y ausente en animales).
- Este reflejo es arcaico y forma parte del patrimonio genético humano, evolucionado durante miles de años. Como hemos dicho, el ser humano es social, y necesita comunicarse con sus semejantes.
Segunda semana de vida
- El recién nacido expresa con la sonrisa el estado de bienestar por la satisfacción de sus necesidades básicas. El recién nacido solo necesita estar bien alimentado a demanda, dormir bien cuando tiene sueño, tener el pañal limpio, no notar molestias en su estomaguito y sentirse seguro y protegido, preferiblemente en brazos de su mamá.
- Si se cumplen todos estos sueños, puede agradecerlo con una tierna sonrisa.
Quinta o sexta semana de vida
- Alrededor del mes de vida, el bebé empieza a sonreír a una serie de estímulos externos. El estímulo más importante es la voz de la mamá, la persona que forma un todo con él y la preferida del mundo para el pequeño. Cuando la escucha, es como una melodía para sus oídos.
- Asimismo, un determinado sonido o la cara de alguien familiar, conocido o persona que le resulte agradable acercándose a él también pueden provocarle una sonrisa.
A partir de los tres meses
- Alrededor de los tres meses, aparecen las primeras risas en voz alta. La carcajada es una señal de la maduración del niño; obedece a un proceso de los estímulos que recibe.
- Un juego como el “cu-cú”, una canción, una voz divertida, alguien que corretea a su alrededor… Son estímulos que pueden provocar la carcajada del bebé. ¡Y pocas cosas hay más divertidas!
Alrededor de los cinco meses
- A esta edad, el bebé es más selectivo y empieza a diferenciar entre una cara familiar y una cara extraña. Por lo tanto, es normal que sus sonrisas no sean tan prolíficas como cuando era más pequeñito.
- No todos sus familiares o amigos de la familia tienen por qué gustarle, y no se molesta en disimular. ¡No es nada personal! Pero, quizás, esa barba oscura, esa voz grave, esa risa chillona…
- Se trata de una etapa más, en la que valora y analiza los estímulos y a las personas, para realizar su selección antes de regalar su encantadora sonrisa.
A los ocho meses
- Al octavo mes, ya es capaz de negar la sonrisa a las personas que no conoce. Es más mayorcito y sabe cada vez mejor qué es lo que quiere y, sobre todo, lo que no quiere.
- Los primeros balbuceos ya hicieron acto de presencia y cada vez emite más soniditos y gorjeos, que acompaña con gestos muy elocuentes.
- Si algo le molesta, le aburre o no le provoca interés, protestará. Y sus sorisas y risas serán siempre sinceras cuando algo le provoca placer o satisfacción.
- En cualquier caso, no olvides que siempre es importante responder a la sonrisa de un niño, desde que es recién nacido hasta que es más mayor. Importa para su desarrollo y para su integración en el mundo social en el que vivimos.
¿Cómo reaccionar ante la sonrisa del bebé?
Ante la sonrisa de un bebé siempre hay que dar respuestas, es lo que el niño espera y además ayuda a fomentar el desarrollo. Debes actuar con caricias y emitir palabras agradables para fortalecer la relación entre ambos y dar a entender al niño que una sonrisa genera resultados positivos.
Ayuda a fomentar las sonrisas en el bebé y para ello, hacer tonterías es realmente útil. Tan solo acercate un poco a su cara y comienza a realizar una serie de sonidos, canta, habla y, por supuesto, sonríe también a tu pequeño.
Un estímulo presentado como elemento sorpresa ayuda a que el pequeño sonría. También prueba a hacerle cosquillas y hacer otras acciones físicas cariñosas que fomenten la sonrisa en tu bebé.