corte de digestión en niñosEl corte de digestión es un problema relativamente frecuente en los niños. El mismo se puede cursar hasta con pérdida del conocimiento. Normalmente, se produce tras una comida copiosa, cuando se realiza ejercicio muy intenso o cuando se experimenta un cambio brusco de temperatura. Sin embargo, existe una serie de medidas que se pueden poner en marcha para reducir los riesgos.

Antes que nada, has de saber que si un niño experimenta un corte de digestión será importante mantener la calma. Lo mejor es colocarlo en posición horizontal para aliviar las molestias y prevenir posibles mareos. Además, no sería de extrañar que la situación acabase con vómitos. Ahora bien, si la sintomatología no cesa con el paso de las horas, o pierde el conocimiento, será necesario llevarlo a urgencias.

Causas del corte de digestión

Es importante destacar que durante el proceso digestivo se experimenta una concentración de sangre en las vías digestivas. De este modo, se maximiza el aprovechamiento de los nutrientes. Ahora bien, si el organismo se ve sometido a un estímulo que varía el flujo sanguíneo, se podría generar el corte de digestión. Por ello, no se debe realizar ejercicio intenso justo después de una comida copiosa.

En cuanto a la capacidad de los cambios de temperatura de provocar cortes de digestión, siempre ha existido bastante controversia. Incluso, la posición de los expertos puede variar al respecto. No obstante, se recomienda evitar el contacto con el agua fría durante los instantes posteriores a una comida. Es siempre prudente esperar al menos una hora para reducir los riesgos.

Estrategias para prevenir el corte de digestión

Para evitar problemas digestivos, lo mejor que se puede hacer es esperar entre una y dos horas antes de dejar que los niños se bañen en agua fría. También se debe guardar un cierto reposo si se va a someter al organismo a un ejercicio intenso. Del mismo modo, los días de playa será mejor plantear una comida más ligera y que se digiera más rápido.

Has de tener en cuenta que tanto las grasas como la fibra pueden retrasar la velocidad de vaciado gástrico. Incluso, las proteínas gozan de esta capacidad. En este sentido, se debe asegurar una fuente de carbohidratos complejos, una porción proteica magra y algunos vegetales.

Asimismo, ten presente que algunos helados podrían incrementar el riesgo de sufrir un corte de digestión, como los polos. Estos son muy refrescantes, pero pueden llegar a condicionar la presión sanguínea en la zona digestiva debido a su baja temperatura. Consumir agua excesivamente fría en cantidad abundante tampoco supone una buena idea.

¿Qué hacer si se experimenta un corte de digestión?

En el caso de que el niño comience a encontrarse mal después de comer, habrá que observar cuáles son los síntomas que presenta. Si su color de piel se torna pálido o tiene mareos después de un chapuzón o luego de correr, es posible que se haya producido un corte de digestión. En ese caso, lo mejor será tumbarlo y levantarle ligeramente las piernas para favorecer el retorno venoso y aliviar la bajada de tensión.

Cabe la opción de que se desarrollen síntomas más severos, como los vómitos o las diarreas. Aquí, la clave estará en asegurar un buen estado de hidratación. De lo contrario, la pérdida de líquidos agravaría la sintomatología y supondría un riesgo grave para la salud.

Es posible prevenir el corte de digestión en niños

Como has podido comprobar, si se toma una serie de precauciones se puede prevenir el corte de digestión en los niños. Es importante evitar este proceso, ya que genera una sintomatología incómoda y podría incrementar el riesgo de deshidratación. Basta con evitar las comidas copiosas y los cambios de temperatura o el ejercicio intenso justo después de las mismas.