Durante la etapa final del embarazo, es normal que la futura madre tenga muchas dudas y miedos causados por la incertidumbre de no saber lo que ocurrirá en el parto y después del nacimiento de su hijo/a. En este periodo de tiempo también surgen preguntas relacionadas con el momentos del encajamiento, como por ejemplo cuándo ocurrirá y cuáles son las señales que indican que el bebé está preparado para salir.
Cuándo ocurre el encajamiento del bebé en el embarazo
El encajamiento se produce cuando la cabeza del bebé baja y se ubica en la parte inferior de la pelvis, entre los huesos púbicos. Este proceso nos advierte de que las condiciones para el trabajo de parto se están completando y que el bebé se prepara para salir al mundo exterior.
De este modo, cuando llega la hora del parto, el bebé desciende a la parte baja del útero y se coloca boca abajo con respecto al cuello uterino (posición cefálica). Este movimiento se conoce como implantación del feto en el canal del parto.
No se sabe con exactitud cuándo ocurre el encajamiento del bebé, pero en la mayoría de casos suele producirse entre las 29 y 32 semanas de embarazo. Aunque existen algunas excepciones, en el caso de las primerizas, el tiempo aproximado es a las 33 semanas. No obstante, en otros casos puede ocurrir muy próximo a la fecha del parto e incluso unos días antes.
Cómo baja un bebé para nacer
El descenso del bebé a la parte baja del útero ocurre de dos formas:
- Posición cefálica anterior: con la espalda pegada al vientre de su madre.
- Posición cefálica posterior: en esta posición el feto se encuentra mirando hacia adentro.
En ambas posiciones, la parte más grande del cuerpo del bebé se ubica en la pelvis de su madre, lo que significa que el bebé está encajado. Sin embargo, en la posición cefálica posterior el tiempo de espera hasta que se produzca el nacimiento puede ser más largo, ya que su cabeza necesitará más espacio para cruzar el canal de parto.
Qué se siente cuando el bebé se encaja
¿Cómo podemos saber si el bebé está encajado? Cuando el bebé se encaja, aparecen una serie de síntomas que advierten de que se acerca la fecha del parto, por lo que es importante que te mantengas alerta si sientes alguno de ellos. No obstante, debemos puntualizar que la presencia de estos síntomas no asegura que el parto se vaya a producir de forma inmediata y es muy probable que todavía pase bastante tiempo hasta que termine de adaptarse.
De este modo, cuando el bebé se encaje sentirás los siguientes síntomas:
- Dolor pélvico bajo ciertas condiciones.
- Sentirás que el bebé patea en diferentes lugares de tu barriga.
- El abdomen estará desinflado, se verá más bajo que antes y se inclinará hacia delante debido al cambio de peso.
- Notarás que respiras más fácilmente que antes por la reducción de la presión sobre el diafragma.
- La presión en el área de la vejiga, la pelvis y la zona perineal aumentará como consecuencia del cambio de posición del bebé.
- Tendrás la necesidad de orinar con más frecuencia.
- Aumentará la incomodidad al caminar y sentirás como si llevases una pelota entre las piernas.
- Espasmos en el área de la ingle.
- Sensación de desequilibrio.
- Las pataditas del bebé se sienten en la parte superior del abdomen.
El encajamiento del bebé es necesario para que su cabeza ejerza más presión sobre el cuello uterino, lo cual ayudará a adelgazar y dilatar el mismo y, de esta forma, se iniciará el trabajo de parto. Además, permitirá liberar el tapón mucoso que bloquea la apertura del cuello uterino.
Por otra parte, recuerda que es normal sentir pequeños dolores o pinchazos en la pelvis durante este periodo de tiempo. Sin embargo, en los casos en los que el dolor es recurrente y persistente, será necesario consultar a un profesional médico.
Cuánto tiempo puede estar encajado un bebé antes de nacer
La duración de tiempo que un bebé puede estar encajado antes de nacer puede variar, ya que cada embarazo es diferente. Un bebé puede encajarse semanas antes de que comience el trabajo de parto si su tamaño y el escaso líquido amniótico le impiden moverse libremente en el útero. De este modo, al tener sus piernas y nalgas en la parte más ancha del útero, podrá estar más cómodo.
En otros casos, el encajamiento puede suceder tan solo unas horas del nacimiento, e incluso en algunos casos las madres ni siquiera se dan cuenta de que el bebé está encajado hasta que llega el momento de iniciar el trabajo de parto propiamente.
Por otra parte, existe la posibilidad de que el bebé se dé la vuelta y adopte la posición de nalgas o podálica. Cuando esto sucede, y a pesar de que es posible que el bebé nazca por parto vaginal sin problemas, existen ciertos riesgos por los cuales el obstetra puede sugerir una cesárea.
Si antes de la semana 37 no ha ocurrido el encajamiento del bebé, lo más recomendable es realizar ejercicios para que el bebé se encaje en el canal de parto y estimularlo a darse la vuelta, como por ejemplo caminar distancias cortas, nadar o realizar posturas de yoga. Estos ejercicios siempre deben realizarse bajo supervisión y prescripción médica.