protector de cuna de bebéTu bebé pasará gran parte del día acostado en su cuna, motivo por el cuál te hace tomar cierta precauciones para aspi garantizar su buen descanso y evitar accidentes mientras se encuentre allí.

Es fundamental que la cuna sea un lugar completamente seguro, ya que los recién nacidos se mueven mucho y podrían sufrir algún golpe durante la noche.

Para conseguirlo destaca por encima del resto el protector de cuna, que es un artículo que se coloca en la cuna para evitar que los bebés puedan darse algún golpe que les haga daño al moverse mientras duermen.

Recomendable y muy eficaz, a continuación te vamos a dar una serie de tips para escoger el protector de cuna perfecto y que le ofrezca la máxima seguridad a tu bebé. De modo que si tienes un bebé o estás esperando su llegada, presta atención y toma nota porque esto te interesa.

#1 Elige un protector que aparte de cómodo y bonito, sea seguro

Lo más importante al comprar un protector de cuna es que cuente con un sistema de sujeción seguro, libre de lazos sueltos a los que el bebé pudiera llegar, provocando la caída del protector. Lo ideal es optar por un sistema de cintas que mantenga el protector perfectamente fijado.

Asimismo, es importante que el relleno del protector sea firme y de buena calidad, evitando que resulte excesivamente blando. El grosor no debería superar los 3-4 centímetros.

Por otro lado, el protector de cuna debe ser de algodón, que se muestra un tejido suave y seguro para la salud de los bebés. Este es un aspecto importante, puesto que el bebé estará en contacto directo con el protector.

Además, te recomendamos hacerte con un protector de cuna desenfundable, para así poder lavar la funda siempre que sea necesario y mantenerla en perfectas condiciones.

Y respecto al tamaño, la parte del cabezal del protector debe ser idéntica al ancho de la cuna, por ello antes de hacerte con él debes conocer las medidas de tu cuna a la perfección.

#2 Asegúrate que sea de fácil lavado

Al estar en contacto directo con los bebés, al lavar un protector de cuna debes tomar una serie de precauciones.

Lo primero es que debes lavarlo antes de su primer uso, para así eliminar cualquier resto de suciedad o partícula que pudiera resultar perjudicial para su salud. También es importante que los laves por separado del resto de prendas. Y para lavarlos de forma segura debes utilizar un detergente o jabón neutro específico para bebés, evitando suavizantes u otros productos que cuenten con aditivos o sustancias químicas.

Por último, presta especial atención a la fase de aclarado del protector, que será clave para evitar la acumulación de restos de detergente que podrían provocar una reacción en la piel de tu bebé.

#3 También es importante que sea de fácil instalación

Para colocar un protector de cuna únicamente tienes que fijarlo a los barrotes de la cuna, asegurándote de que quede perfectamente ajustado para así garantizar la máxima seguridad de tu bebé. Para ello debes escoger un protector que encaje con el largo y ancho de la cuna.

En el mercado existe una gran variedad de protectores de cuna con diferentes elementos de fijación, para que puedas escoger el que mejor se ajuste a tu modelo de cuna.

Es importante tener en cuenta que el protector no debe rodear la cuna por completo, dejando una parte sin cubrir para así permitir la buena circulación del aire en el interior de la cuna, consiguiendo el que el bebé pueda respirar a la perfección.

#4 Tiempo estimado en el cuál el bebé usará protector en su cuna

Aunque no existe un tiempo concreto para utilizar un protector de cuna, los pediatras especializados recomiendan mantener los protectores hasta los 8 o 9 meses de edad, que es cuando los peques comienzan a ponerse de pie y son capaces de mantenerse erguido.

En caso de no retirar el protector estaríamos frenando su desarrollo, ya que no podría agarrarse a la cuna y por tanto, tendría problemas para fortalecer sus piernas.