mama habla con ninaEn todo lo referido a la educacion de nuestros hijos e hijas siempre intentamos ir por delante, avanzar, anticipar, pero cuando el tema toca de algún modo la sexualidad, nos comportamos de una forma totalmente diferente.

La pregunta que nos hacemos hoy es: ¿Como tratamos los genitales a la hora de nombrarlos a nuestros hijos? A esta cuestion la gran mayoria de las personas responderian: “Lo mejor es normalizar”, pero esta respuesta es una trampa en si misma, porque ¿que es lo normal? ¡Es importante que nos respondamos a esta pregunta antes de seguir!

El termino normal es totalmente subjetivo y, como tal, la respuesta a la pregunta inicial es totalmente subjetiva tambien. Lo mejor es dar la informacion que queramos dar de una forma que nos haga sentirnos comodos; si no es asi, se generara un ambiente “extrano” y nos hara pasar un mal rato. Vamos a intentar dar respuesta a alguna de las preguntas mas comunes en torno a este tema:

¿Como nombro los genitales?

En el lenguaje adulto existen multitud de palabras coloquiales para referirnos a los genitales. Este extenso vocabulario se multiplica si nuestro interlocutor es un nino o una nina, todo para no decir vulva y pene.

¿Por que no llamamos a las cosas por su nombre?

Posiblemente por vergüenza, por miedo a generar algún tipo de trauma o que “nuestros hijos e hijas no esten preparados”. ¿Preparados para que? ¿Le damos tantas vueltas al hecho de que esten preparados para otros aprendizajes del dia a dia? Posiblemente no, porque esto en realidad lo que refleja son nuestras inseguridades, no las de nuestros hijos e hijas…

Una vulva es una vulva y un pene es un pene. Posiblemente cuanto antes empecemos a llamar a las cosas por su nombre, antes empezaremos a relajarnos con este tema.

Pero tambien es importante dejar claro que si decir vulva o pene te hace sentir cierta incomodidad, tampoco pasa nada por empezar utilizando palabras infantilizadas. Cuando nos sintamos mas comodos, podemos empezar a llamar a las cosas por su nombre, igual que hacemos, por ejemplo, con un perro.

Muchos papas y mamas dicen en un principio “guauguau” y con el paso del tiempo lo sustituyen naturalmente por perro sin generar por esto un problema lexico a sus hijos e hijas.

¿Es necesario ensenarle mis genitales para que vean como son?

No es necesario ensenar los genitales si no nos sentimos comodos, pero tampoco generaremos ningún trauma a nuestros hijos e hijas si se los ensenamos. La clave es la misma que en la pregunta anterior: debemos hacer lo que nos haga sentirnos a gusto.

Como todo lo referido a educacion afectivo-sexual, la respuesta a cuando hacerlo es sencilla: casi, casi, desde su nacimiento.

No hay que esperar a que nuestro peque tenga cuatro o cinco anos, o a que hable, porque… con su cabeza, sus manitas o su boca no esperamos tanto, ¿verdad? ¿Por que hacerlo con los genitales?

De la misma manera que jugamos al “palmas-palmitas” y al cogerle las manitas le hablamos de ellas, con esa misma naturalidad, podemos aprovechar momentos del dia a dia para senalarle el nombre real de las partes de su cuerpo, incluyendo, claro esta, los genitales.

La vida con un bebe nos proporciona innumerables momentos en los que podemos nombrar sus genitales a lo largo del dia de manera natural, no forzada, por ejemplo: al cambiarle el panal (cosa que sucede unas dos mil veces al dia, o eso parece, ¿verdad?), cuando le banamos…

Una idea: “Carino, te voy a cambiar el panal. Y ahora vamos a limpiar tu pene, y mira esos testiculos, ¡estan llenos de cacota!”.

Si usamos su nombre real desde el principio sera el que aprendan, y como tal lo usaran con toda la naturalidad, sin la carga “extrana” que le ponemos algunos adultos: si la integran para ellos no sera muy diferente de decir oreja u ombligo.

No tengas verguenza de llamarlos por su nombre

A muchos padres les da panico la idea de que su hijo se ponga a gritar en mitad del supermercado que le pica el pene (cosa que probablemente hara, porque asi son los peques, ¿verdad?).

Pero en realidad, ¿donde esta el problema? ¿No pasamos la misma vergüenza que si grita que le pica la churrilla o el toto?

Si nuestro peque habla de sus genitales en público no debemos reganarle ni ridiculizarle, al contrario: aprovechemos la situacion para transmitirle algunas ideas acerca de conceptos como la intimidad, el pudor…

Sin censurar (porque entonces entendera que algo malo pasa), sin abroncarle, le explicaremos que es genial que hable de su cuerpo, pero que en sitios públicos es mejor que nos lo diga a nosotros sin gritar. Debemos transmitirle la idea de que se trata de algo personal, intimo.

Y esto es estupendo y necesario, porque con ello trabajamos la idea de que los genitales, su pene o su vulva, son privados, cosa importantisima para protegerles de abusos, como comentare un poco mas adelante.

Por que es importante llamar a las cosas por su nombre

Utilizar el nombre real de tooooodas las partes de su cuerpo, incluyendo los genitales, es verdaderamente algo positivo para el desarrollo de nuestro hijo:

  • Ayuda a desarrollar una imagen corporal positiva.
  • A la larga favorece una mejor autoestima (ganan en seguridad en si mismos al conocer y aceptar su cuerpo)
  • Favorece una transicion a la pubertad mas fluida: si conocen su cuerpo pueden hablar de el, comentar sus cambios, preguntar, ajustar las expectativas…

Ademas de esto, de como incide directamente en ellos, conocer su cuerpo, llamarlo por su nombre, ayuda a que podamos hablar de los limites y del respeto no solo hacia si mismos, sino tambien hacia los demas… ahora que son ninos, y cuando sean adultos.