Durante el embarazo la alimentación debe ser variada y equilibrada. Es importante incluir alimentos diversos en la dieta que contengan ingredientes y saludables. Concretamente, los tomates son altamente recomendados en el embarazo, ya que contienen un alto porcentaje de vitamina C, un compuesto útil para la formación de huesos, dientes, encías y colágeno.
Adicionalmente, los tomates también promueven la absorción del hierro, lo que ayuda a prevenir la anemia, una condición frecuente durante la gestación. En el siguiente artículo te contaremos si se puede comer tomate en el embarazo, cuáles son sus múltiples beneficios y las mejores formas de comerlo.
¿Es bueno comer tomate en el embarazo?
Las propiedades del tomate son muy beneficiosas para el embarazo. Principalmente, los tomates contienen antioxidantes que proporcionan un efecto protector a nivel celular. Además, disminuyen el estrés oxidativo, lo cual resguarda algunos órganos del cuerpo, incluidos los reproductivos, los óvulos y los espermatozoides.
Así pues, comer tomate en el embarazo es seguro y beneficioso para la salud, no obstante, debe consumirse con moderación sobre todo durante la gestación, ya que ingerirlo en exceso puede afectar la salud de la futura madre y del bebé.
Beneficios del tomate en el embarazo
Los tomates tienen un valor nutricional muy alto y aportan muchos los beneficios para la salud si se consumen de forma moderada. Si quieres saber que beneficios tiene comer tomate en el embarazo, no te pierdas las propiedades que te mencionaremos a continuación:
- Ayuda a prevenir defectos de nacimiento: el ácido fólico que contiene el tomate está relacionado con el desarrollo cerebral y nervioso. Por eso, previene defectos del tubo neural y problemas de aprendizaje en la edad escolar. El licopeno también es un poderoso antioxidante que protege contra el daño celular, la preeclampsia y los defectos de nacimiento.
- Protege la salud de las futuras madres: los tomates contienen vitamina A que además favorece el adecuado desarrollo de los ojos del bebé.
- Mejora la inmunidad: gracias al aporte de vitamina C, comer tomate en el embarazo favorece la absorción de hierro. La vitamina A mejora el sistema inmunológico, el cual se encarga de proteger contra posibles infecciones. Adicionalmente, promueve la regeneración de los tejidos después del nacimiento.
- Reduce el riesgo de sangrado: los tomates que han sido deshidratados de forma natural, contienen vitamina K, un compuesto que previene la pérdida de sangre.
- Ayuda a mantener el sistema digestivo sano y fuerte: los tomates son una buena fuente de fibra y ingerirlos en el embarazo ayuda a prevenir el estreñimiento, una condición que sufren la mayoría de las mujeres embarazadas, debido a que los cambios hormonales hacen que los movimientos intestinales se vuelvan más lentos, retardando el vaciamiento gástrico.
- Reduce la presión arterial: el consumo de tomate en el embarazo favorece el aporte de potasio, un compuesto que nivela la presión sobre los vasos sanguíneos y las arterias, disminuyendo la presión arterial alta.
- Mejora la circulación sanguínea: es bueno comer tomate en el embarazo porque depura la sangre y mejora la circulación sanguínea en diferentes partes del cuerpo. Además ,el potasio protege la salud del corazón, por su contenido de niacina (ácido clorogénico), el cual reduce el colesterol malo y fortalece el corazón sano durante el embarazo.
- Ayuda a prevenir el cáncer: el licopeno que contienen los tomates ayuda a combatir los radicales libres que causan cáncer, previniendo el cáncer de cuello uterino, de recto y de mamas, entre otros, en las mujeres embarazadas.
- Previene la aparición de diabetes gestacional: comer tomate en el embarazo de forma regular disminuye el estrés oxidativo y previene trastornos metabólicos relacionados con elevación del azúcar en la sangre.
- Contribuye al desarrollo fetal: la vitamina C del tomate ayuda a la formación de piel, huesos, encías y dientes del feto.
Cómo comer tomate en el embarazo
Como ves, comer tomate en el embarazo es muy beneficioso para el organismo. Al ser una fuente de vitamina C, es muy recomendable consumirlo en el primer trimestre, ya que puede que los cambios hormonales y las náuseas matutinas te dificulten alimentarte adecuadamente, por lo que la necesidad de ingerir nutrientes y vitaminas aumenta.
Así pues, durante la gestación es necesario agregar alimentos saludables a la dieta como el tomate. Descubre otras frutas remendadas y prohibidas en el embarazo en este artículo. Si quieres saber cómo comer tomate en el embarazo para aprovechar todos sus beneficios, no te pierdas las siguientes recomendaciones:
- Prepara jugo de tomate fresco: los ingredientes de una sopa de tomate son seguros para las mujeres embarazadas. Evita agregar hierbas o especias como la albahaca u otras verduras como los pimientos rojos. Si estás embarazada, es importante que te asegures de que el jugo está debidamente esterilizado para evitar el riesgo de contaminación por bacterias.
- Agrega kétchup para condimentar tus platos: ingerir kétchup de tomate durante el embarazo es seguro, siempre y cuando no haya caducado.
- Comer tomates secos: son fáciles de preparar y están deliciosos. En esta receta de tomates secos verás cómo prepararlos.