Las aceitunas son alimentos que se destacan por su perfil lipídico. Este fruto cuenta en su interior con una serie de nutrientes esenciales que contribuyen a mantener un buen estado de salud, por lo que se recomienda su presencia en la dieta de manera regular. Ahora bien, te vamos a contar si las aceitunas se pueden comer en el embarazo o si hay que realizar alguna restricción derivada de dicha condición.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que de las aceitunas se extrae uno de los productos más preciados de la dieta Mediterránea, el aceite de oliva. Eso sí, existen diferentes calidades de olivas y de aceites que dependen también de sus procesos de obtención. El mejor de todos es el virgen extra, que tiene una concentración elevada en ácidos grasos de calidad.
Comer aceitunas en el embarazo es ideal
Es importante remarcar que las aceitunas cuentan con una serie de nutrientes necesarios para asegurar el correcto desarrollo del feto. Entre ellos se destacan los ácidos grasos omega-3 y la vitamina E. Los primeros han demostrado influir positivamente en el desarrollo cerebral, por lo que se recomienda mantener una ingesta regular.
La vitamina E, por su parte, es un poderoso antioxidante y ayuda a reforzar el sistema inmunitario. Así, su consumo suficiente se traduce en un menor riesgo de desarrollar patologías complejas.
Por si esto fuera poco, las aceitunas pueden también aportar una cantidad significativa de vitamina K, un nutriente clave para la coagulación de la sangre. Incluso, también proveen una cierta dosis de vitamina C, otro elemento encargado de potenciar la función inmunitaria y de incrementar la síntesis de colágeno, que es la proteína más abundante del organismo.
¿Cómo se pueden incluir las aceitunas en la dieta?
Existen muchas variedades de aceitunas en el mercado y la mayoría de ellas cuenta con buenas propiedades a nivel nutricional. No obstante, se pueden encontrar alternativas más beneficiosas que otras, como por ejemplo, las que están rellenas de anchoas. En este caso, la presencia de ácidos grasos de la serie omega-3 se multiplica y también sus efectos beneficiosos sobre el medio interno.
Asimismo, las aceitunas rellenas de pimiento pueden resultar una excelente opción. En este caso, lo que se potencia es la presencia de vitamina C y de antioxidantes, pues la hortaliza también los contiene.
Las aceitunas que no se recomiendan aquellas de variedades picantes. Durante el embarazo, algunas especias pueden exacerbar la sintomatología digestiva derivada del reflujo o de los gases. Por ello, durante este periodo es mejor elegir comestibles de digestión sencilla.
¿Comer aceitunas en el embarazo engorda?
Algunas personas piensan que el hecho de comer aceitunas en el embarazo podría generar un incremento excesivo de peso, pero esto no es así. El hecho de que el aceite sea un producto muy energético no implica que las olivas cuenten con la misma propiedad. De hecho, en su mayoría, están formadas por agua.
Ahora bien, como en cualquier caso, conviene plantear una dieta variada y equilibrada desde el punto de vista energético. De este modo, se evitará un superávit calórico que incremente el porcentaje de tejido graso del organismo, lo que podría repercutir negativamente la salud y el desarrollo fetal.
Las aceitunas son alimentos recomendables durante el embarazo
Como has podido comprobar, las aceitunas son alimentos cargados de nutrientes esenciales cuyo consumo durante el embarazo está recomendado. No solo contribuyen a reducir el riesgo de déficits nutricionales, sino que son fuente de nutrientes de calidad.
Para terminar, cuando el objetivo es promocionar un buen estado de salud, es necesario poner en marcha una serie de hábitos beneficiosos. No solo procurar una dieta equilibrada y completa, sino también realizar ejercicio físico con frecuencia, incluso durante la gestación.