bebé recién nacidoDespués del nacimiento, los bebés comienzan a cambiar el tono de su piel. Al principio suelen tener la piel bastante más clara, incluso aquellos que posteriormente desarrollarán piel oscura, ya que esta tiende a oscurecerse a medida que van creciendo. El color claro se debe a que el niño o la niña aún no ha estado expuesto a factores externos como el sol y las células que definen el color están inmaduras. Por otra parte, el tono rosado se debe a que tienen más glóbulos rojos en la sangre y la circulación está estabilizándose.

Otro factor a considerar cuando hablamos del color final de la piel del recién nacido es la genética. Esto quiere decir que si ambos padres son de piel clara, es muy probable que sus hijos la tengan del del mismo color. En cambio, si uno de los progenitores es blanco y el otro es negro, el factor dominante de los genes negros darán como resultado hijos de piel más oscura.

Por lo tanto, es normal que el color de la piel de los bebés cambie por diferentes factores. Inmediatamente después del nacimiento y con su primera respiración, el niño aclarará el color con el que nació, no obstante, el tono final dependerá solo del contacto con el mundo exterior, aunque también puede depender de la genética.

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¿En qué mes se define el color de la piel del bebé?

Tras pasarse nueve meses gestándose en la barriga de su madre, el bebé ya está listo para nacer, aunque todavía no haya finalizado el desarrollo de todos sus órganos, incluyendo la piel. El color de la piel del bebé empieza a definirse a partir del sexto mes, determinado por la maduración de las células que definen su color.

Este proceso depende de la cantidad y distribución de un pigmento llamado melanina que se encarga de sintetizar los melanocitos, que determinan el color de la piel en los seres humanos. Generalmente, la piel contiene cantidades similares de melanocitos, sin embargo, en función de la genética habrá mayor o menor concentración, lo que definirá el color definitivo.

De qué color es la piel de un recién nacido

La piel de los recién nacidos puede ser de un color oscuro o morado que se desvanece rápidamente y se vuelve rojo cuando el bebé comienza a respirar, un enrojecimiento que mejora con el paso de los días. En algunos casos, también es usual que los bebés tengan las manos o los pies de color azul, sobre todo cuando son expuestos al frío o porque su sistema circulatorio es inmaduro y necesita varios días para estabilizarse.

En otros casos, la piel y los ojos pueden presentar coloración amarillenta, denominada ictericia. La ictericia puede presentarse por diversas razones fisiológicas o secundarias a otros procesos de enfermedad que pueden requerir hospitalización para resolverla.

¿Cómo saber cuál será el color de la piel de mi bebé?

El color de la piel, así como el color del cabello o de los ojos y demás características físicas principalmente dependerá del tono de la piel de la madre y el padre. Por otra parte, los genes de las personas negras son más dominantes que los de las blancas, por lo que entre un padre negro y una madre blanca, el bebé tendrá más posibilidades de presentar el tono de piel del padre o un poco más claro.

Saber cuál será el color de la piel de un bebé, es una de las peguntas que más llama la atención de los padres, sobre todo porque al nacer tienen un color que irá cambiando con el paso de los días y que puede incluso variar con el llanto, haciéndose más intenso.

Estas variaciones en el color se irán estabilizando con el tiempo y las diferencias irán desapareciendo hasta que el tono de piel del bebé se equilibre de forma definitiva. Posteriormente, el tono de piel también dependerá de la exposición diaria a la luz solar, el uso de protector solar o la dieta, entre otras razones. No obstante, aun así el color será más o menos estable, al que se establece a partir de los 6 meses de vida.