Hay quienes dicen que tomar bebidas frías durante la lactancia puede tener algunos efectos negativos en la salud del bebé. Dicen que en primer lugar, puede provocarle cólicos o dolores de estómago, ya que el frío puede alterar la temperatura del tracto digestivo del niño. Y, que además, algunas bebidas frías como los refrescos pueden contener azúcares añadidos y otros aditivos que no son recomendables para la salud del bebé.
Cabe resaltar que esto es solo un mito. Existe cierta creencia popular de que si la madre consume bebidas frías, la leche de sus pechos se enfriará. Esto no tiene ningún sentido, puesto que ninguna bebida (fría o caliente) afectará a la temperatura de la leche materna, ya que es un fluido corporal que se regula automáticamente y siempre sale a la temperatura idónea para el bebé.
Por lo tanto, sí, puedes tomar bebidas frías, calientes, templadas y como quieras durante toda la lactancia, ya que no afectarán a tu bebé a la hora de darle el pecho.
¿Qué bebidas frías son recomendables durante la lactancia?
Aunque es recomendable evitar las bebidas frías durante la lactancia, hay algunas opciones que pueden ser beneficiosas para el bebé y la madre. Las infusiones frías, como la manzanilla o el té verde, son una buena alternativa para hidratarse sin afectar la salud del bebé. También se recomienda consumir agua fresca o zumos naturales sin azúcares añadidos.
Bebidas que no se pueden tomar durante la lactancia
Si en el tema de la alimentación nos podemos permitir comer prácticamente cualquier alimento, con las bebidas no pasa lo mismo. La bebida más sana y la que debe tener un lugar prioritario durante la lactancia y en cualquier momento de la vida, debe ser el agua. No obstante, se pueden tomar otro tipo de bebidas con moderación, como los zumos, los refrescos, bebidas vegetales, leches… y debemos evitar por completo aquellas que comprometan nuestra salud y, sobre todo, la salud del bebé. Las bebidas que no debes tomar si estás dando el pecho son las siguientes:
- Bebidas con cafeína: la cafeína pasa rápidamente a través de la leche materna y, si se consume en grandes cantidades (más de 3 tazas de café al día), pueden causar en el bebé irritabilidad, insomnio, nerviosismo y, en algunos casos, anemia. Aquí encontrarás explicado en profundidad el por qué es malo tomar café cafeinado en la lactancia. Lo mejor es intentar evitar el café entero o tomar la mínima cantidad posible para evitar estos efectos secundarios.
- Bebidas energéticas: las bebidas energéticas deberían consumirse con mucha moderación, ya que contienen altos niveles de cafeína y, como acabamos de explicar, puede perjudicar a nuestro hijo o hija.
- Bebidas alcohólicas: el alcohol pasa directamente al torrente sanguíneo y, en consecuencia, a la leche materna. Deberíamos evitar totalmente su consumo mientras se esté lactando ya que no existe un consenso acerca de cuánto tiempo debe pasar hasta que desaparezca el peligro de ingerir ciertas cantidades de alcohol por parte del bebé.
¿Cómo afecta el frío a la producción de leche materna?
Otro de los mitos más comunes es que tomar bebidas frías durante la lactancia disminuye la producción de leche materna. Sin embargo, esto no es cierto. La producción de leche depende de la estimulación del pecho y la demanda del bebé, no de la temperatura de las bebidas que consume la madre. Por lo tanto, tomar bebidas frías no afectará la producción de leche materna.
Refresco durante lactancia: ¿es seguro consumirlo?
El consumo de refrescos es una práctica común en muchas personas. Sin embargo, cuando se trata de mujeres que están en período de lactancia, la pregunta sobre su seguridad es inevitable. Los refrescos contienen una gran cantidad de azúcar y cafeína, lo que puede tener un impacto en la salud de la madre y el bebé.
Los expertos recomiendan que las mujeres en período de lactancia limiten su consumo de refrescos y bebidas azucaradas. El exceso de azúcar puede provocar un aumento de peso y aumentar el riesgo de diabetes. Además, la cafeína puede provocar irritabilidad y problemas de sueño en los bebés, así como también puede pasar a través de la leche materna y afectar la salud del bebé.